El famoso sociólogo francés Alain Touraine, en su libro "Cuadernos de campaña" de marzo del 2012, sostiene que no es posible concebir la política solo como una lucha entre partidos, con programas e intereses opuestos, marcados por conflictos directos entre las clases. La globalización y el predominio del capital financiero-especulativo terminaron por convertir el enfrentamiento en una pugna entre el mundo del lucro y el mundo de la defensa de los derechos humanos y de un nuevo individualismo con responsabilidad social. Ante esto, la alternativa es o nos abandonamos en manos de la crisis, esperando la catástrofe final, o creamos un nuevo tipo de vida económica y social.
Para ello, es necesario la invocación a los derechos universales de la persona humana a la existencia, a la libertad, a la pertenencia social y cultural, pero también a la diversidad de identidades, que están siendo amenazados por el inhumano mundo del lucro.
Touraine cree que no es con los partidos políticos como la política recuperará su legitimidad. Solos los movimientos sociales y de opinión, impulsados por un nuevo humanismo expresado en liderazgos respetados, puede despertar la confianza perdida. Solo así habrá una fuerza capaz de oponerse a los intereses institucionales del capitalismo financiero especulador que convirtió al lucro en motor de la vida cotidiana. De ahí la importancia de los nuevos actores, de los nuevos "sujetos sociales", portadores de una visión del futuro que rechaza el status quo.
Este resumen fue hecho por el político brasileño Fernando Cardoso y lo comparto porque me me parece esperanzador que personas dentro del sistema estén apoyando una nueva visión, aunque no sea específicamente la que estoy afirmando, pero sí dentro de los parámetros del humanismo y no del materialismo puro.