Me despierto y siento el calorcito dentro de mi cama. Mi piel roza las sábanas suaves, respiro y me desperezo lentamente. El mundo comienza a entrar en mi conciencia. Escucho el viento frío golpeando la ventana. Me encanta estar abrigada, bajo un techo, sin obligaciones de levantarme por nada. Los ruidos de los autos y colectivos interrumpen el silencio. El sol que ilumina el living se cuela por la puerta apenas entreabierta. Parece un lindo día. Me acaricio la piel, agradezco al cuerpo, me beso las manos y las pongo sobre mi cara, me lleno de salud y alegría. Pienso en algunas cosas que voy a hacer y en otras que me gustaría. Doy vueltas, me entreduermo, disfruto de estar, del momento... suena el teléfono... salto a atender... la vida sigue...
sábado, 24 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario