viernes, 10 de abril de 2009

Divino

Miro un dispersor de jardín, llenando de gotitas diminutas tornasoladas el aire. El césped brilla en un verde claro y suntuoso. El sol calienta la brisa. El silencio se apodera de la tarde. Algunos duermen (yo hasta hace un momento). Un libro reposa sobre la mesa. Las sombras juguetean en la pared. Una calma límpida tiene peso específico en mi interior. Mar de las Pampas está haciendo su efecto. La Tierra me cuida y me sostiene. Yo disfruto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es hermoso ser conciente del momento, disfrutar el aquí y ahora. Yo disfrute con placer el reflejo de la luna sobre el mar en una noche calida.