En estos días, estoy concientizando la importancia de lo femenino tanto en mi vida personal como profesional.
Como buena ariana, tiendo a proponerme metas e impulsarme hacia delante con cuerpo y alma, esperando resultados inmediatos. Despliego una energía que, en el mejor de los casos, ayuda a la concreción y, en el peor, la retrasa o hasta la anula.
Para comprender esto, hay que entender una de las leyes de la física que dice que, si un cuerpo A ejerce una fuerza sobre un cuerpo B, este segundo ejerce a su vez sobre A una fuerza igual y de sentido inverso a la anterior. Esto implica que, cuanto más exijo algo hacia un fin, termino produciendo lo contrario.
Increíblemente, no tomamos esto en cuenta en nuestra vida cotidiana. Nos proponemos algo y creemos que, cuanta más fuerza pongamos, más lo lograremos. Si no sucede, en lugar de soltarlo, más nos esforzamos. Por supuesto, más abajo caemos… y así seguimos!!
Una parte mía ha sabido esto siempre y mis mejores logros los he obtenido al liberar mis deseos a la Vida y ponerme manos a la obra cuando han venido los primeros indicios de que está llegando lo que he querido. Ha sido claro en estos días que otra parte mía (la ariana impaciente) se olvida de esta verdad… y llegan las decepciones y los amargos resultados.
Afortunadamente (mejor dicho, a consecuencia de mucha labor interna), puedo darme cuenta pronto de lo que sucede y cambiar mi actitud. La mejor posición es recurrir a mi energía femenina y sus dones: entrega, confianza, paciencia, nutrición interior, relajación. En lugar de ir a la lucha, es dejar que las cosas vengan en el momento apropiado.
En eso estoy… y el Cielo me lo reafirma! Ayer, una señora amiga de una compañera trajo la Virgen de la Medalla Milagrosa a mi casa por una semana. No venero imágenes, pero es un recordatorio de la necesidad de la energía de la Diosa en mi vida. ¡Gracias!
martes, 20 de mayo de 2008
Energía Femenina
Publicado por Laura Foletto en 16:27
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario