miércoles, 29 de mayo de 2013

Árboles danzantes


Parece una contradicción, pero somos árboles que pueden bailar: firmemente enraizados y contenidos por la Tierra, recibiendo la Luz del Sol, danzamos la vida con alegría y confianza.

lunes, 27 de mayo de 2013

¡VOY A MONTEVIDEO, URUGUAY! Charlas y Sesiones Personales


¿Me ayudas a difundirlo?  Los interesados pueden contactarse con Claudia a esos teléfonos o en esta página de Facebook:  http://goo.gl/8zxKD

¡Muchas gracias!  Los espero.

Crear sin esfuerzo

Cuando aprendes a crear sin esfuerzo te hallarás fluyendo alegremente con la vida. Entonces, el desenvolvimiento de tus deseos sucederá naturalmente paso a paso. 

Entender los principios de la creación sin esfuerzo, en lugar que tratar de crear a través de la lucha y la tensión, requiere de una permanente atención y foco. Luego, diariamente, momento a momento, serás capaz de escoger y decidir conscientemente, lo que enriquecerá y alterará la dirección de tu vida.

Crear sin esfuerzo requiere de una mente calma y enfocada, y de un estado interno armónico. Cuando estás en este estado sabes que todo es posible; sin embargo, el reto es permanecer en este fluir durante el día sin permitir que nada te altere o te saque de tu centro.

A medida que reconoces la importancia de partir de un estado de centramiento y tranquilidad para poder crear conscientemente lo que deseas, verás cómo las leyes naturales te asisten en este proceso, si estás en el estado mental correcto. Necesitas permanentemente estar recordándote que este es el estado interno que estás intentando cultivar y en el cual quieres permanecer.

Si tú vienes de un estado interno de lucha y tensión, entonces hay aún un gran trabajo por hacer. Todo lo que va en contra de tu manera natural de ser y cualquier cosa dentro tuyo que te cause molestia, necesita ser liberado, y eso incluye cualquier asunto o lastre inconcluso que cargues del pasado. Cuando liberes tu carga emocional, te sentirás tan liviano que todo te parecerá más fácil y accesible.

Piensa acerca de estos dos estados opuestos, el no-esfuerzo y la lucha, y mira cómo puedes moverte en la dirección de la vida sin esfuerzo y visualiza cómo tu vida espontáneamente se desenvuelve en la dirección que deseas. Si esto no está sucediendo, entonces sabrás que de alguna manera tú mismo te interpones en tu propio camino, así pues, proponte descubrir cuál es la resistencia que estás creando, y cuando lo sepas, en lugar de eso escoge fluir libremente con la vida.
Manuel Vallejo Andreu



Acepta las cosas como son.
Acepta tu ser humano.
Vive en el ahora.  Vive el momento divino.
Crea en gracia, con confianza y optimismo.
Entonces, espera cambios y,
cuando lleguen, bendícelos.

viernes, 24 de mayo de 2013

Débil y fuerte


En el mundo de la dualidad, cuando actuamos un polo, seguramente tendremos el otro oculto o rechazado o negado.  Esto es evidente en personas que muestran ser fuertes, mientras interiormente se sienten extenuados o desearían poder revelar sus fragilidades o ser abrazadas tiernamente.  En el caso de los que se exponen débiles, ellos se están impidiendo su propio poder, sea para beneficiarse de la victimización o porque se creyeron que no podían con su vida.


Somos media persona cuando no aceptamos nuestros diversos aspectos y nos impedimos la plenitud de ser completos.  Sin importar si hace mucho o poco que lo estamos haciendo o la reacción de los demás a las nuevas actitudes, es necesario que nos demos la oportunidad de vivirnos íntegramente y aprender de todo lo que somos.

martes, 21 de mayo de 2013

¡Voy a Uruguay! Charlas y Sesiones Personales



¿Nos encontramos?  No será una charla más: será un encuentro interactivo, del cual te llevarás recursos simples y concretos para comenzar a cambiar tu actitud y conectar con
el Poder de tu Ser. 
Si deseas una Sesión Personal, solicita turno con Claudia Gimenez en los los teléfonos del
Flyer o a conectandoconnuestropoder@gmail.com .  Me encantará ayudarte a comprender tus aprendizajes.
Visita www.abrazarlavida.com.ar Comparte el mail y ayuda a iluminar el mundo. Gracias!

lunes, 20 de mayo de 2013

¿Espectador o protagonista del presente?


Soy una ferviente espectadora de cine.  Y también soy una apasionada protagonista de las historias.  Me involucro, me asusto, lloro, me enternezco, vuelo, me enojo.  Recuerdo una vez que había entrado a la tarde a ver una maravillosa película de ciencia ficción y, cuando salí, era una noche neblinosa y por un rato me parecía estar todavía viviendo en ese mundo fantástico.  Me pasa lo mismo cuando leo una novela cautivante y no quiero que termine.  Soy observadora y protagonista al mismo tiempo.  ¿Acaso no somos así en la vida diaria?

No siempre.  Muchos son sólo espectadores de la ilusión que compartimos en este planeta.  Creen que el mundo es una película en la que no tienen injerencia: es así, y no se puede hacer mucho.  Reciben los estímulos, las agresiones, los mandatos, lo que le venden los medios y la política, la historia familiar, las situaciones, casi sin intervenir, quejándose y lamentándose.  Son los que dicen, de chicos, “yo” me saqué un 8 (cuando les va bien); “la maestra” me puso un 2 (cuando les va mal)”.  O, de grandes, rechazan o se molestan con los maestros que la vida les asigna. Son víctimas pasivas.

Otros sabemos que la película es nuestra creación, completa: somos guionista, productor, director, estrella principal y variados papeles secundarios.  Jugamos roles activos.  En lugar de recepcionar estáticamente, buscamos en nuestro interior cómo estamos concibiendo y atrayendo esas personas y esas circunstancias a nuestro mundo.

Aceptamos que tal escenario es así porque hay algo que aprender de él y, una vez captado cuál es el mensaje, lo transformamos internamente para que suceda lo mismo externamente.  Luego, dejamos atrás todo y nos quedamos con el aprendizaje. 

Esto implica vivir con conciencia, en el presente.  Cada momento es una oportunidad de conocernos, de expandirnos, de revelarnos, de disfrutar la creación.  Nos preguntamos: ¿qué me pasa con esto?, ¿qué pensamientos, emociones, recuerdos me activa?, ¿para qué está aquí?, ¿qué tengo que liberar?, ¿qué limitaciones debo correr?, ¿qué nuevas espirales deseo ascender?  Es abrazar la vida y a nosotros amorosa y divinamente.



Eso es lo fascinante de estar en el aquí y ahora: no hay aburrimiento posible.  Tú te adueñas de la película y siempre surgen posibilidades de cortar escenas y crear mejores.  Tú eres el centro de tu mundo.  En estos momentos, ello es una gracia extraordinaria.  Como dice Solara: “Cuando vivimos en el AHORA, eso permite que sucedan grandes cosas en alineación con nuestra particular rúbrica de frecuencia.  La vida se siente más llena y nos sentimos más vibrantemente vivos. Si tratamos a cada día como si fuera el primer día de nuestras vidas, saludamos a cada situación que encontramos con apertura y amor. Somos libres de viejos comportamientos emocionales, creencias, juicios y preferencias personales. Todo es fresco y nuevo. Y si tratamos a cada día como si fuera nuestro último día en la Tierra, entonces estamos llenos de una profunda ternura y gratitud hacia lo valioso de la vida. Cada momento es sagrado. Esta es una de las Claves principales para la Vida y es así de simple”.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Alma sin tiempo



Hace poco, me di cuenta de que, cuando conversamos sobre temas del alma, tendemos a pensarla “adulta”.  ¿A qué me refiero?  Si estamos hablando de un bebé o un niño (sobre todo con respecto a enfermedades, muerte, abuso, carencias graves, etc.), nos conmiseramos tachándolo de injusto, inmerecido, injustificable, malo. 

¿Acaso el alma no está en el trayecto completo, actuando en cualquier momento, desde el inicio hasta el final?  Lo que suceda, ¿no es un diseño de ella, buscando determinadas experiencias?  ¿Y cuándo comienza a actuar?  Desde el mismo inicio, generando en la semilla las vivencias que concibió desarrollar.

Un niño no está separado de su alma.  Por el contrario, hasta más o menos los ocho años, está muy conectado.  Nosotros, los adultos, somos quienes estamos manejados por el Ego y no vinculados con ella.  Por ello, creemos que lo que le pasa a un niño (o a un anciano) es arbitrario, casualidad, mala suerte o infundado.

Muchas veces, aceptar los designios del alma cuando no cumple nuestras expectativas es difícil.  Pero todo está planeado con el amor más grande, buscando despertar más amor, comprensión, fuerza, constancia, lo que sea que necesitemos.  Confiar es la clave: todo es para nuestro mayor bien.

lunes, 13 de mayo de 2013

El infierno de la mejora personal


“La mejora personal es un camino al infierno. Todos los esfuerzos por hacer algo de ti mismo, algo parecido a un ideal, van a crear cada vez más locura. Los ideales son los cimientos de toda locura, y la humanidad entera está neurótica debido a demasiados ideales. Los animales no están neuróticos porque carecen de ideales. Los árboles no están neuróticos porque no tienen ningún ideal. No intentan convertirse en otro. Simplemente disfrutan de lo que son. Así que tú eres tú.

Pero en alguna parte de tu interior quieres convertirte en Buda o en Jesús, y entonces completas un círculo que será interminable. Tienes que ver la cuestión: tú eres tú. Y la totalidad, o existencia, quiere que seas tú. Por ese motivo la existencia te ha creado, de lo contrario habría creado a un modelo mejor. Quería que estuvieras aquí en este momento. No quería que Jesús estuviera aquí en lugar de ti. Y la existencia sabe más. El todo siempre sabe más que la parte. Así que acéptate. Si puedes aceptarte, habrás aprendido el mayor secreto de la vida, y entonces todo encaja. Sé tú.

No hay necesidad de erguirte más; no hay necesidad de que tengas una altura diferente de la que ya tienes. No hay necesidad de tener otra cara. Simplemente sé cómo eres y, al aceptarte desde lo más hondo, el florecimiento tiene lugar y pasas a convertirte cada vez más en ti. En cuanto abandonas la idea de convertirte en otra persona, desaparece la tensión. Estás aquí, luminoso, en este momento. Y no hay otra cosa que hacer que celebrar y disfrutar.”



Estas palabras de Osho resuenan con el anterior Boletín “¿Eres libre, sin rótulos?”.  Sólo cuando podemos aceptarnos en todos los aspectos que nos habitan, comenzamos a descubrir la maravilla que hemos diseñado.  Sí, no somos un material deficiente, a medio terminar, que cayó en este lugar y en este tiempo por casualidad.  Hemos construido un muñeco perfecto, en sus luces y sombras, para lo que queríamos experimentar en esta encarnación.

La idealización se construyó en la infancia, como consecuencia de no recibir suficiente reconocimiento, apoyo, amor, valoración, sustento material, independencia, lo que sea.  Así, soñamos un ideal de nosotros mismos, el cual una vez alcanzado, logrará todo eso de los demás.  Tarea inútil si las hay, porque lo que buscamos afuera está adentro: sólo nosotros podemos darnos lo que necesitamos; es el juego.

Al conocernos y replantearnos cada faceta, revelamos tesoros ocultos que nos llenan de plenitud y sentido.  Creemos que nos cuestan más los aspectos oscuros, pero en realidad son los luminosos los que no aceptamos poseer: la alegría, la abundancia, la creatividad, la prosperidad, la felicidad, la sabiduría, la belleza, el optimismo, la serenidad, el poder, el amor.

Nos rotulamos desde el sufrimiento y el esfuerzo por ser y nos olvidamos que ya somos, que se trata de develar los juegos de espejos infinitos que nos propone esta ilusión en la Tierra, de abrirnos como una flor al sol.  Al fin, somos Luz y Amor, otra faceta resplandeciente de Dios/Diosa.

miércoles, 8 de mayo de 2013

¡Es más fácil sostener lo malo que lo bueno!


Llegamos a esta conclusión, riendo para no llorar, con una paciente ayer.  Cada vez que nos proponemos algo que acrecienta nuestro bienestar y plenitud, se activan todas las resistencias.  El malestar que hemos desarrollado hasta lo insano se niega a irse y, muchas veces, terminamos abandonando la idea prontamente.

Lo peor que podemos hacer es luchar contra esas resistencias.  En el fondo, se trata de un Niño Interior que aguanta una estrategia que, en su momento, pareció exitosa.  Ahora claramente ya no lo es, pero no lo comprende.  Así que mejor se la explicamos breve y firmemente y comenzamos el cambio.  Esto significa pescarnos en el momento en que repetimos una determinada conducta y transmutarla ahí mismo, en el cuerpo, en la mente y en la palabra… tantas veces hasta que se incorpore…


Se pudieron necesitar cincuenta años para mantener una actitud, pero se puede convertir en poco tiempo.  Primero, porque el Universo beneficia el cambio y la expansión y, segundo, porque estamos en tiempos en que esto está incrementado notablemente.  Respaldar algo dañino te lleva a la entropía y a la muerte.  Sustentar la transformación y la luz te expande amorosamente.

lunes, 6 de mayo de 2013

¿Eres libre, sin rótulos?


En algún momento de mi vida, temprano, me di cuenta de cómo me molestaba que tomaran algún rasgo de mi personalidad o cierto acontecimiento particularmente vergonzoso para restregármelo para siempre.  Ahora no es tan común, pero antes era normal que te recordaran eternamente la vez que te caíste, dijiste algo inconveniente o te mostraste vulnerable. 

