“Los restos del ayer que quedan en mí son mi tortura”. Cuando leí esta frase de Deepak Chopra en “Viaje hacia el bienestar”, me pareció muy oportuna pensando en muchas personas que están atadas a personas o situaciones de su pasado.
En realidad, todos estamos en esa situación porque hemos sido inculcados con la idea de que nuestro pasado nos forma y no podemos desembarazarnos de él. Recuerdo que hace tiempo atendía a un psicólogo lacaniano. Estábamos tratando un tema de su niñez y, cuando comprendió cómo y para qué había sucedido, me preguntó: “¿y ahora qué hago?”. “Nada, le dije, suéltalo, déjalo ir”. Se quedó mudo unos minutos y luego me respondió: “Nadie me dijo eso”.
Y así es. Nadie nos dijo que podíamos liberarnos de las circunstancias del pasado al comprenderlas y ponerlas bajo el contexto del alma. Es lo que más me cuesta que los pacientes entiendan. Cargan con acontecimientos desgarradores, recordándolos, contándolos, llorándolos, reviviéndolos una y otra vez y así los recrean nuevamente con otras personas.
Es como si debieran ser fieles a las memorias de la niñez, sin importar el costo. En los últimos Boletines y Tips escribí sobre esto desde el punto de vista de la formación de dichos recuerdos. Hoy, quiero dar un mensaje de esperanza y de claridad acerca de su solución. No es necesario el sufrimiento para evolucionar.
“El nivel más elevado de la fe llega cuando la mente se pone en contacto con su propia inteligencia bajo la forma de experiencia”. Tú eres Cuerpo-Mente-Espíritu, tú eres una unidad que experimenta distintas vivencias. Cuando éstas son de disarmonía, tu Ego tiende a aferrarse a ellas mientras tu Ser busca una resolución. Y ella no viene huyendo ni peleando ni echando sal a las llagas.
“Para curarse no es necesaria la lucha. No existe enemigo en tu interior. La recuperación sólo se asienta a nivel del Ser”. Cuando te enredas en las heridas de tu niñez o de acontecimientos dolorosos, las conviertes en tu identidad y te alías con tu Ego para defender roles de víctima. Así, creas un enemigo interno que busca nuevos victimarios externos. Tu Ser es la fuente de toda sanación.
“Vivir sin amor, compasión o cualquier otro valor espiritual crea un estado tal de desequilibrio que cada célula de nuestro ser clama por corregirlo. Para tener un cuerpo renovado, debes sentir el deseo de experimentar nuevas percepciones que ocasionen nuevas soluciones”. Si no estás enamorado de ti mismo, si no confías en la Vida, vives en la ansiedad y el sufrimiento. La repetición neurótica te lleva a los mismos lugares. Debes incorporar (no sólo pensar) nuevas sensaciones que te conecten a la armonía y la alegría de vivir.
“Cuando te resistes al fluir de la vida, en realidad te resistes a tu propia naturaleza interior, ya que todo lo que nos sucede es un reflejo de quiénes somos”. Cuando aprecias el maravilloso entramado que tu alma ha manifestado en esta encarnación y lo aceptas, puedes fundar un mundo múltiple y variado de amor, alegría y creatividad para ti. Con el agregado de que el Universo conspira a tu favor cuando fluyes con la Fuente.
“Nuestra conciencia ya es un todo, ya está curada. Si nos sentimos interiormente divididos, la solución consiste en volver a sentirnos íntegros. La conciencia es la propia sanadora”. Puedo reconocer el entramado de una persona en una sola sesión y mostrarle un camino de superación y plenitud. Para ser sincera, de todos los que consultan, pocos toman la oportunidad. En parte porque siguen atrapados en los miedos e inseguridades el Ego, sin importar la información que posean. En parte, porque han invertido demasiado tiempo en ciertos roles y creen que ya es tarde o que es más duro lo nuevo. En parte, porque temen a los cambios que se producirán (creen detenerlos al negarlos). En general, porque piensan que todavía pueden seguir aguantando lo que hay. Fea palabra, aguantar. Mediocre. Es como si tuvieran el sol a su disposición y se conformaran con una lamparita. ¿Por qué no brillar tanto como pueden?
lunes, 1 de junio de 2009
¿Creas tu nueva vida desde el Ser?
“Todos necesitamos ser curados en el más alto sentido, haciéndonos perfectos en cuerpo, mente y alma. El primer paso consiste en darse cuenta de que aún es posible. Estar en contacto con las propias necesidades es la forma más potente de estar en contacto con el lugar hacia donde se dirige la inteligencia interior en un momento dado. Cuando la mente está en paz, las energías internas despiertan y obran milagros, sin que exista de nuestra parte ningún esfuerzo conciente. Cuando alcanzamos un nuevo nivel de conciencia, se crea un mundo nuevo”. ¿Lo creamos?
Publicado por Laura Foletto en 12:58
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