- - Lo que no entiendo, Baba Sidi, tú hablas de fe,
pero no de oración. ¿Cómo es la oración
en esa otra fe?
- - No existe ninguna oración prescrita, tal como tú
conoces.
- - ¡Imposible!
- - Una oración configurada como una ley sólo es
necesaria cuando la oración constituye una excepción, cuando tú sales de tu
vida para rezar. Pero, si cada
respiración tuya es una oración, si cada uno de tus actos es una oración, si
honras a Dios porque estás en Dios, no hace falta otra oración. Al contrario: es la más elevada de todas las
plegarias.
De “El coleccionista de mundos” de Ilija Trojanow
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