Amorosamente sostenida

El año pasado, tomé una gran decisión: dejar definitivamente atrás las carencias y las limitaciones. Trabajé, trabajo y seguiré trabajando desde distintos aspectos para traer mi poder a mi vida cotidiana. Afirmo lo de llevar a la práctica lo que creo, o sea creer y crear. Al hacerlo, puedo apoyar sólidamente a los que vienen a mí, porque no son teorías sino hechos constatados.

Crezco al ayudar a otros, porque todos somos uno y formamos parte de una red, de un entramado que nos contiene y sostiene. El desarrollo de uno se vuelca en el otro y lo enriquece; es una unión sinérgica, en el que la suma de cada uno es mayor y conforma un nuevo nivel.

Nuevos pacientes han aparecido en esta etapa y sus logros me dejan atónita más de una vez. Yo también he crecido enormemente desde esa determinación. Esto me ratifica lo que digo anteriormente: la decisión mancomunada de liberar viejos patrones y de disfrutar vidas creativas, abundantes, amorosas, libres y simples nos ayuda a lograrlo más rápida y potentemente.

Aunque no se conozcan entre ellos, están unidos a través mío y a través de una amante energía que empuja nuestras naves con un viento a favor sencillo y poderoso. Es cuestión de decidirse y entregarse a la amorosa y divina Providencia que nos creó.