lunes, 28 de febrero de 2011

Cómo contactar con tu Ser Superior

En el Tip anterior, muchos me preguntaron cómo contactar con el Ser Superior. Además de la “profunda e intensa limpieza y curación emocional”, la cual se logra a través del trabajo con la personalidad, con el Ego (la metáfora de nuestra Maestría en este plano), aquí se listan algunas sugerencias.
Si te interesa aprender una de ellas, la meditación, te cuento que para principios de abril voy a realizar un Taller Integral de Meditación, con trabajo corporal, enseñanza de distintos métodos, una con sanación de distintos aspectos (niños interiores, aspectos femeninos y masculinos, padres internos, chacras, etc.). En la próxima semana, recibirás más información. Me encantaría contar con tu presencia.
Cada uno de nosotros está conectado con lo Divino. El Ser Superior que está dentro de nosotros trasciende por mucho la comprensión de nuestras mentes conscientes. Este es el poder al que han accedido todos los grandes genios y maestros. También es el espacio de la magia y los milagros en nuestras vidas.Aquí están los pasos para hacer contacto:

1. Creencia y Expectación
¡El primer paso es CREER que tienes un Ser Superior con quién establecer comunicación! Entonces, ten la EXPECTATIVA de que esta comunicación mejorará cada día, conforme te enfocas diligentemente en el crecimiento interno. Sin estos dos prerrequisitos esenciales, es difícil lograr cualquier cosa en la vida, incluso en el nivel físico. Estas dos cualidades son esenciales para el crecimiento interno. Así que establece una META para lograr contactar con el Ser Superior, revisa esa meta diariamente y mantén tu propósito con determinación hasta que el éxito sea tuyo.

2. Transforma Tu Visión del Mundo: Somos educados con una visión principalmente materialista del mundo, que niega el papel del Espíritu. Para establecer un contacto cercando con los reinos espirituales, necesitamos que todo nuestro ser - consciente y subconsciente - sea congruente con nuestra meta. En cualquier actividad o meta principal, tienes que establecer las reglas del juego y la forma cómo se juega. Contactar con tu Ser Superior es lo mismo. Por lo tanto, busca escritos o maestros que expandan tu comprensión del universo.

3. Soledad: Busca regularmente tiempo para ti, en el cual puedas estar totalmente solo. Es preferible un lugar tranquilo. Simplemente siéntate en silencio sin expectativas. No hagas NADA. Esto puede parecer muy incómodo y extraño al principio. Persiste. Le estás dando tiempo y espacio a la voz interna para que se haga escuchar. Lo hará ya sea durante ese tiempo tranquilo, o durante los eventos del día. Ocurrirá un evento sincrónico, alguien te dirá exactamente lo que necesitas escuchar, vas a obtener un destello de intuición. Todos los grandes genios de la historia se handado un tiempo regular de soledad y silencio para sí mismos. Tú también deberías.

4. Meditación: En la meditación, trabajas para disciplinar a tu mente y para silenciar la charla interna que siempre la llena. Creas un recipiente puro para que lo llene el Ser Superior. Seguir tu respiración es una disciplina de meditación excelente, como lo es concentrarse en una flama. O visualizar una esfera dorada de luz en tu Plexo Solar que llena todo tu cuerpo con energía y curación. Hay muchas prácticas que puedes estudiar y usar.

5. Diario de Registro: Anota tus sentimientos, emociones, sueños e intuiciones todos los días en un diario. Esto te ayudará a entrar en un contacto más estrecho con tus profundidades intuitivas. Puedes hacerle preguntas a tu Ser Superior aquí, y después registrar cualquier respuesta o intuición que recibas. Si haces esto regularmente con fe y expectativa, RECIBIRÁS las respuestas que necesitas.

6. Diálogo Interno: Conduce un diálogo interno regular con tu Ser Superior. Durante los próximos 40 días, decide mantenerte en contacto todo el día. Dile a tu Ser Superior:"Yo sé que estás allí y quiero conocerte y ponerte atención. Por favor comienza a guiar mi vida". No te preocupes si este diálogo es enteramente en un solo sentido al principio. Recuerda que has estado fuera de contacto durante décadas. ¡Toma tiempo limpiar las telarañas! Persiste con este diálogo interno como si hablaras con un amigo, platicando, haciéndole preguntas, compartiendo tus esperanzas y comienza a escuchar las respuestas. Llegarán.

7. Lecciones de la Vida: Ve la vida como una Escuela de Misterio. Cree que todos los eventos de tu vida, las situaciones y las personas, han sido estructurados PRECISAMENTE con el fin de enseñarte exactamente lo que necesitas saber ahora. ¡Toma la vida como si toda la creación estuviera conspirando para tu beneficio! Cuando algo suceda en tu vida, para bien o para mal, pregúntate cuál es la lección para ti. Incluso situaciones o personas desagradables han sido colocadas deliberadamente allí como un reto que te ayude a crecer. Al comenzar a ver tu vida como una obra en la que tú estás jugando el papel principal, el Ser Superior se volverá mucho más evidente en tu vida. Registra tus descubrimientos en tu diario.

8. Sueños: Espera que tu Ser Superior te hable en sueños. Antes de dormir, haz algunos estiramientos y relaja tu cuerpo completamente. Pregúntale algo a tu Ser Superior y espera la respuesta. Cuando te levantes, recuerda lo que puedas de tus sueños y toma nota en tu diario. Si no estás acostumbrado a recordar tus sueños, esto te tomará tiempo y persistencia. Sin embargo, con paciencia, comenzarás a recordar tus sueños Y recibirás respuestas de tu Ser Superior.

9. Conciencia: Enfócate en vivir más y más en el presente, en el AHORA. Cuando estés comiendo, sé consciente de que estás comiendo. Cuando camines, sabe que estás caminando. El único momento real es el ahora, el pasado se ha ido para siempre y el futuro todavía no ha pasado. Por lo tanto, trabaja en limpiar tu mente de preocupaciones, ilusiones y extrapolaciones. Limpia el desorden de la mente y crea un espacio para que lo llene el Ser Superior.

10. ¡Paciencia!: Puedes haber pasado toda tu vida sin contactar con la Fuente. Por lo tanto, toma tiempo aprender como restablecer contacto. Todo lo que vale la pena toma tiempo y práctica. Permanece vigilante y practica estos pasos cada día, y vas a recibir las respuestas que necesitas.

Recuerda: El Ser Superior QUIERE estar en contacto. De hecho, el simple hecho de hablar de él como alguien separado de ti es contradictorio. ¡El Ser Superior eres tú! Tu verdadero ser. ¡Así que ponte en contacto CONTIGO!

sábado, 26 de febrero de 2011

Inerciante

Cuando queremos hacer innovaciones, hay un factor importantísimo que no tenemos en cuenta: la inercia. La definición misma es muy clara: “la resistencia de los cuerpos para cambiar su estado de reposo o de movimiento sin la intervención de alguna fuerza”.

Tanto sea que estemos atascados y necesitemos movilidad o que estemos acelerados y precisemos serenidad, nada pasará si no intervenimos activamente. Y no se trata de alguna acción tan fuerte y drástica que cree reacción (otro principio físico: dos cuerpos que obran uno sobre otro desarrollan dos fuerzas que actúan en la misma dirección, que son de igual intensidad, pero de sentidos opuestos), por lo que terminemos peor que cuando comenzamos.


Los simples pasos apropiados, llevados adelante con paciencia, constancia y amor por nosotros mismos son la mejor conducta. A medida que logremos pequeños éxitos y que nos agradezcamos por ellos, iremos disfrutando de los resultados de nuestra evolución. En lugar de espectaculares acciones en el afuera, que movilicen mucha energía y reacciones en los demás o de esperar inútilmente que "pase algo", miremos adentro y veamos qué necesitamos transformar en nuestras emociones, pensamientos, paradigmas, decretos familiares, etc. Ya sabes: el verdadero cambio se inicia en el interior y se concreta en el exterior por atracción.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Tormenta azul


En el calendario maya, soy Tormenta Autoexistente Azul, guía Águila (según me dijeron). Creo que estamos atravesando una onda de Tormenta Eléctrica ahora. Viendo los cambios de pacientes recientes, he llegado a la conclusión de que yo opero como una tormenta en la vida de ellos: limpiando lo que ya no sirve, regenerando, bajando la palabra de lo Alto (a veces, como un rayo!) con la visión del águila.

En mi vida personal, he atravesado unas cuantas tormentas (algunas impresionantes) y tengo la intuición de que me espera una pronto… bienvenida sea!

lunes, 21 de febrero de 2011

¿Confías en Dios?

Muchas veces, cuando los retos vitales son grandes o cuando cesamos de estar tan apresados por los cantos de sirena de la sociedad surgen las preguntas esenciales: ¿por qué estoy aquí?, ¿para qué?, ¿cuál es el sentido de sufrir así?, ¿qué es este círculo vicioso del cual no sé cómo salir?

Atrapados por la densidad de la tercera dimensión, ciegos a la verdad, movidos por milenios de paradigmas de lucha y dolor, ciertamente no recordamos que hemos aceptado venir aquí. Ni caímos accidentalmente ni nos obligaron ni surgimos de la nada. Hemos venido voluntariamente de múltiples lugares a protagonizar este experimento cósmico de separación y limitación, de dualidad, de luz y oscuridad, de espiritualización de la materia. ¡Qué maravillosa oportunidad y qué desafiante forma de fraguar nuestra Maestría!

Al pasar el velo, olvidamos todo esto y volvemos a quedar enganchados de los dramas cotidianos, de la falta de sentido o del sentido dado por otros. Nos creemos inferiores, solos, aislados, débiles y acumulamos posesiones, relaciones, títulos, dinero, poder para compensarlo. Cuando salimos (morimos), nos damos cuenta de lo que hemos hecho o negado o abandonado y nos proponemos remediarlo. Y entramos nuevamente, llenos de determinación. Y es probable que, otra vez, la ilusión general nos atrape y poco podamos hacer. Y así giramos y giramos…

¿Qué está sucediendo ahora? Estamos cerrando el experimento, somos muchas almas las que estamos recordando y deseando traer el Cielo a la Tierra. ¿Qué nos frena? En cuanto nuestra conciencia comienza a abrirse, las capas de cientos de encarnaciones aparecen, con sus asuntos inconclusos y, sobre todo, con sus miedos y soledades. Nos hemos sentido tan abandonados y aislados en este planeta lejano, tan olvidados por la mano de Dios, que ya no confiamos en que Él estará aquí para sostenernos. La limitación y la carencia vividas por tanto tiempo nos hace dudar de que seremos guiados y protegidos, nutridos y acompañados. Frágiles y perdidos, tratamos y tratamos, para volver a recrear el abandono.

Y, sin embargo, ahí está la solución. Abandonar todo lo que nos detiene, nos aprisiona, nos frustra, nos miente, nos limita. AbandonarNOS. Entregarnos a nuestro Ser Superior, a la Luz y el Amor de Dios. Hermoso como suena, nos resulta extremadamente difícil. Cientos de vidas nos dicen que no será posible. Esta vez tampoco. Esta vez tampoco.


Mi experiencia personal está llena de esta dicotomía. Justo cuando más ardientemente me propongo limpiar mi karma y entregarme a mi alma, más desafíos aparecen. ¿Y podría ser de otra forma? Todo lo inconcluso debe mostrarse para ser solucionado y cerrado. Cuando más deseo abrir mi corazón, más temor y aislamiento suscito. Así debe ser: ¿cómo afirmar el amor sino es eligiéndolo al miedo? Una sola cosa aprendí: cuanto más acepto lo que viene y confío en su resolución a través de la luz y el amor… más sencillo y rápido resulta. La resistencia y la desconfianza sólo lo agranda.

Todos estamos atravesando por esto ahora. No hay ninguna vergüenza en ello. Tenemos la herida de la separación de Dios en los genes. Nos hemos sentido abandonados por Él incontables veces. Volver a confiar en Él es lo que necesitamos: también tenemos la conexión esencial en los genes. ¿Cómo hacerlo? Aceptando lo que sucede como parte del proceso de unión, eligiendo el amor y la alegría, a cada momento. Al principio, resulta arduo pero, a medida que perseveramos, la serenidad que vamos sintiendo nos acerca a una forma de vida totalmente distinta, con una vibración de abundancia y creatividad inigualables.

Mientras voy entregándome más y más, todo se va liberando y desvaneciendo con una velocidad y gracia que me sorprenden. Sólo el AHORA, este instante infinito, encuentra espacio en mí y en mi vida. Sin pasado, sin futuro idealizado. La confianza y la gratitud ensanchan sus orillas y me dejo fluir en el océano de Dios, que todo lo acepta y ama.

sábado, 19 de febrero de 2011

De gaseosas y químicos

Recibí un mail con lo que se produce luego de la ingestión de una gaseosa. No sé si es tan exacto, pero me suena apropiado:

Primeros 10 minutos: 10 cucharadas de azúcar golpean tu cuerpo, 100% del total recomendado diariamente. No vomitas inmediatamente por el dulce extremo, porque el ácido fosfórico corta el gusto.
20 minutos: El nivel de azúcar en la sangre explota, provocando un chorro de insulina. El hígado responde transformando todo el azúcar que recibe en grasa (es mucho para ese momento en particular).
40 minutos: La absorción de cafeína está completa. Tus pupilas se dilatan, la presión sanguínea sube, el hígado responde bombeando más azúcar en la corriente sanguínea. Los receptores de adenosina en el cerebro son bloqueados para evitar mareos.
45 minutos: El cuerpo aumenta la producción de dopamina, estimulando los centros de placer del cuerpo (físicamente, funciona como con la heroína.)
50 minutos: El ácido fosfórico empuja calcio, magnesio y zinc para el intestino grueso, aumentando el metabolismo. Las altas dosis de azúcar y otros edulcorantes aumentan la excreción de calcio en la orina, o sea, está orinando tus huesos, una de las causas de la osteoporosis.
60 minutos: Las propiedades diuréticas de la cafeína entran en acción. Orinas. Ahora está garantizado que eliminarás más calcio, magnesio y zinc, de los cuales tus huesos necesitarían. A medida que la onda baja, sufrirás un choque de azúcar. Te pondrás irritado. Ya habrás eliminado todo lo que estaba en el refresco, pero no sin antes haber eliminado también cosas que necesitará tu organismo.

La gaseosas diet tienen un comportamiento menor aunque parecido, porque el cuerpo asimila muchos edulcorantes como si fueran azúcar. De cualquier forma, tienen más químicos para equilibrar el aspartame.

En otro orden, las aguas saborizadas que ahora están tan de moda son una catarata de químicos diluidos en agua. Es increíble el nivel de saborizantes, conservantes, colorantes y demás sintéticos que tiene cualquier producto industrializado. Muchos (especialmente las gaseosas) las disfrazan con un mínimo CO, SA, sin detallar la enorme cantidad que poseen, aunque es ley inscribirlas.

Nuestro hígado no tiene la capacidad de desintoxicar el torrente que le enviamos diariamente y así terminamos envenenados no sólo físicamente, sino emocional y mentalmente porque somos una unidad. Imagina lo que le sucede a un niño pequeño: gaseosas, hamburguesas, golosinas, panchos, galletitas… un festival...

Por favor, cuida tu salud y la de tus seres amados. Come lo más natural posible. Acostúmbrate al agua (consigue agua diamantina). Dale un respiro a tu cuerpo y te lo agradecerá con un funcionamiento perfecto, que redundará en todo tu ser.

viernes, 18 de febrero de 2011

Para PazzaP

PazzaP, además de enlazar dos videos de Carl Sagan, comenta en "El Ser Superior": "¿Y qué se le puede contestar al ego cientifista cuando te dice que esas del texto son nada más que creencias? Como lo son todas aquellas que están contenidas en su sistema de pensamiento, por mucho que ellos mismos lo nieguen... Para un tridimensional avezado, ¿algún remedio contra el vértigo que provoca la multidimensionalidad...?"

Soy una burra para comprender la física, hasta la más elemental. Me fascina, así como la astronomía y la física cuántica, pero me entra por un oído y me sale por el otro, sin quedarme nada adentro. Como mucho, mi cabeza enseguida comienza a encontrar metáforas, parecidos con la vida, con la Vida. Tengo una mente práctica, vuelo bajo, mi tema es la existencia.

Con respecto a las creencias, como bien dices, TODAS son creencias. Por lo menos, mientras estemos aquí, entre las tres dimensiones, cualquier cosa que sostengamos es sólo eso. Entonces... Entonces, ELIJO qué creer. He tenido experiencias. Bastantes. Inimaginables. Avalan algunas de mis creencias y abren nuevos interrogantes. Me enteraré en algún momento, no sé si aquí o en otra dimensión, cuáles eran verdades. O si todas lo eran o ninguna. No me importa demasiado. Me gusta mi elección. Me empodera, me expande, me permite explorar, me crea. Está bastante bueno. Por otro lado, adoro el vértigo de la multidimensionalidad. ¿Qué opinas tú, misteriosa PazzaP sin nombre?

Conectada


Ayer, sentí la necesidad de salir al aire libre. Si bien mi departamento tiene mucha luz y tengo una vista despejada, estoy en un sexto piso y quería tierra. Me fui a las barrancas y me senté bajo un enorme jacarandá. La forma del tronco era perfecta, mi espalda se fundía con la calidez de la madera. Me descalzé y permití a mis pies el contacto con lo natural. El cielo era de un celeste intenso, ese color que te hace sentir la plenitud en el corazón. Estuve respirando uniendo Cielo y Tierra un buen rato.

Me salía espontáneamente charlar con mi Ser Superior. Siento "demasiada" quietud últimamente. Quiero movimiento, cambio. Ya llegará, me decía. Lo que estás soñando está en proceso y vendrá a su tiempo. Mientras, disfruta de tu calma, de las bendiciones que tienes, organízate, descansa, permanece conectada.

En eso ando... Hoy ha llovido todo el día... Tierra y agua para bajar el fuego...

lunes, 14 de febrero de 2011

El Ser Superior

Cuando decimos que debemos entregarnos a fin de que algo se abra en nosotros o en el afuera, ¿a quién nos entregamos? A nuestro Ser Superior, o sea, a niveles más elevados, profundos, sabios, amorosos, conectados de nosotros mismos. Como comenté en el Boletín, nuestro Ego se mueve en la tercera dimensión y sólo tiene la visión y la acción acotadas a ella. Cuando nos entregamos a nuestro Ser Superior, entramos a otras dimensiones y nos fundimos con Todo Lo Que Es. A diferencia del alboroto de los múltiples aspectos del Ego (que se pelean entre sí), la voz de nuestro Ser Superior es suave y amorosa y nos invita a vivir el potencial que traemos en un mundo amable y creativo. Habla en el silencio. Así que te propongo aquietar tu mente de mono y escucharte…


Los seres humanos somos seres multidimensionales, es decir, vivimos al mismo tiempo en distintas dimensiones de realidad, una de ellas, con la que estamos más familiarizados, es la tercera dimensión que todos conocemos tan bien.

Las dimensiones no son otra cosa que distintos niveles de realidad, pero la realidad está formada por energía y por conciencia, por lo tanto estas realidades están conformadas por distintos niveles de energía y de conciencia. Conforme nos movemos hacia arriba en la escala de las dimensiones, la energía que forma esa realidad vibra a una frecuencia diferente; entre más rápido vibre la frecuencia de una realidad, más sutil o etérea se vuelve; así, la tercera dimensión es la más densa: en esta realidad, las partículas del átomo giran a 9/10 de la velocidad de la luz, creando la ilusión de la materia. En otras dimensiones superiores, las partículas giran a mayores velocidades y por lo tanto no existe una materia tan densa como en la tercera dimensión.

Lo mismo sucede con la conciencia, a mayor nivel de dimensión, más alto es el nivel de conciencia que encontramos. La conciencia podría explicarse como el nivel de percepción de la realidad en donde nos encontramos: Entre más densa es la realidad, por su frecuencia vibratoria, menor es nuestra percepción de nuestra realidad y de las demás realidades que existen.

Si el ser humano es un ser multidimensional, significa que partes de nosotros están viviendo en esta dimensión que conocemos y partes de nosotros están existiendo en otras dimensiones y realidades, pero todo está sucediendo al mismo tiempo, en este instante. Si existen partes de nosotros que están viviendo en dimensiones superiores, podemos deducir que estas partes están vibrando en frecuencias superiores y también tienen niveles de conciencia más elevados.

Nuestro Ser Superior no es otra cosa más que el conjunto de esas partes de nosotros que están habitando frecuencias de energía y de conciencia superiores. Nuestro Ser Superior somos nosotros mismos experimentando otras realidades.

Cuando encarnamos en esta tercera dimensión pasamos por algo que se conoce como "el velo del olvido"; una de las cosas que olvidamos es precisamente que existimos en distintos planos de realidad y que por lo tanto podemos conectarnos con todas nuestras partes. En este momento de la historia de nuestro planeta, este "velo del olvido" se está haciendo cada vez más delgado y nos está dando la oportunidad de recordar la totalidad de todo lo que somos y de interactuar con más partes de nuestro propio ser.

Nuestro Ser Superior ya se encuentra en contacto con nosotros en este momento; no es algo que tenemos que aprender a hacer, porque es algo que está sucediendo para todos y cada uno de los seres humanos. El Ser Superior podría ser comparado con nuestro concepto de "la intuición", que todos experimentamos en mayor o menor grado en nuestras vidas; algunos suelen hacerle caso y otros no, pero está allí, siempre esperando comunicarse con nosotros a través de cualquier mensaje sutil que podamos captar.

Si el Ser Superior ya se encuentra comunicándose con nosotros ¿por qué no nos damos cuenta? Porque hemos aprendido que lo único que existe o que es real es lo que pueden captar nuestros cinco sentidos físicos y muchas veces sentimos que lo único que somos es este cuerpo físico dentro de esta realidad de la tercera dimensión. Por lo tanto, el obstáculo más grande que tiene nuestro Ser Superior son nuestras propias creencias sobre la realidad que habitamos. Para establecer una comunicación más estrecha con este otro aspecto de nuestro ser, tenemos que comenzar a cambiar nuestra percepción y nuestras creencias sobre lo que somos y, como todo, comenzar a practicar. No es necesario estar días y horas meditando para alcanzar esta comunicación, sólo se requiere de nuestra intención, de nuestra constancia y de nuestra confianza.

Aunque nuestro Ser Superior somos nosotros mismos, nuestra mente racional y nuestro sistema de creencias encuentran muy difícil entender este concepto, por lo que en un principio tendemos a considerarlo como un aspecto separado de nuestro ser. Lo vemos tal vez como un ángel luminoso, o podemos incluso identificarlo con algún maestro ascendido o guía, eso no es importante, la forma no es importante mientras se tenga claro el fondo o la meta.

Cuando alcanzamos este nivel de comunicación con nuestro Ser Superior, tenemos la ventaja de tener acceso a otros niveles de conciencia en donde se encuentra, puede darnos una visión mucho más amplia de las cosas y puede guiarnos por caminos más fáciles. Es como si estuviéramos en un tupido bosque y no conociéramos la ruta para llegar al próximo poblado y nuestro Ser Superior fuera un águila que desde arriba puede ver todo el panorama, sabe guiarnos para evitar un pantano, un animal salvaje, un barranco, un río y puede conducirnos por el sendero más fácil y más corto para llegar a nuestro destino.

Podemos comenzar a practicar esta comunicación con nuestro Ser Superior de forma muy sencilla: lo primero que tenemos que hacer es establecer la intención de estrechar esta comunicación. Después tenemos que comenzar a poner atención a nuestro alrededor en formas en las que no estamos acostumbrados. Al principio esta comunicación es muy sutil, los mensajes no son tan claros y tan tangibles como todos quisiéramos, pero van haciéndose más y más obvios conforme vamos practicando.

Pide a tu Ser Superior que te ayude a mejorar la comunicación y que te envíe mensajes que puedas captar y pon mucha atención... el mensaje puede ser algo tan sutil como un anuncio espectacular en la calle, como una frase que escuchas de pronto, el título de un libro, un artículo que llega a tus manos, un sueño, una canción que escuchas en la radio, una pluma que cae del cielo, en fin... pueden ser miles de cosas.

Puedes hacer un diario y comenzar por anotar lo que tú consideras que fue un mensaje de tu Ser Superior, pronto comenzarás a darte cuenta como todo encaja como un rompecabezas. Puedes también hacerle una pregunta antes de ir a dormir y pedirle que te dé la respuesta durante tu sueño; ten tu diario a la mano y anota tu sueño justo al despertar, antes de hacer ninguna otra cosa.

Otra forma muy útil de establecer esta comunicación es a través de un oráculo, existen cientos de tipos de oráculos, pueden ser cartitas de los ángeles, un tarot, runas, i-ching, cartas medicinales, puedes incluso inventar tu propio oráculo para comunicarte con tu Ser Superior. Conforme empiezas a practicar esta comunicación de esta forma sencilla, muy pronto te darás cuenta de cómo se va facilitando, volviendo más clara, más constante y más tangible.La meta es poder llegar a fundirte con tu Ser Superior, es encarnar en tu cuerpo físico ese nivel de vibración y de conciencia para manifestarlo dentro de este plano tridimensional. Pero tengo que resaltar aquí la importancia de hacer una profunda limpieza y curación emocional. No podemos integrar en nuestro cuerpo niveles superiores de frecuencia y de conciencia si no hemos limpiado antes nuestro ser inferior. Tu comunicación con tu Ser Superior puede llegar a ser maravillosa, pero, sin la limpieza de tus tres primeros chakras, no serás capaz de integrar a tu Ser Superior para fundirte con esta parte de ti como un solo Ser.

Sólo a través de una profunda e intensa limpieza y curación emocional, podremos alcanzar niveles superiores de vibración y conciencia; no existe otro camino ni ninguna otra fórmula, es algo totalmente indispensable.Nuestro ser inferior no es otra cosa más que nuestro niño interno herido, al igual que nuestro Ser Superior, constituye una más de nuestras partes que necesita ser integrada, hasta que no rescatemos, sanemos e integremos esta parte de nosotros, no seremos capaces de fundirnos con la totalidad de nuestro Ser.
Claudia Cuesta

viernes, 11 de febrero de 2011

Trabajadores de la Luz

Los Trabajadores de la Luz son almas que llevan el fuerte deseo interior de esparcir Luz (conocimiento, libertad, y amor) sobre la tierra. Ellos sienten esto como su misión. A menudo se ven atraídos hacia la espiritualidad y hacia alguna clase de trabajo terapéutico.
Debido a su profundo sentimiento de misión, los trabajadores de la luz suelen sentirse diferentes de otras personas. Al experimentar diferentes clases de obstáculos en sus caminos, la vida los provoca a encontrar su propio, único camino. Los trabajadores de la luz casi siempre son individuos solitarios, que no se adaptan a estructuras sociales establecidas.

Raíces históricas de los Trabajadores de la Luz
Los trabajadores de la Luz llevan con ellos la habilidad de alcanzar el despertar espiritual más rápidamente que otras personas. Ellos llevan semillas internas para un rápido despertar espiritual. Debido a esto, ellos parecen estar en una vía más rápida que la mayoría de la gente, si ellos así lo eligen. Esto no es porque los trabajadores de la luz sean en ningún modo almas ‘mejores’ o ‘superiores’. Sin embargo, ellos son más viejos que la mayoría de las almas encarnadas en la tierra actualmente. Esta edad más vieja debería preferentemente entenderse en términos de ‘experiencia’, más que en ‘tiempo’.
Los trabajadores de la luz han alcanzado un estadio particular de iluminación, antes de que encarnaran en la tierra y comenzaran su misión. Ellos conscientemente eligieron llegar a estar arraigados en la ‘rueda kármica de la vida’ y experimentar todas las formas de confusión e ilusión que existen en ella. Ellos hicieron esto con motivos de comprender completamente ‘la experiencia de la tierra’. Esto les permitirá a ellos cumplir su misión. Sólo yendo ellos mismos a través de todos los estados de ignorancia e ilusión, poseerán ellos finalmente las herramientas para ayudar a otros a alcanzar un estado de verdadera felicidad e iluminación. ¿Por qué los trabajadores de la luz siguen esta genuina misión de ayudar a la humanidad, corriendo el riesgo, de este modo, de perderse a ellos mismos por años en la densidad y confusión de la vida terrestre? Ésta es una pregunta que trataremos extensamente más adelante. Ahora diremos que esto tiene que ver con un tipo de karma galáctico.
Los trabajadores de la luz presenciaron la víspera del nacimiento de la humanidad en la tierra. Ellos formaron parte de la creación del hombre. Ellos fueron co-creadores de la humanidad. En el proceso de creación, tomaron decisiones y actuaron de maneras por las cuales más tarde tuvieron profundos remordimientos. Ellos están aquí ahora para resarcir sus decisiones de aquél entonces.

Características psicológicas de los Trabajadores de la Luz
- Desde temprano en sus vidas, ellos sienten que son diferentes. Muy frecuentemente se sienten aislados de los otros, solitarios y no comprendidos. Ellos a menudo se vuelven individualistas, y tendrán que encontrar sus propios únicos caminos en la vida.
- Tienen problemas con sentirse cómodos dentro de los trabajos tradicionales y/o estructuras organizativas.
Los trabajadores de la luz son naturalmente anti-autoritarios, lo cual significa que ellos naturalmente se resisten a las decisiones o valores basados solamente en poder o jerarquía. Este rasgo de anti-autoritarismo está presente incluso si ellos parecen tímidos y vergonzosos. Esto está conectado a la verdadera esencia de su misión aquí en la tierra.
- Los trabajadores de la luz se sienten atraídos a ayudar a las personas, ya sea como terapeuta o como profesor. Ellos pueden ser psicólogos, sanadores, maestros, enfermeros, etc. Incluso si su profesión no está directamente relacionada con ayudar a personas, sus intenciones de contribuir al más alto bienestar de la humanidad está claramente presente.
- Su visión de la vida está matizada por un sentido espiritual de cómo todas las cosas están relacionadas unas con otras. Ellos consciente o inconscientemente llevan memorias dentro de ellos de esferas de luz no terrestres. Ellos pueden -ocasionalmente- sentir añoranza por estas esferas y sentirse como un extraño en la tierra.
- Honran y respetan la vida profundamente, lo cual a menudo se manifiesta como una afición por los animales y una preocupación por el medioambiente. La destrucción de partes del reino animal o vegetal en la tierra por los actos del hombre evoca en ellos profundos sentimientos de pérdida y aflicción.
- Son bondadosos, sensibles y empáticos. Pueden sentirse incómodos al enfrentarse con un comportamiento agresivo y generalmente experimentan dificultades en defenderse ellos mismos. Pueden ser distraídos, ingenuos o profundamente idealistas, así como también no estar suficientemente arraigados, por ej., no tener los pies sobre la tierra. Debido a que fácilmente captan sentimientos y humores (negativos) de las personas que los rodean, es importante para ellos estar solos un tiempo regularmente. Esto les permite distinguir entre sus propios sentimientos y los de las otras personas. Necesitan momentos de soledad para tocar base con ellos mismos y con la madre tierra.
- Han vivido muchas vidas en la tierra en las cuales estuvieron profundamente involucrados con la espiritualidad y/o religión. Ellos estuvieron presentes en números abrumadores en las viejas órdenes religiosas de su pasado, como monjes, monjas, ermitaños, psíquicos, brujas, chamanes, sacerdotes, sacerdotisas, etc. Ellos fueron aquellos que proveyeron de un puente entre lo visible y lo invisible, entre el contexto diario de la vida terrestre y los reinos misteriosos del más allá, de Dios y los espíritus del bien y el mal. Por cumplir este papel, a menudo fueron rechazados y perseguidos. Muchos de ustedes fueron sentenciados y estacados por los dones que poseían. Los traumas de las persecuciones dejaron profundas marcas dentro de la memoria de sus almas. Esto puede manifestarse actualmente como un temor a estar completamente arraigado, por ej. un temor a estar realmente presente, porque ustedes recuerdan ser brutalmente atacados por ser quienes ustedes eran.


Perderse: el peligro de los trabajadores de la luz
Los trabajadores de la luz pueden estar atrapados en los mismos estados de ignorancia e ilusión como cualquier otro. Aunque ellos comienzan desde un punto diferente de partida, sus capacidades para romper con el miedo y la ilusión con el objeto de alcanzar la iluminación pueden ser bloqueadas por muchos factores. (Por iluminación queremos decir el estado del ser en el cual ustedes comprenden que son esencialmente de Luz, capaces de elegir la luz en cualquier momento).
Uno de los factores que se hallan interrumpiendo el camino a la iluminación para los trabajadores de la luz es el hecho de que ellos llevan una pesada carga kármica, la cual a veces puede llevarlos a extraviarse por bastante tiempo. Como aclaramos antes, esta carga kármica está relacionada con decisiones que ellos alguna vez tomaron con relación a la humanidad en sus etapas infantiles. Estas decisiones fueron esencialmente irrespetuosas de la vida. Todos los trabajadores de la luz que viven ahora desean corregir algunos de sus errores pasados y recuperar y apreciar lo que ha sido destruido a causa de ello.
Cuando los trabajadores de la luz hayan completado su camino a través de la carga kármica, lo cual significa liberar cualquier tipo de necesidad de poder, ellos comprenderán que son esencialmente seres de luz. Esto les permitirá a ellos ayudar a otras personas a hallar su propio verdadero ser. Pero antes ellos deben pasar por ese proceso por ellos mismos. Esto generalmente exige gran determinación y perseverancia en el nivel interno.
Debido a los valores y juicios alimentados en ellos por la sociedad, que a menudo van en contra de sus propios impulsos naturales, muchos trabajadores de la luz se han perdido, terminando en estados de desconfianza en sí mismos, abnegación e incluso depresión y desesperanza Esto es porque ellos no se adaptan al orden establecido de las cosas y ellos concluyen que algo debe andar terriblemente mal en ellos.
Lo que los trabajadores de la luz tienen que hacer llegados a este punto es dejar de buscar ser valorados desde afuera, por los padres, amigos o por la sociedad. En algún momento, tendrán que dar el salto a la verdadera habilitación, lo cual significa realmente creer en ustedes mismos y verdaderamente hacer honor de sus inclinaciones naturales y de su conocimiento interior y actuar basándose en ellos.
Los invitamos a hacer eso mismo, y les aseguramos que nosotros estaremos con ustedes en cada etapa del camino – exactamente como ustedes, en un futuro no lejano, estarán ahí para ayudar a otros en su camino.

Canalización de Pamela Kribbe

martes, 8 de febrero de 2011

En el 2011 somos uno con el Universo. Todos sumamos 111.

Este año tenemos las siguientes fechas: 1/1/11, 1/11/11, 11/1/11, 11/11/11.
Y ahora lo insólito: toma los dos últimos dí­gitos del año que naciste y súmale la edad que vas a tener este año. El número será 111 ¡para TODOS!
No hay mejor señal de los tiempos que comprobar que todos somos uno con el universo. Concretamente, todos sumamos 111. Curiosamente, el año 2011 esconde un interesante enigma que todos podemos comprobar: 2011, el año del dilema Luz-Oscuridad.
El año 2011, será el año de la elección consciente. Si 2010 ha supuesto un salto cualitativo en el despertar de la conciencia a la luz de los nuevos avances y descubrimientos científicos (la energía-fase, el éter, la interacción entre energía y materia, mente y energía desde las emociones que actúan como osciladores armónicos, etc.), 2011 supondrá el “momentum”, el punto de alcance del horizonte de eventos que nos conduce al origen de nuestra propia esencia. La libertad requiere madurez para su ejercicio efectivo.
De alguna manera, todos somos en parte luz y oscuridad. Cada uno de nosotros somos un Universo que interactúa en un Multiverso donde las densidades están distribuidas de forma diferente. Pero es la energía fase la que pondrá el orden desde dentro activando el Ser de Luz y ordenando desde un acto consciente y libre la configuración de los “biofotones” y modificando la materia en nuestro universo interior, en relación con el resto de los multiversos. Las diferentes configuraciones de densidad serán consecuencia directa de nuestros pensamientos, nuestros actos, nuestras emociones y nuestros sentimientos.
Y en suma: “Las almas y los corazones regresan al lugar donde tienen su Orión”
El número 111 es la expresión Universal de la energía primigenia, el nexo de unión entre la realidad cuántica y la lineal, la máxima expresión de la armonía en su relación con el todo. Nuestro regreso al Uno desde la diversidad. La materialización de la energía en la materia y el símbolo de la unificación en la luz.
Algo es incontestable: todos este año sumamos 111.

lunes, 7 de febrero de 2011

¿Vives en un mundo amable o en uno peligroso?

Durante bastante tiempo, yo albergué una persona “mala” en mí. Por momentos, era inocente, despreocupada, amorosa, confiada. Otros, estaba llena de rabia, violencia, inseguridad, era manipuladora y ventajista. Por supuesto, era mi terrible secreto, uno que me quemaba como un ácido y que me distanciaba de los demás. No es que ellos no se dieran cuenta de algunas de estas cosas: rezumaba agresión de a borbotones o era pinchuda como un puercoespín. Me odiaba tanto como odiaba al mundo.

En algún momento, comencé a plantearme esta esquizofrenia. Una de las cosas que primero me alertó fue un episodio que me sucedió cuando tendría unos 20 años. Estaba caminando por Lavalle, en el centro de Buenos Aires, y una anciana pordiosera me pegó y me insultó cuando pasé a su lado. No sólo me sorprendió porque iba distraída en mis asuntos y porque fue furioso sino porque arrancó una pregunta instantáneamente: “¿por qué a mí?”. Cientos de personas circulaban por la misma calle… ¿qué tenía yo que me eligió para sus agravios incoherentes?

En esa época, yo me ponía cualquier objetivo y lo conseguía. Los demás decían que yo tenía “suerte”. A veces, pensaba que tenían razón: mientras ellos estaban detenidos por sus prejuicios o sus miedos, yo avanzaba como un tren sin frenos. No es que no tuviera temores (tenía montones), pero mi deseo de experimentar, de conocer, de aprender eran más fuertes. Hasta que los efectos de algunos desaguisados me detuvo en seco y aprendí que todo tiene consecuencias y que había que ser responsable de lo que uno creaba.

Mi mundo estaba dividido: cosas increíbles y cosas horribles me pasaban; personas buenas y cariñosas me rodeaban al igual que otras manipuladoras y egoístas; recibía ayuda desinteresada y también indiferencia; sentía que podía lograr cualquier cosa que me propusiera y que la sociedad me lo negaría; que era omnipotente e impotente; que había un bien y un mal… ¿o no? El camino espiritual se estaba desplegando al igual que mi conciencia.

Entonces, no sé adónde, leí que la gran pregunta que definía todo era: ¿es este un mundo amable o uno peligroso? Según la respuesta que nos diéramos, era lo que encontraríamos. Yo me estaba planteando uno peligroso, que reflejaba mis propios aspectos “malos”. La vieja que me pegó era un espejo, de mi violencia, de mi nula autoestima, de esa idea de que la vida estaba en mi contra o de que se me castigaría por mis pecados. Cuando me desconectaba de eso, aparecía un mundo que me protegía, me seguía en mis juegos, se mostraba brillante y bello. ¿Cuál de los dos era real? Los dos, por supuesto. Y ninguno.

Esta es una ilusión poderosa que le da a cada uno lo que quiere ver y experimentar. Es una realidad inmensamente variada y múltiple, pero, a la vez, muy acotada: buena o mala, amable o peligrosa. Esta última incluye al Demonio, la Nada, el Otro, la Maldad, el Enemigo, etc. ¿Cómo salir de la ilusión? Saliendo del Ego, yendo a la Unidad.

Cuando acepté e integré a mi “mala” como un aspecto mío (uno sumamente enriquecedor y pleno de aprendizajes), también acepté e integré a mi “buena” y cesaron las luchas y los conflictos con el exterior. El mundo se hizo amable. O sea, digno de ser amado. Como yo.


Así como la situación con la anciana fue un marcador, hubo otro para este cambio. Yo había sido robada unas cuantas veces, hurtos menores pero a veces muy costosos (más reflejos de mis traumas internos…). Una desierta noche de invierno, voy a ver a una amiga. Normalmente, cruzaba las barrancas, pero, al poner un pie para ir en esa dirección, escucho claramente una voz en mi cabeza que me advierte: “no vayas por ahí”. No le hago caso. Un hombre aparece en la oscuridad y me pide dinero. Yo llevaba muy poco y se lo doy. Me pide más, le digo que no tengo. Saca un enorme revolver y me dice: “señora, démelo, que se lo estoy pidiendo con respeto”. Casi me da un ataque de risa. No sólo por lo absurdo de las palabras y la situación sino porque me siento absurdamente tranquila y cuidada. Le contesto sonriente y calmadamente que no tiene sentido seguir porque no tengo nada más. Me dice que me vaya y lo despido con un “que te vaya bien” que me sale solo. Desde ese momento, nunca más me robaron ni atravesé ninguna circunstancia peligrosa (y seguí los consejos que recibí…).

Hace poco, una persona se comenzó a quejar de lo maleducada que estaba la gente, de la violencia que tenía, que la chocaban y ni disculpas le pedían, que la trataban mal en cualquier lado. Recordé que, antes, a mí también me pasaba. A partir de habitar un mundo amable, no sólo me dejó de suceder, sino que me di cuenta de que no se me despega de los labios el “gracias” y el “perdón”. Si, por casualidad, tengo un mínimo choque con alguien, pido perdón inmediatamente (aunque el otro lo hubiera provocado) y el otro hace lo mismo, al instante. Y en cualquier lado, no solamente en lugares “educados”, sea donde sea. Es como si todo transcurriera entre sábanas de seda. Y si no es así es porque YO me pierdo, porque me distraigo y me olvido de que el mundo es amable, de que Dios/Diosa está detrás de la fachada, de que soy Amor y reflejo amor.

martes, 1 de febrero de 2011

Dar y recibir

La semana pasada, estuve en Pinamar con una amiga (fotos en mi blog: imagenysentimientoba.blogspot.com). Un paciente me prestó su departamento mientras él viajaba a otro lugar. El edificio y el departamento eran preciosos: cada una tenía su propio cuarto, con televisor LED enorme y baño individual, pileta, balcón con una vista de árboles refrescante, etc. Cuando entramos, mi amiga dice: "¡debemos estar haciendo muy bien las cosas para merecernos esto!".


Esto es algo que no se comprende realmente. La mayoría cree que debe luchar y matarse para obtener el acceso a cosas materiales que sueña o que la sociedad le vende que debe tener para ser alguien o disfrutar la vida. No estoy diciendo que unos vivan de otros o que se abusen de lo que otros tengan o hayan logrado. Ni en contra de que cada uno tenga lo que desee. Todo es un ida y vuelta, un dar y recibir. Estoy planteando que podemos dar por un lado y recibir por otro, que podemos dar de una forma y recibir de otra. Todo es energía y circula.

En muchos momentos de necesidad, he recibido dinero, vivienda, comida, salidas, vacaciones, afecto, compañía, ayuda, contactos, lo que sea, de personas a quienes yo (por lo menos, en esta vida) no le había dado nada o no tanto como ellos a mí. A mi vez, he dado mucho a quienes me dieron poco. He aprendido que todo fluye y que la Vida finalmente pone todo en su lugar. Y que las dos cosas son importantes: dar y recibir. En una época, daba continuamente y me costaba recibir, sentía que no lo merecía. Así, cortaba el flujo.

Como hablaba recién con un paciente con respecto a la respiración (clave de cualquier proceso de desarrollo): inhalar y exhalar, tomar y soltar, recibir y dar, adentro y afuera, ampliación y contracción. Un equilibrio perfecto.