Cuando comenzamos a perder relaciones, dinero,
empleo, ilusiones, energía, la primer tendencia es achicarnos más. Se ve claramente en lo económico. Ahorramos y nos empequeñecemos hasta que
terminamos en nada. En realidad, se trata de una invitación a expandirnos, no a achicarnos. Es necesario
revertir concientemente esta normal
propensión y atrevernos a correr los límites más allá. Proponernos aumentar nuestros ingresos y
empujar esa estrechez de miras. ¿Te
privas de un café, de una salida, de ropa interior? Eso sólo muestra la poca confianza que tienes
en ti y en el Universo. Cuanto más
sufras, te restrinjas, muestres tus carencias, más coartas el ingreso de la
abundancia porque estás vibrando en la limitación y esas dos cosas no son
compatibles. Saca a relucir tus sueños y
libera tu potencial para la magnificencia.
Sí, te lo sigo diciendo, no le
temas a la palabrita… ni a los cambios que pueda producir en tu vida. Haz lo mismo en las demás áreas: no te conformes, no te reduzcas, no renuncies. Aspira a lo mejor de ti.
Otra tendencia que se nota es una a dejar que la Vida decida… en otras palabras, “cómo ya no sé qué hacer, mejor dejo que pase lo que sea, así tengo a quien echarle la culpa”. Malas noticias: no funciona más. O decides adónde vas o nada va a pasar. O peor, va a pasar lo que tu Ego repetitivo conoce: lo mismo de siempre, pero más grande. Esto no quiere decir que va a suceder ya. Tú marcas la tendencia. Las cosas sucederán cuando tengan que suceder. Esto implica PACIENCIA, ESPERA. Sé por experiencia personal lo difícil que resulta hacerlo; sin embargo, empujar, obligar, abandonarse, luchar, enojarse no son soluciones. Tenemos que poner lo mejor de nosotros, entregarnos y esperar por las sincronicidades. Cuando éstas aparezcan significará que todo está listo (personas, recursos, lugares, situaciones, tiempo correctos) y que fluirá fácil, sencilla y eficientemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario