A propósito de un suceso ocurrido en estos días en
Argentina, pensaba cómo muchas personas AGUANTAN situaciones, con una sonrisa
en la cara, cuando interiormente se están sintiendo abrumadas y desgastadas.
A veces, no tienen los recursos internos para sostener
situaciones o gente, pero han tenido ese rol desde chicos y lo siguen, sin
darse la oportunidad de revisarlo y aprender a sostenerse a sí mismos. Muchas personalidades
dependientes son así: detrás de su fachada independiente y fuerte esconden
enormes inseguridades. Por otro lado,
las personalidades masoquistas hacen de aguantar la virtud máxima… hasta que
estallan. Se trata de dramas de control
y de poder, en los que se cree que controlando el exterior se tiene poder
interno.
Como estamos en tiempos de que cada uno pueda consigo mismo
y con sus aprendizajes, estos temas están comenzando a surgir cada vez más
frecuentemente. Es tiempo de mirar
adentro y permitir que el otro haga lo mismo, encontrando cada uno el magnífico
poder interior que trae.
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