martes, 8 de mayo de 2007

¿Viajas?

Acabo de llegar de un increíble viaje… de tres horas.

Comenzó en un desayuno de trabajo de la Cámara de Comercio Electrónico. Participé de un interesante intercambio de experiencias y opiniones y, como se hacía en el Palacio Paz (una de esas magníficas construcciones de las grandes familias de la oligarquía argentina), me fui a recorrerlo. El nivel de exquisitez y virtuosismo de esos tiempos es francamente sobrecogedor. Desemboqué en una cúpula de vitrales que me sacó el aliento.

Ya que estaba, me fui a pasear por las últimas cuadras de Florida. Me deleité en galerías de arte y antigüedades, en librerías, en tiendas de refinadas ropas y cosas de cuero, en joyerías y bijou originales, en artesanías regionales, mientras escuchaba distintos idiomas.

Caminé lentamente, disfrutando del sol tibio en una mañana fría y clara, admirando el diseño de Plaza San Martín y sus nobles árboles, hasta llegar a Retiro. En el tren, me entretuve mirando un plasma que publicitaba servicios y el verdísimo bosque de Palermo. Enfrente, dos jóvenes charlaban entusiastamente sobre sus estudios y sus aficiones (música él, danza ella).

¡Qué maravilla el ingenio humano! ¡Qué diversidad, qué riqueza! Recordé algo que leí en un libro que hojeé: “Saber y no hacer es no saber”. ¡Concretemos nuestros sueños! No sólo nos llenaremos el corazón sino que el de otros.

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