Venía leyendo en el colectivo y levanté la vista: el viento del sur movía las ramas de un árbol como si fueran hadas verdes. No podía dejar de mirarlas. Era dulce, melódico, cimbreante, dócil, jubiloso, risueño. Duró segundos y me quedó la sensación en el corazón.
Siempre, he tenido una enorme conexión con la Naturaleza. Últimamente, siento algo que supera esto. Es como si fuera Ella fuera un regalo, un marco sensible y cambiante, un vínculo energético, kármico, creativo, expresivo. No sé explicarlo, pero vivo agradeciéndolo continuamente.
jueves, 15 de abril de 2010
Conexión natural
Publicado por Laura Foletto en 17:26
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2 comentarios:
que bonita percepcion de lo que nos rodea eso es estar presente en lo que realmente tenemos que es el dia de hoy Salmos 118:24
Sï, Rhalp, esas son las maravillas con que nos encontramos cuando estamos presentes. Gracias.
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