martes, 9 de noviembre de 2010

Sobre mí

Todo lo que he hecho en mi vida es producto de una enorme hambre de aprendizaje, el aprendizaje de mi alma en este cuerpo y en esta tierra. He tenido, como todos, los apetitos normales del Ego, pero, a la hora de una verdadera elección, la corriente profunda del alma dictó hacia dónde. Y la seguí, muchas veces sin saber cómo ni porqué.

Mirando atrás, me doy cuenta que, si el camino no tiene alma (en el sentido de sentirlo, saberlo correcto para mí, esencial, estimulante), no me muevo aunque los piojos me estén comiendo. Cuando siento el llamado, ese estremecimiento secreto que me impulsa íntegramente, estoy en condiciones de activarme. Aunque cualquier cosa del adentro o del afuera me muestre lo contrario, no me importa, eso es lo que tengo que hacer. ¿Me ha llevado por preciosos paraísos de dicha? No, pero me ha permitido descubrirlos en mí misma.

Tengo un temperamento artístico, pero poco talento real en alguna manifestación. Creo que mi verdadera expresión creativa es mi propia vida. O, por lo menos, he tratado de que sea una permanente muestra de mis múltiples aspectos desplegándose en los mundos, interactuando y movilizándose en distintos espacios, buscando experiencia y plenitud.

Como me visualicé hace un tiempo, soy un planeta. Contengo miles de vidas y planeo seguir expandiéndome. Estoy profundamente conectada con este otro planeta de tierra y agua y fuego y aire que me nutre y me contiene. Y brillo en la luz reflectante de un sol interno y externo. Soy inmensamente feliz de ser auténticamente yo, una humana divina en este tiempo y en este lugar. Escribo esto para recordármelo a cada instante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

precioso!!!

Laura Foletto dijo...

¡Y preciosa tú, Silvia! Me sentí muy identificada con tu perfil.
Así que aquí estamos las dos, recordándonos lo divina que somos.
Besos.