Cada realidad es una manifestación inconsciente del karma y de la historia de las heridas álmicas, de modo que los elementos necesarios para cumplir el propósito de sanación del sendero de vida se puedan manifestar. Cada paso en su camino de vida es una expresión del propósito de sanación, misión y promesa contenidas en su contrato álmico. Cuando un ciclo de sanación ha llegado a su fin y hay una oportunidad para experimentar e integrar una nueva vibración, el Espíritu canaliza la conciencia necesaria que pueda permitir que se produzca la sanación y transformación. Esta conciencia es o reconocida o juzgada, y la oportunidad de sanación es entonces aceptada e integrada, o rechazada y negada.
El Espíritu es una presencia constante en su camino de vida, su socio en la sanación y en la co-creación de su cielo en la tierra. Éste canaliza las expresiones potenciales de su más elevado propósito de vida a cada momento, pero es desafiado por el deseo del ego de continuar con su propósito en su vida, que es crear oportunidades de sanación. El ego debe estar dispuesto a pasar a aspectos más elevados de ser, lo que incluye soltar su apego al drama y reconocer la compleción de su sanación, para que la conciencia canalizada se conecte con su deseo álmico de transformación y ascensión.
Éste es el proceso de alinear el ego con su propósito más elevado, que es expresar su divinidad por medio de su naturaleza humana. Con esta alineación hay sanación kármica y clausura, y son capaces de crear su próximo ciclo de sanación con una participación más consciente y menos apego inconsciente al karma y sus heridas álmicas. Cada uno de sus aspectos, cuerpo, mente, emociones y espíritu, trabajan juntos para crear su realidad. Todos están conectados y su alineación es necesaria para la sanación, transformación y ascensión hacia vibraciones superiores. La conciencia canalizada del Espíritu revela áreas de des-alineación, donde el miedo está presente y el ego no está participando en permitir que se produzca la sanación. La respuesta del ego determina si habrá alineación con el crecimiento y alineación con una vibración más elevada, o alineación con el karma, el pasado y el statu quo.
Esta elección se realiza a cada momento y la conciencia canalizada del Espíritu es una apertura hacia su sanación y vibraciones superiores. Busquen en todas las cosas su propósito de sanación, ya que éste está presente en todas partes. Estén abiertos a la voz del Espíritu interior, porque éste tiene la solución a su deseo de sanación, para soltar el karma en bendiciones de alegría y paz. ¿Con qué quisieran estar alineados? ¿Con su historia kármica y heridas del alma, o con su vibración más elevada de amor y potencial ilimitado para la alegría, paz y abundancia? Cada momento de su vida es una oportunidad para escuchar los mensajes que el espíritu les canaliza para que pasen a su cielo en la tierra. Utilícenlos para establecer su intención de sanación, y la transformación que desean se convertirá en su nueva realidad.
lunes, 5 de diciembre de 2011
Conectar con el Espíritu a través de la Conciencia
Me pareció muy acertada esta canalización del Arcángel Uriel a través de Jennifer Hoffman, ya que puntualiza algunos aspectos imprescindibles en nuestro camino: soltar el apego al drama y reconocer la oportunidad de sanación, temas muy difíciles, ya que el Ego no deja de tomar cada desafío como una tragedia digna de Shakespeare (onda “los demás viven maravillosamente y sólo a mí me pasan estas cosas terribles”) y de sostener porfiadamente que “nada va a cambiar, esto es muy grande para mí, no puedo, vine fallado” y delicias por el estilo.
Publicado por Laura Foletto en 13:15
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1 comentario:
Gracias, este artículo hoy me vino al pelo! Mil gracias.
Loli
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