Como bien se comenta en la entrada anterior, las mujeres en el hogar tienen una "actividad" intensa que parece interminable, poco valorada e improductiva, ya que debe ser renovada continuamente, sin aparentes resultados duraderos. Al escribir esto, se me ocurre que es impermanente, o sea, momentánea y pasajera, fugaz… como la vida misma. Parece ser una metáfora de la existencia, que se renueva instante a instante, lo cual nos llena de ansiedad y miedo, ya que deseamos lo invariable, perdurable e inamovible para sentirnos seguros y satisfechos.
¿Y si hacemos un cambio de actitud que nos lleve a valorar cada momento? ¿A disfrutar lo que estamos haciendo, siendo alegres y espontáneos? ¿Por qué pensamos que, porque lo hacemos continuamente, es igual siempre? ¿Somos idénticos hoy a ayer, esta tarde a esta mañana, esta respiración a la anterior? La verdad que no, pero no nos damos cuenta porque vivimos casi dormidos, sin conciencia. Entonces, ¿por qué no vivir momento a momento y gozar y bendecir todo? Creo que esta es una gran contribución de lo femenino al mundo, ¿no te parece?
sábado, 3 de noviembre de 2007
Este instante...
Publicado por Laura Foletto en 10:59
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1 comentario:
Decido hacer las tareas poniendo amor en todo lo que hago para formar parte de lo que hago...Ahora toca interiorizar,sentir,practicar,disfrutar.
Saludos desde Asturias
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