Recibí unos cuantos comentarios con respecto a “¿Juicio u observación?”. Entre ellos, Guillermo (que me contactó cuando escribí acerca de los síntomas de la Ascensión y que se encontró identificado con ellos) que dice: “Desde ese momento sentí que comenzaba a tocar algo más real, a ver alguna señal del camino a seguir, apartado de toda una colección de mensajes que me suenan a cuento para niños... algunos de ellos bajo efectos de alucinógenos infantiles. La página de hoy me reafirma que hay alguien más hablando claro. Me parece una postura adulta y realista. Dentro del cansancio que me produce el leer y escuchar mensajes empalagosos de bondad y ternura cósmica, creo que la realidad trae un componente que es oscuro y negativo, y que no está por facilitar el cambio a mejor o el ascenso espiritual. Y esto es nada más que yin y yang... y está ahí. Supongo que la mejor oposición a esas fuerzas de la oscuridad es la toma de consciencia desde una posición madura y realista, que incluye, como tu bien dices, el discernir, discurrir, discutir, sin violencia, pero sin falsas inocencias, y siempre con la intención de desvelar la verdad”.
Algunos me escribieron hace tiempo, justamente, que mis entradas eran “negativas”, que comentaba demasiado acerca de los comportamientos del Ego en lugar de hablar de las magnificencias del alma. No dudo de las mismas. El tema es que todavía no hemos llegado plenamente a ellas; recién estamos soltando el dominio del Ego y necesitamos saber cómo estamos enganchados para poder despegarnos. Pintar un panorama idílico es contraproducente porque se lee que todo es “bondad y ternura cósmica”, como dice Guillermo, y, cuando no se encuentra eso en la vida de uno, se cree que se está equivocado o que no se lo merece o que no es para uno.
Debemos conocer los mecanismos del Ego no sólo en lo personal sino también en lo macro: en la familia, en el trabajo, en la religión, en la sociedad. Al despertar a la verdad, podemos elegir libremente y finalmente dejarnos guiar por nuestra alma. Si no hacemos esto, caeremos bajo la ilusión e iremos proclamando las bondades de la Nueva Energía mientras nuestra vida es un desastre o sin las raíces profundas y sólidas que necesitaremos ante los cambios enormes que están viniendo y vendrán.
Guillermo habla del yin y el yang, de la dualidad, tema que he tocado mucho porque es sumamente importante (más de lo que se cree) al ser la base de esta experiencia en este hermoso planeta. Y no se trata de una “oposición”, ya que eso es seguir en la dualidad. La oscuridad es una forma de encontrar la luz. Si no la combatimos, si la observamos, si la atravesamos, llegaremos a la luz y allí tendremos unidad.
Comparto mis dudas, síntomas, inconvenientes, logros, motivaciones, porque creo que pueden ayudar a los que estamos en este camino. Muchos me lo han agradecido y yo les agradezco a mi vez su aporte porque entre todos aprendemos mejor.
lunes, 31 de enero de 2011
Comentarios sobre comentarios
Publicado por Laura Foletto en 17:22
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2 comentarios:
Desde luego claridad en esta entrada no te falta, no.
Comparte que sí que ayudan. Haces bien en creerlo.
¡GRACIAS!! Tu compartir también me ayuda. Un cálido abrazo.
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