sábado, 3 de septiembre de 2011

Reconocimientos en el camino

“Dos personas se aman únicamente cuando son capaces de vivir la una sin la otra, pero deciden vivir juntas". Esta frase de M. Scott Peck resonó en mí hace años y, estos días, la vi en algún lugar y volvió fuerte el impacto de sus libros. “El camino menos transitado” fue, desde el título, una invitación. Siempre, tomé ese camino (y lo sigo haciendo) como algo que viene incorporado, sin necesidad de decisión ni estrategias: es simplemente así. Hasta en las más mínimas y simples posibilidades, como andar por la calle, tomo el camino menos transitado. A través de los años, esas sendas alternativas, recorridas por pocos, tan personales y distintivas, están siendo seguidas por muchos otros y me regocijo en ello.



La frase del comienzo fue fundamental en mi vida, no sólo como paradigma en una pareja sino en cualquier relación, hasta en la terapéutica. El pegoteo, la simbiosis, la dependencia, el sometimiento, la obediencia, el drama de “no puedo sin ti” (típica de los boleros y las canciones románticas) suena seductor pero es destructivo para ambos. En una relación terapéutica más. Movilizar el poder potencial del otro es imperativo y debería ser el don que ofrecemos amorosamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me identifico con su pensamiento