Hay al mínimo tres razones por las que nuestro físico se
quebranta: por uso inapropiado (mala alimentación, posturas erróneas, poco
descanso, “accidentes”), reflejo cuerpo-mente (cada síntoma, enfermedad,
actitud, es producto de problemas psicológicos no resueltos que pasan al nivel
material) y cambios energéticos que atraviesan la humanidad y el planeta
(algunos lo llaman Ascensión).
No tengo una fuerte salud, lo que sumado a los vaivenes de la
Energía, ha dado como resultado que haya pasado por distintos procesos. Me gustaría compartir algunos consejos que
quizás te ayuden:
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Rinitis, alergias,
sinusitis: nariz tapada, dificultad para respirar, senos cargados son las
consecuencias de estos temas. Muchos
confunden rinitis vasomotora con alergia y se medican con remedios que no
corresponden. La diferencia es que los
niveles de IgE son normales y que los ataques de estornudos se suelen disparar
básicamente ante cambios de temperatura.
Sea como sea, algunas recomendaciones son:
Solución salina: se vende en las farmacias, para lentes de contacto
(no confundir con el líquido para conservarlos, que tiene químicos; es agua con
sal). Viene en envases chicos y grandes
de medio litro. Conviene comprar uno de
cada uno y, cuando se acabe el chico, rellenarlo con el grande. Al levantarte a la mañana y acostarte a la
noche, echa un par de veces en la nariz y suénala fuerte, hasta limpiarla
bien. Si es necesario, puedes repetir algunas
veces durante el día.
Inhalador Medex: es algo tan viejo que pensé que no existía más,
pero todavía se consigue. Úsalo un par
de veces al día, si necesitas abrir las vías.
Tintura de hierbas: durante años, tomé toda clase de pastillas y
usé gotas para la nariz en cantidades industriales, al punto de la adicción
(esos remedios suelen tener ese efecto y además es desesperante no respirar
bien). Cuando me di cuenta de la locura
en la que estaba metida, fui a una otorrinolaringóloga y (Dios pone a las
personas indicadas en el camino si uno está preparado) ella me mandó a una
cierta farmacia que hacía una tintura con distintas hierbas y, con eso más
estas otras sugerencias, dejé todo.
Perdí el rastro de la doctora y la farmacia cerró, así que no puedo
pasar la receta. Lo comento porque
quizás puedas encontrar a alguien que te ayude desde un punto de vista natural.
Maniobras:
Para despejar los
senos para-nasales (sobre todo si hay sinusitis), oprime fuertemente la
lengua contra el paladar, mientras aprietas con el pulgar entre las dos
cejas. Repítelo hasta que sientas cómo
se descarga la mucosidad.
Para destapar la nariz: echa la cabeza
hacia atrás, aprieta la nariz y aguanta la respiración lo que puedas; esto
dispara un mecanismo de supervivencia y abre la nariz instantáneamente.
Para
descongestionar en un resfrío: la noche es lo más difícil, así que: duerme
con almohadas altas y respira unos momentos dentro de las sábanas (no mucho
tiempo porque el anhídrido carbónico es perjudicial para el cerebro, pero un
ratito puede destapar la nariz). Más
información
aquí.
Advertencia: como bien lo sé, estos temas son proclives a hacernos caer
en ansiedades, adicciones y compulsiones.
Lo que aconsejo aquí no es para cambiar lo que estés haciendo y usar la
solución salina 20 veces, el inhalador 15 y las maniobras 10: es para
desacelerarte, tener paciencia y aprender a respirar correctamente (la
desintoxicación es dura pero necesaria).
La respiración diafragmática (además de múltiples beneficios) provoca la
descarga de ciertos neurotransmisores que calman, por lo que, si respiras en el
pecho y acelerado, nunca te serenarás y continuarás el círculo vicioso. Saca el foco de pensar todo el día en tu
falta de aire y ponlo en respirar, tranquilizarte y cambiar tus hábitos.
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Resfríos,
garganta: un pequeño tip que puede hacer la diferencia: cuando sientas que
tu garganta comienza a irritarse, pasa la lengua por el paladar. Si notas pequeños “granitos”, masajéalos
fuerte con la lengua continuamente hasta que desaparezcan. Normalmente, esto es suficiente para detener
un resfrío o un problema de garganta.
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Gastritis,
acidez, digestión: vientre hinchado, dolores, acedía son los síntomas más
comunes.
Limón:
exprime un limón, mézclalo con agua tibia en un vaso y tómalo en ayunas. Si tienes problemas de hígado, ingiere antes
una cucharada de aceite de oliva extra virgen y enseguida el limón (con una
pajita, porque el ácido del limón puede afectar el esmalte dental; luego
enjuaga bien la boca). Algunos, lo
mezclan también con bicarbonato de sodio.
No estoy de acuerdo con esto, porque el bicarbonato tomado por mucho
tiempo tiene bastantes contra-indicaciones (sobre todo si tienes presión alta,
problemas en los riñones o el corazón, etc.).
En todo caso, intercala el limón y el bicarbonato o toma solamente
limón.
Mastica
bien: sea producto de los tiempos que corren (literalmente) o de la
ansiedad o de lo que sea, casi nadie mastica apropiadamente los alimentos, por
lo que los tragamos casi enteros, provocando muchos inconvenientes. Asegúrate de tomar pequeñas porciones,
destrozar bien el bolo y recién después tragarlo. Esto hace que el estómago no tenga tanto
trabajo y que comas menos (activando el reflejo de llenado). No tomes bebidas carbonatadas ni con pajitas
ni hables mientras comes, porque te llenas de aire.
Agua:
estar horas sin comer o tomar agua empeora la acidez. Aliméntate en pocas cantidades, cada cierto
tiempo (el que sea más conveniente para ti).
Toma dos o tres litros de agua por día (no tiene porqué ser mineral si
tienes agua potable, además de que contaminas con plásticos el planeta); si
puedes conseguir Agua Diamantina, mejor.
Helicobacter
Pylori: esta bacteria es responsable de muchas gastritis (junto con los
antiinflamatorios y otros remedios… más los problemas psicológicos). Hazte la prueba y trátalo si lo
adquiriste.
Maniobras:
inhala, aprieta la boca del estómago mientras exhalas (o aprieta bajando desde
el final de esternón por unos diez centímetros), repite unas cuantas
veces. Hazte masajes circulares por toda
la panza, comenzando por el lado derecho y terminando en el izquierdo (en el
sentido de las agujas del reloj) con lentitud y comprimiendo donde más
hinchazón o dolor sientas, con cuidado.
Advertencia:
comemos como un trámite más, mirando televisión, enfrente de la computadora,
sin prestarle atención, sin embargo esto tiene profundas consecuencias. Lo ideal sería agradecer la comida,
permanecer tranquilos, darle tiempo, masticar, pedir que ese alimento nos
nutra, manteniéndonos sanos y con energía, estar presentes (como si fuera una
meditación). Sé que la mayoría no puede
hacer esto, pero haz algún pequeño cambie que redunde en tu beneficio.
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Hinchazón,
dolores: hay muchas enfermedades que provocan estos síntomas.
Alimentos
antiinflamatorios: cúrcuma (para aprovechar la curcumina, debe cocinarse en
un medio graso, con un mínimo de pimienta negra), jengibre (rallado o en polvo,
da un delicioso sabor a cualquier cosa), ajo, brócoli, repollo, coles de
Bruselas, cebolla, vitamina C (el limón en ayunas es bueno, tanto como en
ensaladas), verduras y frutas (papaya, cerezas agrias, frutos rojos), pescados
grasos, semillas y frutos secos, aceite de oliva extra virgen, etc., en general
todo lo que es antioxidante.
Alimentos
fermentados: nuestra sociedad “moderna” ha desterrado los alimentos
fermentados, los cuales son indispensables para nuestra salud. Debemos volver a comerlos, en forma de
chucrut, pickles, kimchi, miso, tempeh, yogur, kéfir, kombucha, y, ¿por qué
no?, cerveza artesanal o premium. Debes
asegurarte que estos alimentos hayan tenido una fermentación natural y no
artificial, porque hay bastante mentira en muchos productos que están industrializados
y así no aprovechas los beneficios.
Personalmente, me caen mal los yogures y el kéfir de leche, por lo que
diariamente hago kéfir de agua y lo tomo también con las comidas, lo que ha
contribuido a una buena digestión.
Recomendaciones:
la homeopatía, la acupuntura, la gimnasia suave (estiramientos, t´ai chi, yoga
sin exigencias y con seguimiento personalizado, etc.), las caminatas, la
osteopatía, el buen humor, la alegría, los amigos, las actividades creativas,
la naturaleza, etc.
Productos
para los dolores: el aceite de árnica, Artrosil (tiene unos cuantos
ingredientes naturales y viene en roll on, lo cual facilita el masaje), los
parches y aceites chinos, la tintura de harpagophitum (20 gotas en una vaso de
agua, dos o tres veces por día, durante dos meses, descansar un mes y volver), las almohadillas eléctricas, etc.
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Problemas
de la piel: una de las expresiones más normales y típicas. Tuve durante un tiempo unas manchas rojas por
distintos lugares, lo cual ocasionó tantos diagnósticos como profesionales
visité (una biopsia informó algo sobre una deficiencia en el colágeno). Finalmente, me harté, me despreocupé y se fueron
solas (una estrategia que suelo practicar y que me funciona bastante
bien). Creo que tienen que ver con las
fuertes manifestaciones de la Energía y que no requiere medicación. El remedio natural y universal para la piel
es el aloe (sabila)… y la paciencia y aceptación.
Hay dos
teorías acerca de la piel: una que dice que el excesivo lavado e higiene de
nuestros tiempos es contraproducente y otra que exige toda clase de productos
(jabones, champúes, antitranspirantes, cremas, perfumes, antibacteriales, etc.,
etc., etc.) como indispensables. La
enorme cantidad de químicos de los artículos industriales es atemorizante (lee
las etiquetas), pero siempre me inclino por el equilibrio (no soporto los
fundamentalismos), así que estudia, obsérvate y haz lo que más te convenga.
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Ataques de
pánico: nunca los he tenido (sí de ansiedad, que he superado con
respiración consciente), pero una forma sencilla de controlarlos es respirando
dentro de una bolsa de papel hasta que se pase.
En su forma física, un ataque de pánico se produce por una
hiperventilación, por lo que inhalar anhídrido carbónico nivela el oxígeno y se
resuelve rápidamente (el aspecto psicológico requiere otro trabajo). Más información
aquí.
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ESCUCHA Y
HABLA CON TU CUERPO: finalmente, lo más importante. Como lo he expresado muchas veces, tu
organismo no es una máquina ni un envase descartable sin importancia. Estás en una dimensión material y tu cuerpo
es el enlace entre lo espiritual y lo físico.
Además de los avatares normales, desde hace un tiempo está sobrecargado
por masivas entradas de Energía que está cambiando la Vida como la
conocemos. Necesita mucho más descanso,
cuidado y agua que antes. Por otro lado,
está más abierto a la comunicación y sanación.
Habla
con él: busca momentos de silencio; escucha qué necesita y las razones por
las que está somatizando (investiga en libros como “Usted puede sanar su vida”
de Louise Hay o “La enfermedad como símbolo”, de Ruediger Dahlke); llega a un
acuerdo de no agresión mutua y de objetivos comunes (dile lo que deseas y lo
que vas a hacer para ayudar); libera ideas enquistadas acerca de lo que
significa estar enfermo o envejecer, típicas de la sociedad o de tu grupo
social.
Afirma
la salud y el bienestar: algunos síntomas y enfermedades (sobre todo, las
que vienen y van) son el resultado del proceso de espiritualización de la
materia que estamos realizando (igual, consulta y asesórate). Esto significa que debemos cambiar nuestros
conceptos acerca de lo corporal, entre otras cosas. Con el tiempo, el cuidado y la atención,
podremos estar más sanos, más jóvenes, más tiempo, más conscientes. Esta es la clave: activa tu consciencia y tu
vida cambiará.
Los términos y productos son de Argentina, averigua los de
tu país. Esto es el resultado de años de
investigación y experimentación: haz tu propia exploración, googlea, practica,
encuentra tus métodos. Lo que le
dediques a tu salud cuerpo-mente redundará en bienestar y plenitud. No te quedes en la comodidad de leer,
preguntar lo que tú puedes averiguar por ti mismo y/o archivar. Dedícate tiempo y sé amable contigo. Si has encontrado otras soluciones,
comparte.
Espero que estas sugerencias te sirvan. Aquí estoy para ayudarte a transitar estos
maravillosos y desafiantes tiempos.