Estos días, estoy haciendo una serie de insights muy fuertes acerca de mis cualidades y llegué a la conclusión de que ¡soy maravillosa!
Esto que suena soberbio es algo que no puedo creer que diga de mí misma. Durante gran parte de mi vida, me he disminuido y he descreído de lo que era y hacía (con la consiguiente soberbia –ésta sí verdadera- para compensar). A pesar de eso, seguí constantemente buscando dentro mío mi camino y mis merecimientos.
Desde chica, me sentí rara. Captaba cosas de los demás que ellos mismos no concientizaban, veía la vida distinta, escuchaba otra canción. Aunque esto me trajo mucho sufrimiento, decidí que así era yo y que no era cuestión de “adaptarme” sino de encontrar el para qué era de esa forma. Pasó mucha agua bajo el puente y, finalmente, me di cuenta de mi camino como Terapeuta. Siendo una pionera de la Nueva Energía, pasé por una nueva serie de experiencias y las acepté como otra vía que se me abría.
Está de más contar los problemas económicos que han sucedido, las miradas extrañadas o reprobadoras de otros, mis propias dudas y miedos, las muchas oportunidades de tirar todo por la borda y hacer lo que los otros. Esto implicó momentos de gran dolor e incertidumbre y momentos de alegrías y destellos deslumbrantes.
Hoy, estoy en paz conmigo y, además, estoy feliz de haber sido consecuente con lo que sentía y pensaba, de haber continuado cuando todo parecía terminar en nada. He llevado una vida llena de “errores”, de experiencias “fallidas” por las cuales aprendí enormemente y que he capitalizado para mí y para otros. No me he amargado ni resentido por ello; me aprecio por esa inocencia entusiasta que tengo. He logrado mucho con poco.
He sido mucho sin reconocerlo. Ahora, me enfoco en mis dones, que son los que sirven exactamente a lo que hago:
- sabiduría práctica basada en la experiencia;
- reconocimiento de las falencias y los potenciales;
- dirección hacia el mejor cauce de los propósitos individuales;
- percepción del medio ambiente y devolución filtrada, mejorada y frontalmente cierta;
- expresión y canalización de pensamientos únicos;
- coordinación de recursos, conociendo los puntos débiles y potenciando los fuertes;
- vivencia total en el presente, usada para reflexionar y aprender;
- creatividad como contribución a los demás: “mi vida es mi creación y te la ofrezco como un ejemplo de lo que cada espíritu puede hacer”;
- sensibilidad artística para explorar el misterio, la belleza y la profundidad de la vida;
- pasión por saber, por explorar, por vivir, por aportar;
- transmisión de alegría, de entusiasmo, de sensibilidad;
- impulso para aprender, para integrar, para continuar, para descubrir el propósito y tenacidad para lograrlo;
- aprecio por lo corporal, por sus mensajes y por el placer de vivir a través de lo físico;
- evaluación crítica con el fin de mejorar, de evolucionar;
- capacidad de organización y estructuración;
- fluidez y ritmo;
- facultad natural de guiar hacia nuevos caminos, con gracia, fuerza, serenidad, centración y constancia;
- intuición tendiente a un perfeccionamiento pleno de creatividad y belleza;
- búsqueda de amor, armonía, abundancia y alegría para todos.
He escrito esto para mi misma, para continuar reconociendo mis virtudes y agradeciendo cada día el valor de mi vida. Como actúo por invitación, si te sirven, invítame a tu vida.
miércoles, 15 de octubre de 2008
Estoy tan feliz... conmigo!!
Publicado por Laura Foletto en 13:01
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