Estaba conversando con una amiga acerca de emociones o estados en los que “caemos” sin motivos para ello. Le/me recordé que estamos en el cambio hacia la Nueva Energía. Esto implica síntomas corporales, emocionales, energéticos y mentales que nos afectan profundamente (visitá el sitio para más información).
Si bien algunas cosas repercuten más en cada uno y constituyen las áreas “débiles” que salen a la superficie para ser comprendidas y sanadas, no debemos olvidar que como Humanidad estamos limpiando y reconstituyéndonos como Seres llenos de amor y poder y algunas cosas que sentimos no son nuestras. Esto no significa "lavarse las manos". Todo lo contrario: respiremos y soltemos, que ello ayudará a todos. Reemplacémoslo por bellos pensamientos y hermosos sentimientos.
Dediquémonos a la preciosa labor de liberarnos de los conceptos de lo viejo que ya no sirven y fundar una nueva vida, abundante, creativa, alegre, conectada, amorosa. Lo que hagamos en nosotros repercutirá en todos, especialmente en los que más cerca tenemos, pero, por más pequeño que sea el cambio, resonará en los confines del Universo. Todos Somos Uno.
lunes, 18 de febrero de 2008
Labor divina
Publicado por Laura Foletto en 20:36
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