¿Qué frena lo que deseo más fervientemente? La desconfianza. Tras los primeros traspiés, vuelvo a la incredulidad, al temor, al hacer del Ego. He tenido cientos de experiencias increíbles, que a cualquier otra persona la volvería casi fanática, pero yo sigo recelando.
Creo que tiene que ver con que necesito una confianza total para hacer mi labor y que la voy incrementando a medida que pasa el tiempo, pero… ya está siendo hora de acabar este juego también…
El círculo vicioso está llegando a su fin y el círculo virtuoso está comenzando: la confianza va a la cabeza de él.
domingo, 17 de agosto de 2008
Círculos
Publicado por Laura Foletto en 14:59
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