A raíz del ofrecimiento de “Tres sesiones para cambiar tu
vida”, me preguntaron qué clase de temas trataba y cuál era mi método. En principio, eso me indicó que muchos no han
visitado mi sitio, en el cual hay muchísima información gratuita para leer y
practicar (te invito). Luego, que se piensa que hay problemas a
tratar en lugar de que es uno el que crea el problema, así que el que se trata
es uno y no el problema. Por último, mi
meta es la integración, por lo que no hay un método sino una visión holística
arraigada en recursos corporales, mentales y espirituales para concretar en la
vida cotidiana.
¿Por qué crees que estás fuera de lo que te sucede? ¿A qué se debe que ves tus asuntos y el mundo
que te rodea como si no tuvieran que ver contigo? ¿Por qué te sientes insuficiente, inadecuado,
imperfecto, y buscas completarte con los demás, con los bienes materiales, con
la lectura, con lo que sea? Porque estás manejado por el Ego. ¿Y qué es el famoso Ego?
En palabras simples, es eso que llamas “Yo”: “yo soy Juan,
trabajo en tal lado, tengo esta familia, me gusta tal cosa y me cuesta tal
otra, tengo un auto, etc.”. Es eso que
te define y con lo cual te identificas: “yo soy bueno, generoso, celoso,
esforzado, malhumorado”. En otra
perspectiva, el Ego es una herramienta
del Alma. Aquí, vamos abriendo el
panorama.
Tú eres un Espíritu (una chispa de Dios/Diosa), que tiene un Alma (un
Ser único que organiza sus experiencias en múltiples dimensiones en su travesía
como co-creador), que tiene un Ego (un instrumento operativo en este planeta).
¿Qué implica este Ego?
Al manifestarse a través de un cuerpo, éste lo condiciona de muchas
formas:
- tiene miedo de las enfermedades y de la muerte (el cuerpo se desintegra, el alma es eterna);
- se siente separado, ya que considera al “otro” como un sujeto distinto y alienado de sí mismo;
- está limitado, porque el cuerpo tiene ciertos restricciones que no puede superar;
- se considera una entidad solamente física porque los sentidos (sobre todo la vista) así lo muestra, por lo que separa lo material y lo espiritual;
- por definición, siempre le falta algo, por lo que busca la perfección, la completitud, la valoración en el afuera;
- como no está conectado a la fluidez y abundancia del Universo, logra sus metas a través del control, el esfuerzo y la lucha;
- cree, por la sociedad en la que vive, que sólo tiene esta vida y luego o no hay nada o hay un mundo espiritual que lo enjuiciará por lo que hizo en esta única vida.
¿Cuándo saldrás de
este círculo vicioso? Cuando despiertes
a esta verdad, cuando seas conciente de que eres un Ser espiritual en una
experiencia humana. Mientras continúes dormido, repetirás incesantemente
los juegos del Ego, los que aprendió en la infancia. Tus
Niños Internos (o los traumas que atravesaste, o los Aspectos que surgieron de
ellos -como los quieras considerar-) son las formas en que el Alma organiza sus
aprendizajes en esta encarnación.
Por eso, son tan persistentes e intensos.
Al ser emocionalmente resistentes, crees que no puedes con
ellos, te sientes vulnerable y te llenas de defensas para protegerte del dolor
y la fragilidad. Sin embargo, cuando puedes enfrentarlos y considerarlos como esas
maravillosas oportunidades de expansión y creatividad que son, iluminas esas
sombras y accedes a fuentes de amor, poder y serenidad inimaginables… las del
Alma.
A eso me dedico. A
mostrarte rápidamente tus desafíos y tus potenciales y a concretarlos. A enseñarte que eres un Ser pleno de recursos
que crea su mundo de adentro hacia fuera.
Eso que ves como tu problema es tu solución. Esa fragilidad que sientes es tu poder. Ese sueño de una vida distinta es tu
verdadera vida. Tu cuerpo es una metáfora: abre los ojos por primera vez y aprecia la
magnitud de tu existencia, de Todo Lo Que Es.
Abraza la Vida.
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