Escuché que la raíz de la palabra alegría es del francés aller (ir). Alegre sería una persona que no está “de vuelta”, que ya se las sabe todas, sino alguien con la inocencia y el júbilo del que inicia.
Me gustó este punto de vista. Me siento identificada con él. Como ariana, adoro los comienzos y me llenan de regocijo. El tema es continuar alegre cuando aparecen los inconvenientes o se dilatan las expectativas. Encontré que, en realidad, cada día es un inicio y que no hay inconvenientes para dilatar la dicha.
La vida comienza en cada respiración y es siempre alegre.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Alegría
Publicado por Laura Foletto en 20:29
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4 comentarios:
Cada día es una alegría. Me gusta este enfoque, abierto, de ida. Siempre vamos...
Acabo de enlazarte a mi blog. Lo he hecho sobre todo para que no se me pase leer tus cálidas aportaciones ;-)
Un abrazo
¡Gracias, Concha! Sin conocernos en persona, nuestros corazones se enlazan en la distancia...
Besos.
Es maravilloso iniciar un camino y encontrar tan gratuitamente lo necesario en él para andar. Asi me siento ahora con tu presencia.
Gracias.
¡Gracias a ti!
Has iniciado el más maravilloso camino que uno puede andar: el que lleva al interior, adonde encontrarás todos los tesoros. Te acompaño.
Cariños.
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