miércoles, 16 de abril de 2008

Encuentro cordobés

Tal como nos habíamos prometido, cinco amigas fuimos a visitar a Roxi a Villa Giardino, adonde se mudó hace poco con su esposo. Amelia desde La Plata, Cata desde Chile, Marilú desde Moreno, Olga y yo desde Capital nos reunimos en una hermosa casa en la ladera de la sierra y nos llenamos de verde, de paz, de belleza, de charlas, de comida, de paseos, de amistad.

Con dos primeros días muy fríos (y con algo de lluvia) y otros dos soleados, aprovechamos para compartir lo que nos estaba pasando a cada una en una comunicación respetuosa, divertida y cariñosa. Con situaciones de vida muy diferentes, con pasados muy variados, con experiencias muy distintas, podemos hallar la unidad en la diversidad con alegría y bonitas propuestas. Ahora, nos prometimos encontrarnos en Santiago.

Todas coincidimos en el efecto “Naturaleza”: una baja instantánea en los decibeles, una entrada en alfa automática, que permite apreciar los beneficios de la quietud en lo interior. Hoy, me resulta difícil estar en la ciudad. Todavía me dura la calma y me cuesta la pesadez de Buenos Aires. Ya entraré en órbita…

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