En el mundo de la dualidad, cuando actuamos un polo,
seguramente tendremos el otro oculto o rechazado o negado. Esto es evidente en personas que muestran ser
fuertes, mientras interiormente se sienten extenuados o desearían poder revelar
sus fragilidades o ser abrazadas tiernamente.
En el caso de los que se exponen débiles, ellos se están impidiendo su
propio poder, sea para beneficiarse de la victimización o porque se creyeron
que no podían con su vida.
Somos media persona cuando no aceptamos nuestros diversos
aspectos y nos impedimos la plenitud de ser completos. Sin importar si hace mucho o poco que lo estamos
haciendo o la reacción de los demás a las nuevas actitudes, es necesario que
nos demos la oportunidad de vivirnos íntegramente y aprender de todo lo que
somos.
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