Se dijo esta afirmación en una serie televisiva que se ocupa de tratamientos psicológicos. Estoy muy de acuerdo. :-)
Generalmente, el paciente llega con una gran necesidad de repartir culpas a diestra y siniestra y busca que el terapeuta le avale esa conducta, “buceando” en su infancia, en sus parientes, en las circunstancias de su vida (presente y pasadas, si hace regresiones), en el país, en lo que sea.
Cuando el terapeuta comienza a mostrarle su nivel de responsabilidad en su propia vida, cuando le hace notar que, cuando acusa a los demás, “un dedo apunta para afuera, pero tres para adentro”, cuando lo insta a ser el creador de la vida que, declama, desea tener… es el terapeuta el que no tiene razón!!
Después de esto, el paciente tiene dos posibilidades claras: o se va a buscar a otro que se la dé y le acaricie la espalda con un ¡pobrecito!, o comienza la verdadera terapia: ese espacio maravilloso en donde ambos se encuentran para desplegar los potenciales que trajo a este mundo.
Bendigo el momento en que algún paciente elije esta segunda opción e inicia su florecimiento.
lunes, 2 de junio de 2008
El cliente nunca tiene razón
Publicado por Laura Foletto en 21:20
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1 comentario:
Totalmente de acuerdo, muchos pacientes han llegado a ese extremo, a necesitar ayuda, porque se han olvidado de sí mismos y de sus responsabilidades. Han buscado siempre fuera lo que tenían ellos dentro, tanto reconocimientos como "culpas".
Un abrazo
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