miércoles, 2 de enero de 2008

¡Metamorfoséate!

Paseando con mi prima Miriam por el Parque Urquiza, en Paraná, me muestra unas perfectas “caparazones” vacías adheridas a los árboles. Son de cigarras (o chicharras). Me cuenta que las hembras ponen los huevos y mueren poco después. Los insectos jóvenes (o ninfas) caen al suelo y penetran en la tierra. Las ninfas viven dentro de la tierra de 4 a 17 años (dependiendo de la especie) y se alimentan de la savia de las raíces. Después de ese período, cavan túneles, suben a los árboles y pasan por una metamorfosis, transformándose en adultos listos para el apareamiento.

En donde estábamos, había cientos de vaquitas de San Antonio (o mariquitas) en sus diversos estadios. Cuando son inmaduros, los huevos son de color amarillos, puestos en grupos sobre las hojas. Luego de una semana, de los huevos salen las larvas que tienen seis patas, y gran movilidad. Son de color negro y con minúsculas manchas blancas y anaranjadas. Estas larvas mudan tres veces antes de convertirse en pupas que se adhieren a las hojas, tallos o rocas y son de un color anaranjado y negro. De éstas, emerge un adulto de color amarillo que luego formará los élitros, que no es una caparazón (como creemos) sino gruesas alas que protegen las alas verdaderas.

¿A qué viene esta lección de entomología, gracias a Wikipedia y mi prima? A la maravilla de la metamorfosis. No sólo las mariposas, sino muchos insectos pasan por ese increíble proceso, que les permite adaptarse mejor a diferentes medios.

Al igual que ellos, nosotros los humanos también tenemos la posibilidad de dejar atrás actitudes, ambientes, cuerpos, mentalidades, emociones, lo que necesitemos, para poder vivir mucho mejor. La triste realidad es que pocos toman esta preciosa oportunidad. Se resignan a sobrevivir en malas condiciones por miedo a esa etapa del cambio. Siempre digo que es muchísimo peor estar décadas sufriendo inútilmente por temor a unos pocos meses o par de años de metamorfosis, pero algunos prefieren o no creen posible esta gracia que la Vida les ofrece.

¿Estás entre ellos? Confía en la metamorfosis, que te guiará paso a paso hasta que saques a relucir tus hermosas alas. Si necesitas ayuda, aquí estoy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los cambios son procesos lentos y según que área de nuestra vida se vea afectada, además de lentos son complejos. Por eso, siempre se necesita ayuda de personas como tú que con una claridad y sencillez divina nos vas dando pistas para nuestro crecimiento interno.
Yo te pediría, que de vez en cuando, nos pusieras "deberes" para interiorizar mejor sobre lo que escribes.
Ofreces mucha información para poder impregnar nuestra vida cotidiana de felicidad pero también hay mucho trabajo para eliminar los patrones heredados.

Un saludo,desde Asturias.

Mariló.