viernes, 30 de abril de 2010

Cambios refrescantes

Desde hace tiempo, cuando hacemos gimnasia china en la plaza, vemos venir a un señor muy mayor. Es alto, delgado, buen mozo, puntillosamente vestido con traje, chaleco, moñito al cuello y boina. Se sentaba con su diario y lo iba leyendo, mientras nos pizpeaba hacer nuestra gimnasia y danzas. Hace un par de meses, viene sin el diario y se pone a imitar nuestros movimientos, con suma dificultad. Sentado, mueve los brazos y trata de seguir lo que hacemos. Es muy tierno...

Últimamente, la mayoría de mis amigos y conocidos son mayores que yo. Son personas llenas de energía, de proyectos placenteros, de ganas de disfrutar el momento, de compartir sus experiencias con alegría y respeto. La paso muy bien con ellos.

Otra cosa que me llama la atención es la cantidad de pacientes masculinos que tengo. Siempre, estuve rodeada de hombres y me llevé genial con ellos. Ahora, cada vez vienen más hombres a encontrarse consigo mismos y a vivir según otros parámetros (algunos trabajan en empresas y otros tienen sus propios emprendimientos, pero quieren hacerlo desde nuevas visiones y actitudes).

Estoy muy feliz con estos cambios.

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