Estos dos conceptos son generalmente malentendidos. Siendo fundamentales para estos nuevos
tiempos, es bueno comprenderlos profundamente.
A aceptar se lo relaciona con
resignación, sometimiento, renunciación o conformismo. No es ninguna de estas cosas. Se piensa que, al aceptar, se pierde
eficacia, poder, objetivos, fuerza. Al
contrario, se genera un gran dinamismo al reutilizar positivamente la energía
que se pierde en luchar y ponerse en contra de uno mismo, de los demás y de la
Vida. ACEPTAR significa no clasificar ni
juzgar, permitiendo que la Vida se explique por sí misma, en la fe de que lo
que pasa tiene un propósito, aunque no lo entiendas en el momento. Es una actitud de apertura, juego y
aprendizaje, que va creando confianza.
Confiar no es creer que las
cosas saldrán tal como tu Ego quiere sino tal como tu Alma concibe para
ti. Esto implica aceptación, paciencia,
constancia, conexión, silencio. CONFIAR
es saberte guiado y protegido hacia el mejor potencial de ti, de los demás y de
la situación. Es fluir en Todo Lo Que
Es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario