miércoles, 27 de octubre de 2010

Emergencias espirituales

Hace tiempo, escribí sobre este tema y sobre cómo me sucedió a . En estos días, una joven de Tenerife (España), Diana Díaz, me contó su experiencia (distinta a la mía) y quiero compartirla para ayudar a quienes (muchos más de los que se piensa) las están pasando. Nadie mejor que quienes las han atravesado para guiarlos hacia la plenitud que eso significa.


"Para mí hubo un punto de inflexión en mi vida, ocurrió hace algo más de un mes. El pico, ese punto de inflexión duró más o menos 3 días. Empezó con una “MUERTE” y acabó con un “NACIMIENTO”. EL día de la muerte fue el 28 de enero de 2010. Fue una muerte simbólica desde la realidad en la que estoy ahora, pero en otro plano de realidad, esa muerte fue real, y no fue para nada dolorosa. Lo que sentía era mucho miedo, pero cuando acepté ese miedo y no me dejé arrastrar por él fue cuando sucedió. Y lo que no quería era morir sola así que pedí estar acompañada, y sé que lo estuve, aunque físicamente no había nadie conmigo.

Al día siguiente, 29 de enero, día de luna llena, estuve en las dos realidades a la vez, estuve “disociada”. En ese estado pude comprobar que todos somos lo mismo en el fondo, que nuestro SER es el mismo, por eso, aunque la gente que me rodeó ese día no la conocía físicamente sí que conocía su interior, lo reconocía, porque era el mismo que el mío, y el mismo de la persona que más amaba en ese momento. De ahí el que me viera reflejada en todos. Mientras estuve en el hospital me acerqué a varios enfermos, incluso algunos me llamaron, y yo vi su sufrimiento, su dolor. Me pedían que les ayudara, yo sólo podía transmitirles mi energía, lo que les repetía una vez era que observaran el sufrimiento, el dolor, pero que no se dejaran arrastrar por ello, porque nada tiene que ser doloroso, sólo hay que aceptar. Y siempre les repetía que me miraran a los ojos, que yo les reconocía, ellos también podían reconocerme a mí, porque somos espejos, espejos del alma.

Al día siguiente, el día de la PAZ, el 30 de enero fue como una tortura para mí, y a la vez fue un día hermoso porque volví a nacer. El día anterior y ese día se me daba a elegir entre mi familia y la persona amada. Todos me intentaban hacer ver que tenía que elegir a mi familia, pero yo en todo momento creí en mí, en mi sueño, así que elegí a la persona amada. Entonces toda mi familia se despidió de mí y yo les decía que no sufrieran por mí, que era mi camino, que todos somos libres, y siendo libres todos nos queremos. El que eligiera a la persona amada no significaba que les dejara de querer, sino que tenía que seguir mi camino. Entonces fue cuando sentí cómo salía del útero, he incluso sentí el dolor de mi madre al dar a luz. Luego vino un proceso en el que todo era muy contradictorio, cuando parecía que empezaba a entender de qué iba la cosa, todo se torcía, y luego volvía. Me metí en un bucle en el que no encontraba la salida. Cuando estaba con los ojos abiertos estaba en la realidad “normal” para todo el mundo”, mientras que cuando los tenía cerrados estaba en la “otra realidad” en la que intentaba encontrarme con la persona a la que más amaba. La sentía, pero no podía alcanzarla. Tan pronto la sentía llorar y bajaba a los “infiernos” a buscarla pero cuando llegaba ya no estaba allí y era ella la que me recataba de los “infiernos” para subirme al “cielo” (sus manos me acariciaban).

Luego estuve 10 días ingresada en el hospital, en el área de psiquiatría. Ahí empecé a volver a la realidad “normal” y descubrí, con gran alivio, que el caos que creí había creado en el mundo, en realidad sólo había existido en mi cabeza. Pero todo esto fue muy enriquecedor para mí, y ahora veo y valoro la VIDA de una manera que nunca antes lo había hecho. Todo tiende a la entropía, al caos, que a la vez es el orden (opuestos). Así que el caos que vivió mi cabeza para mí significó poner en orden mi SER.


Ahora considero que tengo muchas cosas interiorizadas, lo que tengo que aprender ahora es a orientarlas en la dirección adecuada. Saber adaptarme al mundo sin dejar de ser YO, mi SER. Por ahora me está resultando un tanto complicado y confuso, pero estoy convencida que conseguiré simplemente SER. NUNCA DEJARÉ DE LUCHAR, NUNCA ME DEJARÉ VENCER. AL FINAL TRIUNFARÁ EL AMOR, LA PAZ.

Sé que todo lleva su proceso, y que en mi vida actual, en mi YO como Diana, no llegaré a estar presente en el futuro que imagino, que siento. Pero no por ello debo frustrarme, porque ese futuro está dentro de cada uno. AHORA MISMO PUEDO VIVIR ESE FUTURO EN MI INTERIOR, LO PUEDO SENTIR. Realmente nuestra vida terrenal es un regalo que se nos ha dado, realmente esta vida terrenal es el PARAÍSO. Y aparte de vivir en mi Paraíso particular intentaré aportar mi granito de arena para dar y recibir amor, para un mundo más REAL, porque haciendo esto me siento más LIBRE y más FELIZ".

9 comentarios:

Frida la llorona dijo...

Laura...y si uno se queda en medio de ese bucle y cuando resurge a la "realidad" ha perdido lo que más amaba, por la falta de perdón a los errores cometidos....¿cómo recuperar lo más amado que se alejó por miedo a ver nuestra realidad?
Un abrazo enorme....

Laura Foletto dijo...

Frida, las personas no se "pierden". Están el tiempo que nuestras almas necesiten que estén, para algún tema en particular. Puede ser que ese tiempo ya se haya cumplido o no, dependerá de cuánto puedan aprender todavía una de otra. Pregúntate qué te resta aún y será con ella o con otra.
Lo que sería interesante es que lo hagas sin ser tan "llorona". No es la actitud de la Nueva Energía. La dramatización de las emociones es altamente adictivo y "placentero", pero no conduce a nada, más que a más emocionalidad desbordada. Hay más profundidad y movilización en la integración del cuerpo, la mente y las emociones bien direccionadas. Es una sugerencia nada más...
Gracias por tu comentario. Cálido abrazo desde aquí.

Diana dijo...

Hola Frida, soy Diana, la que escribió lo que Laura ha publicado.

Pues sabes que justo me ocurrió lo que te cuestionas. La persona de la que hablo en el relato desapareció de mi vida durante el proceso y cuando desperté ya no estaba allí. Sin embargo ese amor no se pierde, siempre está contigo y es maravilloso, te corresponda o no la persona en cuestión. Lo primero es amarse a uno mismo y ser fiel a lo que tu corazón te diga.

En la vida hay muchos cambios, mucho movimiento, pero una vez que reconoces lo más profundo de tí cambia la perspectiva, y todo está bien, las circunstancias externas no cambiarán tu interior.

Por supuesto que duele pero ya no te arrastra ese dolor porque aceptas la realidad y comprendes que cada uno tiene su proceso y su ritmo.

Un abrazo!

Diana dijo...

Hola, soy Diana de nuevo.

Quería aclarar lo de la elección entre mi familia y la persona amada. En realidad esta elección no se trataba entre elegir entre tal o cual persona, era algo simbólico e iba dirigido hacia algo más profundo. En realidad la elección era algo interno mío, se trataba de seguir la senda del AMOR INCONDICIONAL y romper con el patrón establecido por el sistema de creencias.

Espero haber aclarado un poco esta cuestión

Saludos!

PazzaP dijo...

Si has perdido lo que más necesitabas (amar es otra cosa y empieza siempre por uno mismo) por la falta de perdón a los errores cometidos en esa "realidad", que no es real, sino relativa, la clave está en perdonar. Sin perdón no hay claridad. Con él, la vida se convierte sin duda en una caja de sorpresas más gratas.

Frida la llorona dijo...

gracias mil a cada una de vosotras por vuestras respuestas....pero por estar yo enferma en un hospital me abandonó quien más puede amar una mujer....mi fruto, que no es mio sino de la vida, pero se fué, me abandonó de pronto...y no se salir ni entender, el bloqueo es mi compañia.

Laura Foletto dijo...

Gracias Diana y PazzaP por sus valiosos comentarios. Frida, si partimos de la base de que lo que sucede en el afuera (a través de personas o situaciones) tiene que ver con lo que sucede adentro, habría que preguntarse qué partes tuyas abandonaste y es necesario que reconozcas y recuperes. Tu bloqueo puede darse en el plano mental y también en el físico (creo que tienes fibromialgia) y puede invitarte a retraerte del mundo exterior para mover tus fuerzas internas, para movilizarte desde lo espiritual y la comunicación, para dejar interactuar el exterior y el interior armoniosamente. Lo espiritual no es una abstracción o una meditación: estamos aquí para bajar la Luz al cuerpo físico, para espiritualizar la materia, es bien concreto y físico.
Espero que esta pequeña reflexión te ayude. Te mando un gran beso.

Aurora Díaz dijo...

Yo creo que "la persona amada" elegida en la disyuntiva, es el propio ser que se elige a sí mismo. A veces nos perdemos en los demás y somos cómo los demás desean que seamos...Y nos perdemos y ahí es que el dolor y el drama hacen fiesta en nuestras vidas. Diana, yo he pisado el mismo terreno que tu. Eso es estar vivos y latiendo con la evolución de la existencia.

Laura Foletto dijo...

Tienes razón, Aurora. En realidad, TODO es una escenificación en donde nos vemos a nosotros mismos en una multitud de aspectos, los cuales es necesario que regresemos de vuelta a quien los creó: nosotros. Así, seremos íntegros y completos. Besos.