Frente a lo complicado,
hazlo simple.
Respira.
Conecta tus pies a la Tierra,
tu cabeza a Todo Lo Que Es,
tu corazón a tu Alma.
Respira.
Aún si no sabes cómo hacerlo,
deja que simplemente suceda.
Confía.
En ese segundo de silencio,
tu Ser comenzará a susurrarte,
sabia y amorosamente.
Confía.
Todo está bien.
Entrégate al plan que diseñaste.
Respira.
Confía.
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