Lo que más me irritaba era que tomaran ciertas formas “no socialmente aceptadas” como lo único que yo era.  En esto estaba incluido que fuera agresiva, rara, lectora voraz, super-informada, media salvaje, que pensara distinto.  Tengo una personalidad muy dual, así que, como puedo ser un extremo, también puedo ser el otro.  Esto fue un castigo durante bastante tiempo, porque tenía dos polaridades peleándose todo el tiempo.  Hasta que un profesor de cuando estudiaba Terapia de Integración Cuerpo-Mente lo notó y me dijo que eso era algo extraordinario.  Lo miré sorprendida y le pregunté que tenía de bueno.  Él me contestó que eso me daba una gran flexibilidad, que me permitía ver todos los puntos de vista y de acción, que podía transitar por distintas gradaciones, a mi manera.  El tema simplemente era aceptarlo y usar el aspecto que más me convenía en cada momento.  Fue revelador y sanador.

Entonces, comencé a observar cómo todos, de una manera u otra, estábamos atravesados por estas “etiquetas” que nosotros u otros nos habían puesto.  Era como circular con rótulos en la frente: yo soy bueno, yo soy peleador, yo soy alcohólico, yo soy divertido, yo soy pobre, yo soy una víctima.  Una especie de condena eterna, tanto si era positiva como negativa, porque nos encerraba en esa conducta, sin oportunidad de experimentar lo contrario.

En algo que es muy notorio, pero no tan obvio, es en las personas rotuladas como buenas o generosas o sacrificadas.  Muchas terminan siendo “buenudas”, utilizadas por los demás, agotadas con los problemas que todos le cargan.  Como no pueden ser “malas”, no han aprendido a poner límites, a respetarse, a hacer lo que quieren sino lo que deben.  En el momento que escribo esto en un bar, detrás de mí, un hombre le reclama a una mujer que lo ha tratado siempre como si tuviera diez años, que no se ha dado cuenta de que ha crecido y que tiene ideas propias y que todavía quiere manejarlo como si fuera un tonto.  Esto es muy común en las mujeres con sus maridos, a los que tratan como niños que no pueden hacerse cargo de las emociones y de las relaciones, así que los “protegen” haciéndose dueñas y señoras de la vida afectiva de la familia. 


 Lo que llamamos Yo, el Ego, es una colección de aspectos, que van de un extremo al otro del espectro de potencialidades expresivas, vivenciales y creativas.  Por supuesto, en cada encarnación jugamos con ciertas facetas más que con otras.  Así, podemos ser generalmente de una manera, pero no con todos ni siempre (en la dualidad, el 100% es imposible).  La otra forma también está presente, pero no está activada, así que es como si no estuviera.

¿Para qué trabajamos con la dualidad?  Este es un proceso de aprendizaje a través de la oscuridad.  Si alguien es soberbio, seguramente se siente inferior, así que deberá conectarse con esa devaluación de sí mismo y promover su autoestima.  O sea que no es un defecto o algo a avergonzarse u ocultar sino algo que le permite sacar su luz, movilizar su potencial.  La mayoría opta por rechazarlo y proyectarlo en otros, así pierde partes de sí mismo y la oportunidad de evolucionar

En estos tiempos de Nueva Energía, estamos yendo hacia la Unidad.  Esto implica reclamar todos nuestros aspectos (esos que proyectamos en otros), traerlos de regreso hacia nosotros y brillar como diamantes, porque cuantas más facetas contengamos, más luminosos somos.  Aceptarnos en nuestra multitud de posibilidades nos lleva hacia la paz de ser nosotros mismos.  Entonces, podremos decidir usar uno u otro atributo frente a cada circunstancia.  En lugar de ser y hacer siempre lo mismo, actuaremos espontáneamente de acuerdo al aquí y ahora, en conexión simple y amable con nuestro Ser.

Esa es la mayor libertad posible.  Dejaremos de ser prisioneros de los rótulos y las repeticiones para fluir amorosamente siendo auténticos y originales, tal como fuimos creados.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Ser en Acción


Amo este concepto.  En este Día del Trabajo, es más conveniente que nunca.  Tendemos a separar lo que somos de lo que hacemos.  En la Nueva Energía, comprendemos que se trata de llevar a la acción lo que somos.  Mi actividad fluye naturalmente de lo que soy: en lo que respecta a mi Ego, de mis cualidades, dones, experiencias, estudios, pasiones, aprendizajes, etc.  En lo que respecta a mi Ser, de mi esencia y su recorrido creativo por el universo.  Esto último implica canalizar mi sabiduría cósmica: sé más de lo que sé en esta encarnación. 


Me gusta pensarlo en términos de música.  Soy como un violín: si es uno barato, el sonido se resentirá.  Si es un Stradivarius, será celestial.  Mi Ser baja a través de mi Ego, limpio y claro, y lo que hago es producto natural de lo que soy.