Escuché el estribillo de una canción de Andrés Calamaro: “Es verdad que soy una rata de ciudad. No tengo religión, tengo ansiedad”.
Como siempre, los artistas leen el inconciente colectivo (Charly García es un maestro de esto) y lo expresan en pocas palabras. En las ciudades, vivimos en una sociedad desacralizada y ese vacío se llena de ansiedad. En estos días en los que he estado cerca de la Naturaleza, Dios aparece incesante y sencillamente. Alejados de ella, los miedos y dudas del Ego toman Su Lugar y crean fantasmas y luchas innecesarias. Aclaro que no estoy hablando de “religión” en su sentido de institución sino de conexión espiritual. Calamaro también dice “Tengo abierto el mini-bar y cerrado el corazón": ¿qué abro para mantenerlo cerrado?
Hay otra frase suya que me sigue sonando: “Lo que querés de mí ya lo aprendí”. Te las dejo para que te den vueltas como a mí…
viernes, 18 de enero de 2008
Rata de ciudad
Publicado por Laura Foletto en 11:21
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1 comentario:
No recuerdo si Jung o Osho, decía que si Dios está en alguna parte es en la naturaleza, y no en los ropajes y en los edificios que hacemos los hombres.
Concha
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