La energía denominada Ego, es la que te impulsa a querer ser siempre "el mejor", "ser más rico", "el más poderoso de todos", "el más listo", "el más agradable", "el más bonito físicamente", "el más popular en la clase, o en la oficina, o en la escuela, o en el trabajo", "el más agraciado con tu jefe, con tus familiares, con tus vecinos", "el más honesto y franco", "el más valiente y atrevido", "el más consentido", en fin, el Ego es esa Energía que te hace movilizar la adrenalina de tus químicos internos cerebrales, y que por consecuencia, cuando NO LOGRA SER TODO ESO, hace que tu hemisferio cerebral izquierdo sienta envidia, humillación, que han herido "tu amor propio", coraje, deseos de venganza, rencor , etc., y también hace (y casi al mismo tiempo), que el hemisferio derecho cerebral sienta emociones de sufrimiento, de estrés, de drama emocional, de "soledad", de abandono, de complejos de inferioridad, de dependencia, de orgullo lastimado, de hacer sentir lástima a los demás, vamos, de "hacerse la víctima", para poder recibir pedacitos de cariño de donde provengan... es, en una palabra, la Energía más fuerte que hoy en día nos acompaña desde la mañana hasta la noche, eso es el Ego, una fuerza energética que, si lo HACEMOS nuestro amigo, podríamos realizar maravillas con nuestros sentimientos y emociones en el diario vivir.
Y es que el Ego no está para erradicarlo, para expulsarlo de nuestro interior, para sacarlo por la fuerza con prácticas de meditación, oración o yoga, no, nada más fuera de la realidad, pues esa Energía Creada por nosotros mismos (con los paradigmas aprendidos de los abuelos y padres, y que nos fueran enseñados desde que teníamos siete años, bueno, los paradigmas nos los hicieron saber desde que nacimos, pero sólo a esta edad, tuvimos la capacidad de empezar a forjar nuestros fantasmas intelectuales que aun nos acompañan), es la base y el impulso para poder desear y querer experimentar ese "otro lado", denominado UNICIDAD (o también llamada según nuestras creencias, religiosidad en los católicos, hermandad en los Cristianos, unión con Alá en los musulmanes, altruismo en los Budistas, perfección en los Hinduistas, etc.), que es lo contrario a Dualidad, pues en la dualidad el Ego transmite sólo las acciones diarias de nuestro hemisferios cerebrales, sin llevar consigo un sentimiento de unidad, ni solidaridad, y mucho menos de altruismo, pues el hemisferio izquierdo, por lo regular, es el que comanda los actos del ser humano por medio del Ego, y éste en la dualidad está desconectado totalmente del corazón al actuar para con el prójimo. Por el contrario, en la Unicidad , el Ego es comandado diariamente por el Corazón y el sentimiento del Alma, que son los que dirigen al cerebro (y sus dos hemisferios, que poco a poco se empiezan a unificar), y este transmite las acciones al Ego, y entonces cuando es así el Ego se convierte, como por arte de magia, en la palabra Personalidad, o sea, cuando es comandado por el cerebro es Ego, pero cuando es comandado por el Corazón y el Alma es Personalidad. Sí, es sólo cuestión de palabras, que creo aquí en la tercera dimensión, nos ayudan bastante.
El Ego es como un corcel salvaje en espera de que se le dome con paciencia, voluntad y mucho cariño, pues sin esas cualidades es como un niño que salta a las primeras de cambio cuando no es atendido rápidamente con su biberón, y es que la paciencia y la voluntad deben ser continuas, sinceras y con muchos deseos por avanzar diariamente, es como ese cuidado intensivo de algún ser querido que está convaleciente de una operación, el estar atentos al menor movimiento para que no se sienta "solo".
El Ego cuando empieza a ser dirigido por el Corazón y el Alma empieza a ser cabalgado por nuestro Ser Interno, y se empiezan a recrear las benevolencias en sus acciones diarias, ya no se representan los llamados “dramas de control”, ya no existen emociones encontradas, ni heridas, ya no hay víctimas de nadie ni de nada, pues el Ego ha sido domado y, de ser un corcel salvaje, es ahora un potro de cuarto de milla, valiente, seguro de si mismo, honesto, condescendiente. ... la Lámpara de Aladino ha sido limpiada de su polvo que ocultaba y empañaba la belleza de su hechura, y así, ya están dadas las condiciones para que "aparezca" el Genio de la Lámpara, ese Ser Interno Crístico, que hará que más de tres deseos te sean cumplidos, pues cada deseo decretado en comunión contigo mismo será una realidad manifiesta, pues hay que reconocer que, a pesar de ser creadores por naturaleza, "nunca no la hemos creído", pues nuestro hemisferio izquierdo siempre ha pedido pruebas de ello, y en esa duda, nos hemos quedado siempre varados en el camino, a medias de convertir un pez en miles de peces, un vaso con vino en miles de de ellos que lo contengan.
Sino, preguntémonos: Cuando un niño aprende a correr, ¿cuánto tarda para dominar esa situación?, ¿cómo empieza, acaso de estar postrado cerca de meses en la cuna, salta a correr?.... necesita paciencia, mucha voluntad, tropiezos, caídas, raspones, golpes, gatear, trastabillar, caminar con andadera, dar pequeños pasitos, caminar solito, caminar erecto y sin bamboleo, y finalmente llega el premio de levantar la cosecha , después de "haber sembrado la semilla en la Tierra " puede correr, y cuanto estuvo ese niño en la condición anterior de no caminar, nueve meses en formación y quizás 12 ó 14 meses más aprendiendo. Y nosotros llevamos tantos años de vida en la materialidad, ya estamos más que acostumbrados a ella, nuestros días son dedicados a las acciones de satisfacer sólo nuestras necesidades físicas y mentales y no tenemos como ese niño, 22 meses en ello, tenemos años, repitiendo los mismos actos, ya estos se han cristalizado en nuestra mente, ya se realizan como en automático, pues nuestro ego manejado por nuestro cerebro cada mañana se viste con una armadura, un escudo y una espada, y sale a la calle a guerrear, a estar siempre a la expectativa, de "que no me ganen el puesto que me ha costado años conseguir", "de no perder a mi pareja sentimental" , " de que mi negocio no se vaya a cuestas", " de esto....", "de aquello...." , siempre en la preocupación y el miedo de pérdida de algo o de alguien, o de ser "echado a un lado", miedo de nunca ser el último, de no quedar "solo" nunca, miedo al pasado , al futuro, etc.
Entonces, porque deseamos cambiar en tiempo tan corto y nos desesperamos rápidamente si no vemos resultados, nuestro ego empieza a culpar a todo lo que se encuentra a su paso. ¿Y la voluntad y la paciencia?, ¿por qué nos fijamos afuera de nosotros para querer saber si estamos cambiando?, ahí empezamos mal, el cambio es INTERNO, y si cambiamos internamente, entonces el cambio es por antonomasia EXTERNO. No debemos buscar parámetros externos para decirnos cuánto estamos cambiando internamente, nunca debemos hacer esas comparaciones, pues ahí el ego nos da la respuesta que desea escuchar: “entre más cambio, menos soy comprendido por los demás...” y ahí termina la búsqueda, ahí termina el trabajo, la poca voluntad y paciencia han terminado en ese "razonamiento" tan dualista.
Si queremos comparaciones, entonces preguntémonos cosas simples, por ejemplo cómo pintar una casa, ¿cómo empezamos, arriba del color viejo y sucio que tenía? ¿O primero quitamos esa suciedad para apenas empezar a pintarla con esos colores nuevos radiantes? ¿Qué es más difícil? Primero quitar la vieja capa de pintura y después aplicar la nueva. Lo es, pero eso es lo correcto: hay que limpiar primero, para poder empezar... primero tenemos que limpiarnos internamente para poder irradiar externamente y empezar a "ver y sentir ese cambio". Nunca al revés, no podemos pedirle a la gente que se comporte para así empezar a cambiar nosotros... el cambio empieza con nosotros, de adentro hacia fuera.
Y no tengamos esos engaños mentales de desear ver en los demás lo que es mío, lo que estoy empezando a practicar... si deseamos tener Parámetros Medibles de nuestros cambios internos, preguntémonos lo siguiente:
- ¿Cuántas palabras negativas dije hoy, con respecto de ayer?
- ¿Cuántos pensamientos oscuros tuve hoy, con respecto de ayer?
- ¿Cuántas acciones negativas realicé hoy con respecto de ayer?
- ¿Cuántas emociones y sentimientos de sufrimiento tuve hoy, con respecto de ayer?
- ¿Cuánta Tolerancia, Altruismo, Compasión y Misericordia, tuve hoy con respecto de ayer?
Y si nuestras respuestas fueron: que hoy critiqué MENOS, hablé menos de la gente y de las cosas superfluas, me entrometí menos en los asuntos donde no debo intervenir, si hoy tuve menos pensamientos negativos y de rechazo para con los demás, que mis acciones fueron de altruismo, de compasión y mis emociones no me "atraparon" más en el sufrimiento, el victimismo y la soledad... entonces estoy avanzando en la Unicidad y dejando atrás la Dualidad , y por ende, mi Ego empieza a ser COMANDADO por el Corazón y por mi Alma, y por lo tanto mis dos hemisferios cerebrales sólo recrean acciones y pensamientos que sirven para un Bien Común más Elevado, donde ya no tiene cabida el corcel salvaje sin rumbo ni camino.
Ahora se es un místico, ¿y qué es un místico? No se piense que es algo fuera de este mundo, o algo oscuro, no para nada, un Místico nace cuando ha domado su Ego para convertirlo en su propia Personalidad, y ella está en comunión con su Alma, ambas están en equilibrio, ha limpiado su "hogar interno" de dudas, miedos y sinsabores, y sin proponérselo, es un Maestro, pues sin querer ha influenciado su alrededor, y cuando influencias eres un Maestro, y un maestro no tiene pasado, un Maestro es libre por su verdad, se ha conocido a sí mismo, y su verdad lo ha liberado, ya no hay yugos ni cadenas en su mente, ni en su cuerpo y mucho menos en su corazón ni en su Alma... ahora es LIBRE, no hay apegos emocionales, materiales ni sentimentales. .. conoció la Verdad y se hizo Libre....
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