Nietzsche dijo: “La actividad constante es el refugio de quienes temen encontrarse consigo mismos”. Es una verdad muy experimentada en estos tiempos. La misma sociedad incita la ocupación continua, los estímulos a ser “completos”: trabajar; tener familia, amigos, grupos; distraerse (televisión, cine, internet, juegos, etc.); estudiar; ejercitar el cuerpo; concurrir a actos culturales y muchas otras “obligaciones” del individuo contemporáneo… ni los chicos se salvan de estar ocupados todo el día! Y las mujeres son las más presionadas para ser y tener todo.
Esta enorme dispersión de lo que, se supone, nos hará felices y plenos sólo contribuye a una defragmentación de lo que somos, a estar afuera de nosotros mismos, creyendo que encontraremos en el exterior lo que nos dará significado, propósito, paz, satisfacción.
Cuando encontramos un momento de silencio o de inactividad nos angustiamos, salimos huyendo a hacer algo porque no soportamos todas esas voces yermas, desesperadas, sufrientes, depresivas. Al principio, cuesta quedarse y escuchar, aceptar, sanar, movilizar esos aspectos hacia la verdadera esencia, ésa que rezuma serenidad, confianza, amor. Sin embargo, es el único camino. Así, nos damos cuenta de que los cantos de sirena de la sociedad sobre Hacer y Tener son insustanciales y vacíos y que jamás podrán reemplazar al Ser.
3 comentarios:
Yo soy una de esas personas superactivas y este comentario me revuelve un poco mi interior, porque en realidad creo que huyo de mi misma y necesito un tiempo para escucharme, aceptarme, sanarme y todo eso. Gracias por recordármelo y así intentar ponerlo en práctica.
Me alegro que mi comentario te haya hecho dar cuenta de esta actitud. Yo lo experimenté hace muchos años, cuando no podía quedarme sentada ni dos minutos porque sentía un cosquilleo interno que me levantaba literalmente a hacer cualquier cosa. Pero me sobrepuse y me quedé y me pude escuchar hasta que, por fin, encontré la maravillosa paz de simplemente SER.
Gracias por tu comentario. Estoy a tu servicio si necesitas ayuda. Te mando un gran beso.
Muchas gracias Laura.Si es cierto que tu comentario me ha hecho reflexionar al igual que lo hago cuando leo algo relacionado con tema de "nuestro interior", pero es tan difícil conseguirlo en esta vida tan rápida que todos llevamos y yo siempre fui exageradamente activa y me cuesta, lo que tú decías, estar tres minutos sentada, parece que me pica todo el cuerpo y me pide movimiento, pero.....cómo empezar a escucharse a una misma cuando se lleva una vida tan intensa, trabajo, 3 hijos, marido, casa y encima una quiere tener su tiempo libre para escapar un poco de la rutina y hacer cosas que no son precisamente escuchar mi interior. No creas que estoy con este tema desde hace tiempo, pero..........no sé cómo empezar. Muchas gracias y besos desde Asturias.
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