Tengo pacientes que se llaman así a ellos mismos, en el sentido de que han hecho mucha terapia (de distintas variantes). Algunos se sienten agradecidos por sus progresos, pero sienten que todavía no han llegado a ese potencial que traen o que desean una integración para lo que ahora están listos. Otros piensan que siguen dando vueltas a sus temas sin llegar a una solución verdadera. Otros pasan de uno a otro en el auto-engaño de que están haciendo algo, pero no lo consiguen.
Un denominador común es que están llenos de información pero que no saben incorporarla, o sea llevarla a la práctica. A eso me dedico: comienzo directamente por su lección principal y ayudo a concretarla, con pasos simples y efectivos.
El otro día, una mujer me dijo: “en dos meses, me di cuenta de mis juegos y de cómo revertirlos más que lo que había hecho en veinte años”. Ella estaba preparada. Ya no deseaba seguir en el sufrimiento y la frustración. Cuando alguien tiene la intención pura, encuentra quien lo acompaña a lograrlo.
jueves, 3 de diciembre de 2009
Carne de diván
Publicado por Laura Foletto en 18:23
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1 comentario:
Así, es. Se necesita preparación, información... y, en el momento preciso, salta la chispa ;-)
Desprenderse del apego al victimismo es vital.
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