miércoles, 12 de agosto de 2009

A la pesca de comportamientos

Me gusta ver realitys… me gusta observar los comportamientos de las personas. Desde hace unos meses, me enganché con “Pesca mortal”, acerca de la captura de centolla y cangrejo en el Mar de Behring. En un ambiente impiadoso, con olas de varios metros, jornadas de 36 horas, vientos feroces y temperaturas extremas, salen a relucir lo mejor y lo peor de los hombres.

Un novato que, en su primera temporada, hace todo lo que le ordenan con buena disposición y alegría, esperando ser reclutado. Al conseguirlo, en la segunda temporada, comienza a pelearse con sus jefes porque no tolera que lo manden y no le importa que lo echen porque “hay montones de barcos que esperan por mí”.

La tripulación con ánimos en sube y baja, de acuerdo a la pesca. Después de tirar las jaulas, en las expectativas de si vendrán vacías o llenas, todo es esperanza de hacer mucho dinero, en poco tiempo, con un alto riesgo. Si vienen repletas, todo es jolgorio, risas, camaradería. Si vienen vacías, todo es resentimiento (con el capitán, porque no ubicó un buen lugar; por las horas trabajadas sin parar), roces y peleas con los compañeros.

En cada temporada, hay algún barco que se hunde y pocas posibilidades de que alguien sobreviva en aguas bajo cero. Cuando esto sucede, cada uno se plantea su vida y su muerte, su trabajo, su familia.

Las personalidades (los Egos) emergen en su esplendor o su bajeza, al ritmo de cada ola gigantesca que golpea los barcos. Espuma a la espuma...

1 comentario:

Concha Barbero de Dompablo dijo...

A mí también me gusta por la misma razón que indicas, Laura. Aunque los comportamientos que observamos no son lo más éticos en muchas ocasiones, hay algo que valoro en las personas que participan en estos programas:

-No les importa la exposción a la opinión pública (el temido "qué dirán").

-Tienen menos prejuicios y, por lo tato, son más libes que quienes nunca lo haríamos.

Y sí, es escaparate de egos, envasados en un televisor ;-)

Un abrazo.