Cuando un patrón adictivo resurge, puedes desafiarlo al no actuar al respecto. Puedes hacer estas preguntas: Si elijo hacer esto: ¿cuál será el efecto de esta elección para mi? Y si elijo hacer esto: ¿Cuál será el efecto de esta elección en los demás? Entonces, haces una nueva elección consciente, dirigida a un enfoque más amoroso y cuidadoso. Cada vez que desafías un patrón adictivo, te fortaleces y le das poder a la divinidad del Alma para que se haga presente en ti, como una fuente natural de energía, tal como respirar. Si, pese a todo, te entregas a tu adicción, es bueno recordar que en realidad y de una manera velada, estás intentando ser amado. Detenerte en el bar, la chocolatería o la tienda son formas equivocadas de decir: “Me amo y siento amor por mi.” John-Roger con Paul Kaye
jueves, 31 de marzo de 2011
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