lunes, 2 de enero de 2012

Iridiscencia

Estaba leyendo una canalización de las Reconexiones, a través de Steve Rother, acerca de dar espacio a la Luz que portamos:

¡Baila en la luz!

Puesto que la mayoría de ustedes son maestros, sanadores, y los que eligieron ser los primeros en cruzar la puerta y mantenerla abierta para todos los demás, están siendo llamados a la acción. Les pedimos que no le teman a su luz. Denle la bienvenida a su brillante luz y a todas las formas que ésta va a tomar. En lo que a muchos de ustedes respecta, los demás verán su luz antes de que sean capaces de verla en ustedes mismos; pero por fin están despertando de su sueño. Su mayor deseo era andar por la Tierra con todos sus poderes y ahora eso está sucediendo. Está ocurriendo tal como lo habían soñado; de la manera en que lo pusieron en marcha con todo su corazón y con su propia energía. ¡Bailen en esa Luz! Canten esa canción, escriban ese libro, anclen la Luz de todas las formas que puedan y estarán abriendo espacio para mucha más luz de la que jamás soñaron que fuese posible. Se sentirán cómodos con su propia belleza, algo a lo que la mayoría le teme más que a la muerte. Está bien que se vean a sí mismos como seres humanos; está bien que se encuentren a sí mismos, en tanto puedan aceptar sus imperfecciones. Queridos, prepárense para perderlas. Han creado una magia que va más allá de su comprensión.

Se me saltaron las lágrimas y me sentí profundamente identificada.  Hace tiempo que espero esta oportunidad y las cosas están moviéndose de maneras "misteriosas", sincrónicas, fáciles. 

En ese instante, esta canción de Gustavo Cordera estaba sonando:

Cada golpe da el final
de lo que hasta ahora fue estable y normal.
Al llamado de atención
le da vida un percutor
iridiscente.
Siento que te pongas mal,
tu dolor es mi dolor;
si algo duele, duele a todos.
Pero es de humano negar,
si algo tiene que cambiar
todos cerramos los ojos.
Y atravesando el miedo está la libertad.
Será tu oportunidad,
aunque suele violentar,
humillando tu autoestima,
pero sólo lo que lastima
provoca un poder revolucionario.
Cuánto más hay que pagar,
con energía vital,
la expulsión del paraíso.
Y al despertar del hechizo,
la crueldad nos da ojos clarividentes;
atravesando infiernos
está la claridad.
Pero es de humano negar
si algo tiene que cambiar
todos cerramos los ojos.

"Y atravesando miedos está la libertad".  Ya no tengo miedos.  Es extrañamente maravilloso darme cuenta de esto.  Alguien me dijo una vez que la libertad que yo deseaba estaba uncida al amor.  Parada en el filo del abismo, con los ojos y el corazón bien abiertos, bailo en la Luz.  ¡Qué bendición!  Gratitud.

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