Aproximándonos cada vez más al 2012, se acrecientan las teorías acerca de lo que sucederá y de si es cierto que habrá cambios verdaderos. Es mi opinión que nada catastrófico pasará (aparte de lo que Gaia está equilibrando ahora). Con respecto a los cambios, escribí en el blog:
“Antes, podíamos barrer muchos temas bajo la alfombra, en la esperanza de que desaparecieran o, por lo menos, de que estemos “preparados” para tratarlos. Ahora, parece que estamos preparados… porque nos estallan en la cara con poco aviso previo.
Antes, sepamos o no que tendríamos consecuencias de nuestras acciones, aparecían mucho tiempo después. Ahora, las tenemos a la vuelta de la esquina al otro día.
Antes, nos tomábamos años para analizar nuestros traumas más otros años para tratar de solucionarlos más otros para verdaderamente hacerlo. Ahora, los vemos claramente en poco tiempo y los sanamos en menos.
Antes, la información o los contactos o las situaciones para concretar algo se tardaban bastante. Ahora, es cuestión de pedirlos y el Universo responde (eso sí, hay que estar atentos y decir Sí a lo que brinda).
Antes, necesitábamos ir al fondo del pozo para resurgir. Ahora, no es necesario. Nos damos cuenta rápidamente las desviaciones y hacia adónde apuntar.
Antes, planificábamos obsesivamente todos los pasos y preveíamos cada posible contrariedad (sin darnos cuenta de que las estábamos programando). Ahora, trazamos un objetivo que nos surge desde el corazón y confiamos en que atraeremos lo que necesitemos para lograrlo.
Antes, el sufrimiento era casi la única forma de evolucionar y lo acumulábamos hasta límites insostenibles. Ahora, la conciencia nos evita gran parte de él y nos lleva por caminos más creativos y plenos.
Antes, nos quedábamos relamiéndonos las heridas, victimizados, durante meses o años. Ahora, recurrimos a nuestro poder y aprendemos.
Antes, creíamos que vivíamos intensamente si corríamos de un lado a otro, llenos de ocupaciones e intereses. Ahora, encontramos intensidad adentro, en decodificar lo que el exterior nos muestra del interior.
Antes, nuestra estimación estaba dada por el dinero, el status social, la familia, el trabajo. Ahora, nuestro valor está arraigado en nuestro Ser y su conexión a la Fuente, porque sabemos que de allí proviene todo.”
Millones estamos viviendo de una forma totalmente nueva, haciendo experiencia en cada paso, arraigando un paradigma distinto como queremos y podemos. Y de eso se trata, de no seguir un “modelo” vendido desde afuera que traerá la felicidad completa sino de develar un modelo personalizado, único, original, que se conecta sinérgicamente con el de los demás, en una red fluida y dinámica.
¿Qué detiene el despertar a esta nueva realidad? El miedo. Siempre el miedo ha sido el Gran Guardián de la Puerta. ¿Y quién lo agita para que no la pases? El mismo sistema que dice sostenerte y nutrirte, a fin de que nada cambie, de que continúes chupando su teta como un bebé indefenso. ¿Cuándo crecerás? Cuando te des cuenta de que ya traes el poder para sostenerte a ti mismo, para crear tu propia vida, para nutrirte de Todo lo Que Es.
La primera reacción frente al miedo es cortar la respiración. Así, te congelas y eres presa fácil. ¡Respira! Inhala la amable energía abrazadora que siempre está disponible para ti en cada bocanada de aire y exhala lo que te intoxica. Sigue respirando, estás guiado y protegido. Inhala, la Nueva Energía está aquí y los cambios que anhelabas también: tú eres lo que esperabas.
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