lunes, 22 de febrero de 2010

¿Te resistes a los cambios?

El otro día, un paciente me decía que sentía que ir más profundamente en sus temas era como enfrentarse a un tigre, solo, desarmado, en medio de la selva. Le contesté que no había tal tigre sino un niño de cinco años, esperando su contención y amor. Y que no estaba solo, yo lo acompañaba.

Las resistencias a los cambios son un tema crucial, tanto en la terapia como en la vida en general. En un Boletín anterior he tratado este asunto, pero hoy quisiera poner la atención en otro enfoque: la Nueva Energía. Si no estás al tanto, lee mi artículo en el sitio. Me he involucrado (al principio inconcientemente y, luego, con plena responsabilidad) en instaurar un naciente mundo en esta bendita Tierra. Soy un puente entre lo nuevo y lo viejo y, como tal, ayudo a los que deseen cruzar. Mis estudios y, sobre todo, mis propias experiencias como pionera me han servido para guiar a otros en el camino.

Como Terapeuta, he notado los cambios que se han ido produciendo a lo largo de este tiempo, en los diversos vaivenes del establecimiento de la Nueva Energía. 2010, al que muchas Entidades llaman “el Año de la Manifestación”, ha sido particularmente notable desde el comienzo.

Lo que hemos estado trabajando interna y externamente está comenzando a moverse y concretarse, de una forma sencilla, sincrónica, fluida, amorosa. ¿Qué tiene esto que ver con las resistencias? Una de las razones por las que las personas no quieren hacer terapia verdaderamente (porque también se puede “ir” a terapia, pero no hacer ningún trabajo interno profundo) es la idea de que afrontar sus fantasmas del pasado es demasiado penoso y difícil.

No voy a negar que enfrentarse a determinadas situaciones infantiles o darse cuenta de que se pasó la mayor parte de la vida engañado o dormido es un momento doloroso, pero es eso: un momento. O varios. Pero jamás de la magnitud de una existencia basada en la mentira, la negación y el sufrimiento.

¿Cuál es la mayor falsedad? Que somos sólo ese Ego que se engancha del pasado y lo arrastra como un castigo, golpeándose el pecho como una víctima inocente, mientras lo repite sin cesar. No hay tal inocencia. Todos hemos elegido entrar a esta dimensión de dualidad y llevar a cabo este juego de espiritualizar la materia.

¿Cuál es la diferencia ahora? Que el velo se está levantando y es mucho más fácil conectar con el Ser que somos y dejar atrás las ilusiones del Ego. Como dijo Einstein, ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel en que fue creado. No resolverás tus problemas del Ego con más Ego.

Ya sabes que adonde pones tu energía, eso se incrementa y que atraes de acuerdo a tu vibración. ¿Qué puedes esperar entonces si sigues identificándote con los dramas que tu Ego fabrica, si los refuerzas con tus creencias de que son enormes, incomprensibles, sin solución? Cuando comiences a subir y a ver tu vida desde la verdad del alma, tu rompecabezas se alienará y podrás apreciar todo lo que pasaste como el juego que tú mismo creaste.

Te será más sencillo liberar no sólo tus resistencias sino las experiencias mismas porque ya no te engancharás emocionalmente de ellas. Al soltar los reclamos del Ego, podrás centrarte en la evolución y la expansión que es la esencia de tu Ser. En lugar de someterte a la negatividad, podrás afirmarte en la potencia que traes para crear y disfrutar.

El Ego es tu instrumento, no tu dueño. Ahora, que están cayendo las supuestas certezas y logros que te prometió, tanto en lo personal como en lo social, las crisis que sobrevienen son las oportunidades de oro que tienes para volverlo al lugar que siempre debió ocupar. Cuando aparece una crisis, esto indica la fractura de una rigidez del Ego, lo que constituye una ocasión para la liberación y el crecimiento posterior. Úsala porque es cuando más cercano estás a la sanación.

Muchos han estado trabajando diligentemente en su interior y están cansados y casi desilusionados. No caigas justo ahora. Este es el comienzo del cambio. Eso sí: requiere decisión y concreción. Si tú no eliges y te comprometes, nada se moverá. Estamos listos para reclamar nuestro poder y crear. La ayuda vendrá cuando estés bien plantado y centrado.

Niégate a continuar usando el vestido de la pobre víctima cuando eres el soberano de ti mismo y estás rodeado de asistencia infinita y amorosa. Despierta, abre los ojos y ve la Luz que alumbra toda sombra. Acéptate en tu magnífica encarnación y maravíllate en tu luminoso Ser. Te acompaño.

2 comentarios:

jose angel dijo...

Hola Laura,
me parece hermoso tu mensaje, a mi me ha llegado profundo, me has dado animo, porque es cierto, a veces se siente uno solo, medio loco, si no estas preocupado y ocupado en tener mas y ser alguien te ven como un idealista alejado de la realidad.

un abrazo

Anónimo dijo...
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