Escribí en mi Facebook: "Gran parte del día con papá... trámites complicados y después casa y comida compartidas. Estoy feliz de acompañarte en tus últimos años, de re-conocer tu fuerza, tu dulzura, tu generosidad, tu independencia, tu ímpetu (¡a los 88!). Seguís siendo mi Maestro. ¡Te quiero, viejito!!". A muchos les gustó y otros me comentaron, en forma privada, que yo era muy afortunada de tener un padre tan maravilloso y me contaron historias terribles acerca del de ellos.
Yo tuve una relación malísima con mi padre durante muchos años. Él es alguien muy emocional y con un temperamento explosivo y violento. En mi infancia, eran comunes los gritos y los golpes. En mi adolescencia, nos peléabamos con tal agresividad que, un día, después de una discusión particularmente fuerte, me di vuelta y "sentí" que me clavaba un cuchillo por la espalda. Me di cuenta de que podía pasar algo grave y dejé de pelearme, pero la bronca seguía por dentro.
En una época, comencé a sentir un odio profundo y visceral. En lugar de taparlo, me dejé percibirlo en la intención de superarlo. Finalmente, liberé todo lo que había sucedido y lo perdoné y me perdoné de corazón . Fue un cambio radical e inmediato que a mí misma me sorprendió. Entonces, comprendí que yo lo estaba atrapando en determinados roles de mi infancia y que él no podía mostrarme otros porque yo no lo permitía. También, aunque ya lo sabía, tomé mayor conciencia de cómo mi madre se había interpuesto entre nosotros, en un juego de poder que habían establecido entre ellos y del cual yo había formado parte.
Poco a poco, fuimos encontrando otra forma de relación y pude admirar muchos aspectos valiosos que tiene. Después de que mi madre y mi hermano partieron, nos acercamos más todavía y aprecié su independencia y su respeto hacia mi vida, su apertura mental y su cariño. Como todo padre (y madre), él ha sido mi Maestro de lo "bueno" y de lo "malo", el movilizador de ciertos roles y situaciones que yo decidí protagonizar para hacer mi labor del alma en esta encarnación.
Nos han enseñado que venimos en blanco, que lo que nuestros padres y la sociedad nos han inculcado está grabado a fuego y que no tenemos mucho margen de cambio. No creo eso. Antes de entrar a esta encarnación, hemos dispuesto qué aprendizajes o experiencias queríamos tener y “contratamos” padres, hermanos, parejas, amigos para activarlos. Nuestra vida es nuestro diseño. A ella, traemos recursos, potenciales y desafíos particulares. Está en nosotros ponerlos en marcha, en lugar de quedarnos en posiciones de debilidad o impotencia.
Puedes decir que esto es una teoría. De acuerdo. La otra también entonces. ¿Cuál eliges? ¿Una que te victimiza o una que te empodera? ¿Una que culpa y te culpa o una que te responsabiliza (responde a tu elección)? ¿Una que te marca para siempre o una que te da libre albedrío? ¿Una en la que eres esclavo o una en la que eres un ser creador?
Como mencioné alguna vez, me di cuenta en mi juventud de que vivía mas en mi imaginación que en la realidad. En lugar de tomar esto como una discapacidad, fue un desafio para evolucionar. Cada vez que leía algo o hacía un curso, lo único que me importaba era cómo llevarlo a mi vida cotidiana. Entrené mi mente para ser práctica y concreta, para ver las múltiples posibilidades y facetas tanto de mí como de la realidad, sin perder el fuego de mi deseo del alma. En fin, para vivir entre dos mundos. Eso es lo que te ofrezco. Una asesoría vivencial, porque ya he estado ahí y sé que se puede y cómo hacerlo.
Cuento esto porque quiero compartir no sólo mi experiencia sino la oportunidad siempre presente de transformación que poseemos. Está en nosotros tomarla y dejar atrás odios, culpas, sufrimientos y victimizaciones. Nuestro destino es crear. Si te decides a hacerlo desde la visión y el poder del Ser y no del Ego, aquí estoy.
En donde haya una desconexión entre ustedes mismos y el corazón de la Madre Tierra, esto normalmente es una cuestión o una emoción con su madre. Ahí donde haya una desconexión con el corazón del Padre Cielo, esto normalmente es una cuestión o emoción que tenga que ver con su padre. El niño interior, en este estado de su desarrollo, opera a través del centro del corazón. Si las cosas con su madre y padre interior no son resueltas, y no hay conexión entre el chakra base del corazón de la Madre Tierra y el chakra de la corona del Gran Sol Central, entonces el niño interior no se sanará.
Tan pronto como ustedes resuelvan las cuestiones con su madre y padre, entonces las cuestiones con el niño se resolverán. Es muy importante que comprendan esto y una vez que lo hagan, su sanación se producirá rápidamente y sabrán con exactitud hacia dónde se dirigen. Ya no seguirán deambulando sin rumbo sino que se dirigirán en forma directa hacia su conexión con lo Divino; esto con una total y plena comprensión de la forma en la que trabaja su energía en su primer paso del viaje hacia la conciencia. Con cada emoción o cuestión que ha sido resuelta viene un nuevo nivel de conciencia. Recuerden, la conciencia es amor.
Canalización de Kryon por David Brown
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