Analizábamos
con una paciente las expectativas exageradas que tenía para sí misma y le
comenté acerca de cómo muchos que están en el camino de evolución suman
exigencias al Ego común, convirtiéndolo en un Ego Espiritualizado, en lugar de
contactarse con su Ser y usar al Ego como instrumento operativo.
Algunas
cargas extras pueden ser: comer super-sano, meditar, leer literatura de
autoayuda o espiritual, hacer talleres, interpretar todo en función de una
cierta teoría, ser bueno y amoroso constantemente, etc. Digo
que son cargas porque se toman desde lugares de mandato y de culpa, que implican
un nuevo y más pesado conjunto de “deberías” (la marca del Ego).
En
definitiva, se siguen los mismos lineamientos que antes, sólo que incrementados
por requerimientos “superiores”. En el
fondo, se busca ser otro, mejor, con
condiciones divinas o extraordinarias.
La verdadera transformación es, paradójicamente, Ser Uno Mismo. Valorar la originalidad única e
irrepetible de cada uno y compartirla con quienes están cerca (familia, amigos,
conocidos, compañeros de trabajo, etc.).
Manifestar la Luz que somos,
corriendo los velos que la cubren.
Todos
tenemos en algún momento fantasías de ser “los salvadores”, los “iluminadores”,
de fundar institutos para el bien común, de poner nuestra marca en el
mundo. Estos objetivos (propios del Ego,
por otro lado) se dan de patadas con lo que sentimos que somos: poco, llenos de
defectos, con caídas cotidianas, incapaces de afrontar lo que nos cuesta. Esta
pelea interna nos debilita y nos impide apreciar lo que tenemos para dar y
recibir.
Ya
vinimos con las cualidades y desafíos que necesitamos, de acuerdo a nuestra
firma vibracional. Todo es perfecto para
nosotros. Somos perfectos. Ahí
adonde estamos, está nuestra oportunidad de expansión. Cuando la superemos, se abrirán otras
puertas… y otras… y otras… Infinitamente.
Las
exigencias y las críticas no sirven. El
Alma puede hablar en susurros, en el silencio, y también a través de actos
indudables. Es amable y firme, paciente
y comprensiva, fiel a su naturaleza, distinta para cada uno pero idéntica a la
Luz que la creó. Seamos así con nuestro Ego, hasta que conectemos con Ella. Abramos
nuestra conciencia y cambiemos de adentro hacia afuera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario