Hay dos clases de bellezas que me inspiran, me vuelan, me dan plenitud. Una es la de la Naturaleza. La otra es la de la cultura. Me encanta ir a museos, instalaciones, teatros y apreciar la enorme creatividad de la humanidad.
Hace un tiempo, en el Museo de Arte Latinoamericano Malba, encontré una maravillosa exposición de Carlos Cruz-Diez: "El color en el espacio y en el tiempo". Adoro esos cuadros en los que me puedo internar y jugar con ellos, moviéndome alrededor, imaginándome nuevos cuadros y nuevos mundos. Cruz-Diez creó una técnica tan singular, que permite ver cien cuadros en uno. ¡Impresionante!
Este fin de semana, fui al Museo del Tigre. Está instalado sobre el antiguo Club Social Tigre, a la orilla del Río Paraná. Han hecho una preciosa reconstrucción, con jardines que acompañan el conjunto; es una verdadera maravilla arquitectónica, con buenos cuadros y un entorno soñado. Un gran paseo para un fin de semana: belleza natural y cultural en el mismo espacio.
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