Si la vida fuera (y creo que lo es) un flujo, un río, un torrente energético, podríamos reconocer distintas corrientes dentro de él. Como mínimo, un curso negativo y otro positivo (estoy simplificando a propósito). Conozco perfectamente cómo se sienten cada uno y qué cosas traen. Desde hace poco, estoy en uno positivo y no ceso de sorprenderme de todo lo que viene. Me costó ponerme en él porque estaba trabajando temas muy profundos y cruciales y necesité dejarme llevar por corrientes fuertes y densas (con total conocimiento).
Cuando decidí ciertas cosas desde el corazón, el flujo me maravilló con su abundancia y cuidado. ¿Será para siempre? Seguro que no. Ya aparecerá otra espiral de evolución, en la cual daré unos pasos para atrás a fin de tomar envión. Lo importante es que sepa esto y lo acepte y acompañe. La Vida se encarga del resto. ¡Y lo hace divinamente!!
lunes, 10 de diciembre de 2007
¿En qué flujo andamos?
Publicado por Laura Foletto en 19:07
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