Me está llamando la atención desde hace tiempo un tipo de publicidad: ¡reventate, que con xxx quedarás como nuevo! Veamos:
- Hacete de todo en el pelo hasta arruinártelo, porque con xxx reparás el perjuicio de un año en un mes.
- Comé hasta reventar, porque con las pastillas xxx te compondrás enseguida.
- Seguí haciendo lo que sea con tu cuerpo, sin importar el dolor o los avisos de que algo anda mal, porque con xxx se te pasa.
- No te quedés en cama por una gripe (con risas de “¡qué estúpido” si lo hacés) porque tomando xxx podés seguir trabajando como siempre.
- No cuidés tu alimentación ni tu salud, porque con tal tratamiento o liposucción o cirugía se arregla en dos horas.
- Tomá el sol que quieras, como sea, porque con el láser xxx se enmienda.
- No tengas conciencia de lo que te sucede porque con las pastillas xxx te sentís feliz y pleno para siempre.
La industria farmacéutica o cosmética te vende que no es necesario cuidarte porque siempre hay una forma de solucionarlo en un instante, que no escuches los mensajes de tu cuerpo porque no significan nada, que sos una máquina más que se repara con comprimidos… en fin… que no sos un Ser Humano complejo, maravilloso, creativo sino nada más que un Consumidor. Además de venderte cosas que no necesitas, ahora también te ofrece la felicidad eterna en una pastilla.
viernes, 25 de julio de 2008
¿Ya compraste la pastilla de la felicidad?
Publicado por Laura Foletto en 12:30
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