Tomo los fértiles comentarios de la entrada anterior, los enlazo con la de “Padres de uno mismo” y aporto algo más. Los hijos activan los niños internos de los padres. Por eso, la paternidad es tan desafiante. Lo que fue aprendido podrá ser transmitido con simpleza y cariño. Lo que todavía está oculto o pendiente será espejado y agrandado.
Es una buena práctica preguntarse qué asunto inconcluso los hijos están mostrando con sus comportamientos o demandas para solucionarlo en uno mismo. De esta forma, la clave pasa a la siguiente generación en lugar del problema.
martes, 16 de octubre de 2007
De padres e hijos
Publicado por Laura Foletto en 18:04
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