Me he dado cuenta (¡una vez más!) cuánto me disperso en un mar de posibilidades. He caído (¡una vez más!) en la maldición del “todo es tan interesante”. Es maravilloso porque me abre a conocer, experimentar, reflexionar muchas áreas o situaciones o aspectos y eso me sirve luego para enriquecerme a mí misma y a mi trabajo. Es terrible porque me disgrega y me funciona como excusa para no involucrarme en algunas que son las importantes.
Si bien pedir es fundamental, poner el cuerpo y accionar no lo es menos. Es un error común quedarse en la solicitud o esperar señales o creer que todo llegará solo pero así no funciona el Universo. Como en el cuento del hombre que esperaba la ayuda personal de Dios para no ahogarse en la inundación sin hacer caso de todos los que trataban de salvarlo en botes, yo también a veces no levanto el culo de la silla y los botes se me pasan.
Así que he decidido volver al camino, reclamar mi poder y moverme. Las sincronicidades harán su parte y cumpliré mis propósitos… los que todavía son potenciales porque no los activo…
domingo, 17 de febrero de 2008
Volviendo al camino
Publicado por Laura Foletto en 22:16
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario