martes, 26 de febrero de 2008

Momentos

Me acosté en el suelo, bajo un enorme y hermoso eucalipto a ver el cielo celeste de la forma que más amo: a través de las ramas de un árbol. Un mar verde de hierba ondulaba con el viento. Las ramas se mecían y las hojitas asemejaban olas. Agua en tierra firme.

Mi cuerpo se entregó al Planeta y yo a la Vida.

lunes, 25 de febrero de 2008

Hermanas del corazón

Ayer, me reuní con cinco amigas en la casa de una de ellas y estuvimos desde el mediodía hasta las 10 de la noche… ¡conversando!

Me dolía el culo de tanto estar sentada y estaba hinchada de tanto comer, pero la pasé maravillosamente bien. Es algo valiosísimo poder compartir con otras mujeres nuestras ideas y experiencias desde un espacio de cariño, respeto, inteligencia y humor.

Somos todas especiales y con diferentes situaciones personales y laborales (incluso vivimos en distintas ciudades y países), pero nos acompañamos en las ganas de abrirnos y ayudarnos a pensar y vivir desde lugares más felices y plenos.

Quedamos en ir a visitar a otra amiga que vive en Córdoba en abril y además de charlar… ¡movernos un poco!

Estoy muy feliz de ser parte de este grupo, chicas. Las quiero mucho.

sábado, 23 de febrero de 2008

¡Salió el sol... y el amor!

Ayer, en una meditación, apareció el motivo más poderoso de la sombra que sentí: el miedo al amor.

No me refiero solamente al tema relaciones (pareja, amigos, pacientes, lo que sea) sino al Amor como base de la Vida. Al amor a mí misma, a las personas, al trabajo, al planeta, a cada instante, a cada lugar, al amor como lo que me inspira, mueve, alegra, sorprende, me lleva a crear, a ser Una con Todos. El amor puede cambiar mi vida para siempre, barriendo desde la raíz los miedos, las dudas, las experiencias, los sistemas de creencias y dejándome vulnerable, abierta, presente.

Pero, ¿cómo sentirlo? Sé que está en mí; sé que es el adhesivo que aglutina mis aspectos, mis aprendizajes, mis dimensiones, mis propósitos, todo... lo sé... pero, no sé cómo conectarme para sentirlo en su maravillosa belleza y potencia… lloro desde el fondo de mí misma… y esas lágrimas me limpian y me permiten aceptarlo.

Sí, yo acepto al Amor en mi Vida. El amor me hace libre, poderosa, potente, sabia, abundante, próspera, compasiva, cariñosa, dulce, fuerte, constante, apasionada, trabajadora, aventurera, alegre, hermosa, sana, creativa, agradecida, divina.
Yo soy Amor. Yo soy Dios.

viernes, 22 de febrero de 2008

Llovida

Hoy, ha estado nublado y lloviendo de a ratos. Estoy como el tiempo. Llovida, oscura, húmeda. Con la sensación de que, no importa lo que sea o lo que haga, no sirve de nada. Es una vieja, vieja, vieja sombra, que cae sobre mí de vez en cuando...

A la vez, siento que estoy liberando tanto que no hay tiempo para otra cosa. Sólo veo lo que tengo que soltar...

En algún momento, volverá el sol.

jueves, 21 de febrero de 2008

Puntos de vista

Me gustan las series y películas de “investigación”, como la del Inspector Morse y CSI. En un capítulo de esta última, había ocurrido una supuesta muerte por ataque cardíaco en la primera clase de un avión. El muerto había estado “molestando” continuamente a todos, hasta que estalló y quiso abrir la cabina y luego la puerta del avión. Asustados, unos cuantos lo pararon y comenzaron a golpearlo hasta matarlo.

Los investigadores de CSI descubrieron quiénes habían sido, pero la policía decidió dejarlos libres porque, en un juicio, los absolverían ya que se habían “defendido porque sus vidas estaban en peligro”. Esto creó disidencias entre ellos: algunos habrían hecho lo mismo y otro pensaban que no se debía matar no importando qué sucedía. Cuando le preguntaron a Grissom qué hubiera hecho él, dijo que ellos estaban tomando posición desde el punto de vista de los atacantes, pero nadie veía el punto de vista de la víctima. Resultó que el hombre estaba enfermo (tenía encefalitis, lo que había provocado sus ataques) y nadie se había preocupado por él, ninguno le había preguntado qué le pasaba, porqué estaba así; simplemente molestaba. Grissom dijo: “se necesitaron cinco personas para matarlo y sólo se necesitaba una para salvarlo”.

Me impresionó este final. ¿Cuántas veces nos enojamos por las conductas de los demás, sin importarnos sus causas? No es cuestión de irse al otro extremo y vivir pendientes de los otros, escuchando todas las quejas y victimizaciones o haciendo las cosas de las que ellos deberían ser responsables. Pero, se puede abrir el corazón al otro y acompañar su paso amorosamente.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Valor y coraje

Siempre me han interesado los múltiples significados de estos dos términos. Por ejemplo:

Valor:
1. Grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite: algo tiene valor porque soluciona algo o me da placer. Observando lo que tengo, ¿será así realmente o me han hecho creer que es así (publicidad, status, falsas expectativas de que con eso seré feliz, completa, etc.)? ¿Valen el precio que tengo que pagar por ellas?
2. Alcance de la significación o importancia de una cosa, acción, palabra o frase: ¿ese valor es dado por mí o por otros?, ¿cuál es mi escala de valores?
3. Fuerza, actividad, eficacia o virtud de las cosas para producir sus efectos: ¿tengo el valor de originar resultados en los demás, en mí?, ¿qué clase de efectos... y afectos ?
4. Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros: ¿me creo capaz de ese valor?, ¿puedo convocarlo?
5. Persona que posee o a la que se le atribuyen cualidades positivas para desarrollar una determinada actividad: ¿me considero valiosa?, ¿genero valor (en todos los sentidos) en los demás?

Coraje:
1. Impetuosa decisión y esfuerzo del ánimo, valor: lo que me trae de nuevo a las preguntas de arriba.
2. Irritación, ira: ¿no será a veces que mi enojo tiene que ver con creer que no tengo el valor suficiente para ser y hacer lo que deseo?, ¿no será la ira un substituto de la pasión que me falta poner en algunas cosas en vez de en otras?
3. El origen de la palabra es el mismo de “corazón”: si me conecto con mi corazón, ¿no tendré el coraje de ser y hacer todo lo que vine a ser?

Preguntas que me hago. ¿Te sirven?

lunes, 18 de febrero de 2008

Labor divina

Estaba conversando con una amiga acerca de emociones o estados en los que “caemos” sin motivos para ello. Le/me recordé que estamos en el cambio hacia la Nueva Energía. Esto implica síntomas corporales, emocionales, energéticos y mentales que nos afectan profundamente (visitá el sitio para más información).

Si bien algunas cosas repercuten más en cada uno y constituyen las áreas “débiles” que salen a la superficie para ser comprendidas y sanadas, no debemos olvidar que como Humanidad estamos limpiando y reconstituyéndonos como Seres llenos de amor y poder y algunas cosas que sentimos no son nuestras. Esto no significa "lavarse las manos". Todo lo contrario: respiremos y soltemos, que ello ayudará a todos. Reemplacémoslo por bellos pensamientos y hermosos sentimientos.

Dediquémonos a la preciosa labor de liberarnos de los conceptos de lo viejo que ya no sirven y fundar una nueva vida, abundante, creativa, alegre, conectada, amorosa. Lo que hagamos en nosotros repercutirá en todos, especialmente en los que más cerca tenemos, pero, por más pequeño que sea el cambio, resonará en los confines del Universo. Todos Somos Uno.

Sufrir o disfrutar (crecer)

Hace un tiempo, a raíz de mi accionar frente a un episodio, lo comparé con respecto a circunstancias parecidas del pasado y me sorprendí del cambio. Debo decir que yo era muy dramática, casi trágica. Siendo hipersensible, el más mínimo gesto o tono de voz disparaba reacciones exageradas, que se sobredimensionaban porque no las expresaba. Las sentía adentro mío en una gran variedad de registros corporales, energéticos y emocionales (acicateadas por pensamientos repetitivos, negativos, excedidos, por fantasías desbordadas, por idealizaciones varias, etc.). Sólo una pequeña parte salía al exterior, como el vapor de las ollas a presión, y aún así resultaba extremado. En mi casa, mis padres tampoco ayudaban, ya que todos tocábamos la misma nota… ¡grandilocuente!!

Después de sufrir unos cuantos años (en mi adolescencia, pensaba que me iba a volver loca) y de observar mis pautas en muchos niveles, decidí resolver el tema. Apelé a distintas vertientes (psicólogos, terapia corporal, lecturas de toda clase, espiritualidad, etc.) y me fui dando cuenta de que una parte de mí tenía una concepción de la Vida muy dramática. Digo una parte porque otra (la más sana y conectada) era exactamente lo contrario: se llevaba por la ley del menor esfuerzo, era divertida, despreocupada, juguetona, le gustaba el placer y la alegría. Esta parte era bastante juzgada y reprimida por la sociedad: los adultos no se comportan así.

Como vengo con el “contraste” un tanto extremo, me llevó tiempo encontrar el equilibrio entre estos dos polos (¡entre muchas polaridades en realidad!). Un problema era que, con tanta adrenalina emocional e ideas inflamadas, creía que la armonía me resultaría aburrida. ¡Era tan excitante sufrir, pasar de un problema al otro, deprimirme, alegrarme intensamente, llorar a mares, quejarme, discutir! Una montaña rusa propiamente. He encontrado que esto le sucede a muchísimas personas. La mayoría no se da cuenta, pero es adicta a sus neurotransmisores y, como un cocainómano, busca incansablemente otra dosis, en forma de personas, situaciones o actitudes que repiten sin cesar (echándole la culpa a las personas, situaciones o actitudes, por supuesto).

Así que, antes me aficionaba al drama y ahora a la comedia. Antes era más apolínea y ahora busco lo dionisiaco. Antes me gustaban los trágicos y ahora los hedonistas. En estos días, he estado leyendo textos del filósofo francés Michel Onfray y me sentí identificada con algunas cosas:

“Se cree que el hedonista es aquel que hace el elogio de la propiedad, de la riqueza, del tener, que es un consumidor. Eso es un hedonismo vulgar que propicia la sociedad. Yo propongo un hedonismo filosófico que es en gran medida lo contrario, del ser en vez del tener, que no pasa por el dinero, pero sí por una modificación del comportamiento. Lograr una presencia real en el mundo, y disfrutar jubilosamente de la existencia: oler mejor, gustar, escuchar mejor, no estar enojado con el cuerpo y considerar las pasiones y pulsiones como amigos y no como adversarios”.

¿Y si te relajás, caminás descalzo, mirás las flores, tomás un baño tibio y perfumado, jugás con un niño, hincás los dientes en una sandía fresca, caminás más lento, apreciás los detalles? ¿Y si prestás atención a la vida que te circunda, abundante, misteriosa, prolífica? ¿Y si confiás y te entregás? El sistema te quiere ordenado, razonable, uniforme, adaptado, esforzado, material disponible para trabajar y consumir. ¿Y si convocás a la inspiración, a la creación, a la alegría, a lo divino e insondable, a la luz superadora? ¿Y si te amás… profunda, intensa, amorosamente?

domingo, 17 de febrero de 2008

Volviendo al camino

Me he dado cuenta (¡una vez más!) cuánto me disperso en un mar de posibilidades. He caído (¡una vez más!) en la maldición del “todo es tan interesante”. Es maravilloso porque me abre a conocer, experimentar, reflexionar muchas áreas o situaciones o aspectos y eso me sirve luego para enriquecerme a mí misma y a mi trabajo. Es terrible porque me disgrega y me funciona como excusa para no involucrarme en algunas que son las importantes.

Si bien pedir es fundamental, poner el cuerpo y accionar no lo es menos. Es un error común quedarse en la solicitud o esperar señales o creer que todo llegará solo pero así no funciona el Universo. Como en el cuento del hombre que esperaba la ayuda personal de Dios para no ahogarse en la inundación sin hacer caso de todos los que trataban de salvarlo en botes, yo también a veces no levanto el culo de la silla y los botes se me pasan.

Así que he decidido volver al camino, reclamar mi poder y moverme. Las sincronicidades harán su parte y cumpliré mis propósitos… los que todavía son potenciales porque no los activo…

martes, 12 de febrero de 2008

Agua blanda

Suave, tierna, dulce, tibia, amorosamente líquida. Deslizante, chorreante, fluyente, buscando el cauce, inundando, invadiendo, estancándome. Volviendo a correr, a escurrirme, a acariciar, a refrescar, a quitar la sed. Resbalando por la piel, besando, limpiando, humidificando, alimentando. Llorando, a mares, hondamente, profundamente, benditamente. Compasivamente vulnerable, compasivamente potente. Sensible, frágil, aceptante, entregada, poderosa, abierta, desde la Fuente hacia la Fuente. Así me siento ahora.

sábado, 9 de febrero de 2008

Caminos nuevos

Salí a caminar un rato por el barrio y me fui para un lugar muy lindo por el que hacía rato no pasaba. Me detuve frente a unos árboles enormes con flores lilas, muchas de las cuales se habían caído, así que el suelo estaba cubierto de ellas. El sol se iba poniendo entre otros árboles de un verde increíble. Me tiré al suelo y me sorprendieron un montón de pequeños picaflores como hacía tiempo no veía, más otros pájaros, con un canto precioso, que se respondían de un árbol a otro.

Me vinieron temas que estoy “elucubrando” mucho en estos días y, en un momento, pedí que me enviaran una señal con una flor o una hoja que cayera sobre mí. No pasó nada y me senté. Abrí la cartera y me puse a mirar unas nuevas tarjetas comerciales que había diseñado y hecho imprimir… y me cayó una semilla en el hombro… que me pegó fuerte!... ¿querías señales?... ¿es suficiente?... me largué a reír… ¡gracias!

Después, me fui a caminar para el lado contrario al que voy siempre y descubrí un parque recién inaugurado magnífico: bello, muy cuidado, casi desierto.

Regalos de la Vida al abrirme a algo nuevo… señales… la apertura trae consigo sus recompensas…

jueves, 7 de febrero de 2008

Para un día como hoy

La Parábola del granjero y el trigo
Desgracia sólo significa que las cosas no encajan con tus deseos; y las cosas nunca encajan con tus deseos, no pueden hacerlo. Las cosas simplemente siguen su naturaleza. Lao Tsé llama a esta naturaleza el Tao. Buda llama a esta naturaleza el Dhamma. Mahavir definió la religión como «la naturaleza de las cosas». No se puede hacer nada: el fuego es caliente y el agua fresca. El hombre sabio es el que se relaja con la naturaleza de las cosas; él sigue la naturaleza de las cosas. Y cuando sigues la naturaleza de las cosas, no lanzas ninguna sombra. No hay desgracia. Entonces, incluso la tristeza es luminosa, incluso la tristeza tiene su belleza. No es que la tristeza no se vaya a presentar; se presentará, pero no será tu enemiga. Serás amigo suyo porque verás su necesidad. Podrás ver su gracia, podrás ver por qué está ahí y por qué es necesaria.

He oído una antigua parábola; debe ser muy antigua porque por aquellos tiempos Dios vivía en la tierra. Un día se le acerco un hombre, un viejo granjero, y dijo:
—Mira, puede que seas Dios y que hayas creado el mundo, pero tengo que decirte una cosa: no eres un granjero. No conoces ni el ABC de llevar una granja. Tienes algo que aprender.
—¿Qué me aconsejas? —dijo Dios.
—Dame un año de tiempo y durante ese periodo deja que haga las cosas a mi manera para ver qué pasa. ¡La pobreza será barrida de la faz de la tierra!

Dios aceptó: concedió un año al granjero. Naturalmente éste pidió las mejores condiciones: nada de tormentas ni vientos fuertes, ningún peligro para la cosecha. Todo era cómodo, agradable, y él se sentía muy feliz. ¡El trigo crecía tanto! Cuando quería sol, tenía sol; cuando quería lluvia, tenía lluvia, toda la que quería. Aquel año todo era correcto, matemáticamente correcto. Pero cuando se cosechó, no había nada dentro del trigo.
El granjero estaba sorprendido. Y preguntó a Dios:
—¿Qué ha pasado? ¿Qué ha fallado?
—Como no había desafíos —dijo Dios—, como no había conflicto ni fricción, como evitaste todo lo malo, el trigo permaneció impotente.

Las tormentas son necesarias, los rayos y truenos son necesarios. Ellos agitan el alma dentro del trigo. Esta parábola es de inmenso valor. Si sólo eres feliz y feliz y feliz, la felicidad perderá todo su sentido. Será como si alguien escribiera con tiza blanca en una pared blanca. Nadie será capaz de leerlo. Tienes que escribir en una pizarra negra, entonces se puede leer.

La noche es tan necesaria como el día. Y los días de tristeza son tan esenciales como los días alegres. A esto es a lo que yo llamo comprensión. Una vez que lo entiendes, te relajas; y en esa relajación está la rendición. Dices: «Que se haga tu voluntad». Dices: «Haz lo que te parezca correcto. Si hoy hacen falta nubes, dame nubes. No me escuches, mi comprensión es limitada. ¿Qué sé yo de la vida y sus secretos? ¡No me escuches! Sigue haciendo tu voluntad». Y, poco a poco, cuanto más veas el ritmo de la vida, el ritmo de la dualidad, el ritmo de la polaridad, dejas de preguntar, dejas de elegir.

Éste es el secreto. Vive con este secreto y ve su belleza. Vive con este secreto y de repente te quedarás sorprendido: ¡Qué grandes son las bendiciones de la vida! ¡Cuánto se te está dando a cada momento!
Osho

Flotando

Hace unos días, fui con unas amigas a una Posada y me la pasé en el agua. Adoro sentirla en mi piel, moverme, nadar, estar en el jacuzzi, flotar. Fue increíblemente hermoso deslizarme por la pileta en la noche, rodeada de cientos de lucecitas que adornaban el lugar, sostenida por el agua tibia, mirando las estrellas que resplandecían en el cielo. También, fue muy sanador contemplar la laguna y comunicarme con el agua.

Al otro día, vino una paciente nueva que me cuenta años de esfuerzos y sacrificios para darles a sus hijos las oportunidades y el bienestar que ella pretendía para ellos. Ahora, que ya lo obtuvieron, ella está cansada. Tiene cáncer y dolores en la cintura. Me dice: “quiero flotar”. Le hago un pequeño masaje y la invito a que se suelte, a que libere todo y se deje fluir, como si estuviera en una nube. Se queda extasiada, mientras susurra: “nunca sentí esto”.

¡Qué necesario es saber flotar, confiando en que nuestra alma sabe el camino y que estamos sustentados por el Agua de la Vida!

miércoles, 6 de febrero de 2008

¿Por qué tanto caos y trastornos de todo tipo?

Como escribí en el artículo “¿Qué es la Nueva Energía?” en el sitio, estamos en un intenso cambio de paradigmas producto de la ascensión de la frecuencia vibratoria de los campos energéticos de la Tierra, hacia octavas más elevadas de Luz.

Esto se traduce en lo que estás observando normalmente tanto en tu vida como en las del resto: cansancio extremo no atribuible a las labores que hacemos, desgano generalizado, sueño interrumpido, dolores y contracturas, síntomas o enfermedades varias, trastornos de ansiedad o de pánico, depresión, violencia, encierro en casa, separaciones, pérdidas de trabajo, vacío interno, etc. ¿No te has preguntado porqué le sucede lo mismo a tantas personas diferentes?

Si observás el planeta, notarás también grandes cambios: lluvias en lugares otrora áridos, sequías en regiones húmedas, inundaciones o tsunamis devastadores, mucho frío o mucho calor, mayor actividad volcánica o de terremotos, clima extremadamente variable, etc.

Nos dicen que se trata del “calentamiento global”, que nosotros somos los responsables de ello, pero no es verdad. Por supuesto que es cierto que la carrera desenfrenada de la humanidad en pos del consumismo ha generado muchos desajustes (que es necesario solucionar), pero la Tierra puede soportar mucho más que esto. En realidad, ha hecho colosales mutaciones unas cuantas veces antes. Entran dentro de lo que se conoce, astronómicamente, como el Ciclo de la Precesión de los Equinoccios y es un proceso natural. Lo que no ha pasado antes es que lo haga con seis mil millones de personas en ella.

Estamos evolucionando junto con la Tierra. Sucederá con o sin nosotros. Podemos ayudarla o hacerla más difícil… para ella y para nosotros. Estamos aquí justamente para ello. Es una magnífica oportunidad. Si la desaprovechamos, si decidimos quedarnos al margen, colaboraremos en mayores desastres ambientales y, en lo personal, sufriremos inútilmente al no acompañar con esta elevación de energías.

Tenés muchas herramientas para lograrlo (tenés disponibles las que yo te propongo) y lo más interesante es que son simples y concretas, porque así es la Nueva Energía. Si es complicado, difícil, sacrificado, esforzado, costoso… olvidalo! Son cosas de la Vieja Energía, de tu Ego. La Naturaleza es intrínsecamente económica, sinérgica, fluida, sencilla, poderosa. Como tu alma, como tu Ser.

Como escribí en una entrada anterior, muchos se interesan cuando llegan a un cierto nivel de desesperación y hartazgo, pero luego se engañan pensando que ya pasará o que no es el momento… para volver a consultar meses o años después peor que antes. EL PUNTO DE PODER ES AHORA. El único cambio proviene de la práctica. ¿Qué esperás?

Que hoy la Paz y el Amor reinen dentro de mí.
Confío en Dios que estoy exactamente en el lugar donde debo estar.
Recuerdo las posibilidades infinitas que resultan de la Fe.
Reclamo mi Poder.

Utilizo las gracias que he recibido y las paso con el amor que se me ha dado.
Estoy feliz de saber que soy hijo de Dios.

Dejo que Su Presencia se derrame en mis células y permito a mi alma lalibertad de cantar, bailar, alabar y amar.
Está para cada uno y en cada uno de nosotros.

domingo, 3 de febrero de 2008

Culturas

Viajando en el tren, leyendo un diario, una señora mayor, muy agradable, comenzó de pronto a hablarme. Empezó con el tiempo, las cosas usuales, y luego me cuenta que en Santiago del Estero (de donde ella es), la última que fue a visitar a sus parientes, estaban pasando cosas muy raras. Entre ellas, que un río se había secado en una parte por las enormes piedras que lo habían taponado, producto, entre otras cosas, de la deforestación (“a la gente sólo le interesa la plata, la plata”). El agua, impedida de continuar, estaba inundando un poblado. “El río es como una vida. Cuando no puede seguir, busca y busca hasta que encuentra de nuevo su cauce”, me dice.

Después, me habla de su hijo, que es “muy mamero”, está todos los días pendiente de ella. Cuando estuvo enferma, él se puso muy mal. “Todos estamos de paso”, le recordó, pero “él no madura”, me dice con un gesto resignado.

Tiene otra hija, que estuvo “casi loca” porque se murió un hijo de 20 años. Estuvo internada en un neuro-psiquiátrico “horrible”, encadenada, porque decía que él estaba vivo y la venía visitar de noche. Ella fue y le dijo: “tu hijo está muerto y es cierto que viene de noche. Viene para decirte que está bien y que lo dejés ir. Vos lo estás reteniendo y él quiere ser libre”. Me cuenta: “no sé de dónde saqué las fuerzas ni esas palabras, pero ella las entendió y se fue esa misma noche. Los médicos no entendían nada”. En eso, llegamos a la Terminal y ella se levantó y se fue, sin saludarme, tan bruscamente como comenzó a hablarme.

Yo estaba leyendo el suplemento cultural de un diario. Tuve una lección de cultura de otro tipo. Salí muy renovada del tren.

viernes, 1 de febrero de 2008

Tiempo

Releyendo algunas entradas anteriores, se me hace obvio (¡qué difícil es ver lo obvio!) mi urgencia en concretar transformaciones, tanto en mí como en otros. Siento una inquietud interna, a veces, que me impulsa a acelerar los tiempos. Si bien es cierto que dormirse en los laureles o quedarse detenido no sirve, tampoco sirve exigirse. Lo sé... lo olvido... pero he esperado mucho!... no importa... hay tiempos...

Hoy, una paciente a punto de dar un paso importante en su vida me decía que se había dado cuenta de que inconcientemente creía que, si no tomaba esos pasos trascendentales, no llegaría o pospondría "el final". Otros piensan, al contrario, que haciendo muchas cosas se salvarán.

La muerte es omnipresente desde la perspectiva del Ego. Le teme. No sólo al fin físico sino a las terminaciones de etapas, de relaciones, de trabajos, de actitudes, de… cualquier cosa! Aferrado a lo “seguro”, a lo “cierto”, a lo “conocido”, desea quedarse en un status quo que nos termina asfixiando.

Soltarnos parece aterrorizante, dejarnos ir en la incertidumbre hacia lo desconocido, fluyendo en la confianza de que es para lo mejor, no nos convence demasiado. Y, sin embargo, nuestra alma clama por eso, nos susurra primero y nos grita después para que lo hagamos.

Creo que estoy escuchando a mi alma… por eso la urgencia… mi Ego se resiste y plantea dudas y temores… los tiempos son manejados por ellos dos y por otras instancias mayores… calma… fe… en la serenidad todo se hace más rápido y mejor…