martes, 14 de abril de 2009

La Nueva Energía

Hace unos años, en un taller, el Dr. Deepak Chopra compartió, con generosa sinceridad, una experiencia que vivió dictando un Seminario de tres días en su Centro de La Jolla, California. Es sabido que el Dr. Chopra predica que todo lo que uno desea, si se dedica con fe a tratar de conseguirlo, finalmente lo obtiene.

En el primer descanso del primer día del Seminario se acercó una señora y le dijo: “Dr. Chopra: yo quiero tener una entrevista de tres horas con usted ahora”. Él le contestó que ello no iba a ser posible porque estaban en el comienzo de un Seminario y el descanso era de sólo media hora, dado que el taller continuaba y había trescientas personas aguardando. La señora le volvió a insistir con su pedido varias veces y Deepak Chopra le contestó en cada una de esas oportunidades dando las mismas razones.

Finalmente la señora le dijo: “Lo que realmente pretendo es corroborar que lo que usted dice no es cierto y que uno “no consigue siempre lo que desea”. La señora lo saludó y se retiró. Esta situación desató una sensación de mucho malestar en Chopra y lo dejó preguntándose qué aprendizaje tenía para él lo ocurrido. Por su conocimiento de que atraemos energéticamente a personas con características similares a las nuestras, tomó papel, lápiz y escribió su parecer respecto de esa señora. Así fue que hizo una lista de calificativos que le adjudicaba (impulsiva, vehemente, impetuosa y otros más).

Durante la pausa del almuerzo, se encontró con su secretaria a quien le mostró ese listado y le preguntó si él tenía algunos de esos rasgos. Su secretaria hizo silencio. Cuando a la noche regresó a su casa y le hizo la misma preguntó a su esposa Rita, el silencio fue aún mayor. Para concluir, el Dr. Chopra nos contó que, transcurrido un tiempo de ese episodio, pudo recordar a la señora con mucho agradecimiento, dado que ese incidente, que en un principio le había parecido tan inoportuno, terminó siendo una abundante fuente de aprendizajes para seguir su camino de evolución.

¿Qué reflexiones podemos hacer de este relato, considerando que los seres humanos somos HACES DE ENERGÍA E INFORMACIÓN?

1.- Que todos estamos interconectados y que atraemos a quienes tienen rasgos parecidos a nosotros. Es por ello que lo que más nos molesta de los otros son nuestros propios rasgos reflejados en espejo.
2.- Que el poder no es avasallar imperativamente al otro, para imponer criterios o puntos de vista, sino que el único poder real que existe está dentro nuestro para lograr nuestra evolución, sin ejercer ningún tipo de presión.
3.- Que no es desafiando y destruyendo sistemáticamente al “otro” como uno construye. Los seres humanos no nos movemos empujados por las circunstancias, sino que somos atraídos por aquello que nos gusta y nos convoca.
4.- Que lo que, en un primer momento parece caótico o desordenado, es generalmente una oportunidad única de re-organizar de un modo distinto la realidad que nos rodea, dejándonos fluir, dado que lo Caótico tiene propiedades de autoorganización y así se podrán vislumbrar SOLUCIONES que nunca habíamos imaginado.
5.- Que nuestros pensamientos determinan nuestra materia, es por ello que el OBSERVADOR con su presencia modifica lo OBSERVADO. Todas las mañanas cuando organizamos nuestro día, si nuestros primeros pensamientos están enfocados en los problemas sin resolver del “ayer”, seguramente estos se presentarán “hoy” con mayor intensidad.
6.- Que el Cosmos es un organismo evolutivo que está en expansión y en modificación constante. Es decir, no hay cosas eternas. Y éste es un poderoso mensaje para quienes estén transitando momentos duros, punzantes, tristes. Eso que hoy nos causa tanto dolor, sea del orden que fuere, va a pasar, porque nada es eterno.

Si realmente entendemos que no hay cosas eternas y que todos los hábitos y costumbres pueden modificarse, reimprimirse, nos encontramos frente a una posibilidad de cambio total. Implica decir que no existen ordenanzas fijas que nos gobiernen ni modos únicos de vivir. La búsqueda del ser interior es infinita, es necesario dar pasitos todos los días en ese sentido.

Vivimos en la fuerza de “LA CULTURA DEL LADO DERECHO”, que está alimentada por el hemisferio izquierdo: RACIONAL, DEDUCTIVO, ANALÍTICO, LÓGICO, CRITICO.

NUEVA ENERGÍA es saber que la crítica no conduce a ningún lado, ya que si la crítica fuera útil, el mundo marcharía a la perfección, dado que es lo que más abunda.
NUEVA ENERGÍA es saber que nosotros construimos nuestro mundo.
NUEVA ENERGÍA es saber que para renacer hay que morir a lo viejo, para abrirse con confianza a lo desconocido.
NUEVA ENERGÍA es saber que hay que ser activos en nuestra autoeducación.
NUEVA ENERGÍA es saber que la represión en la emoción conlleva a la represión en el movimiento y allí sobrevienen las molestias, los dolores.
NUEVA ENERGÍA es saber que la enfermedad es un vínculo con la desarmonía y, tal como los vínculos pueden deshacerse, la enfermedad también.
NUEVA ENERGÍA es pasar del sistema de alerta al sistema de placer.
NUEVA ENERGÍA es ser conciente de que la vida ocurre en los lugares de desequilibrio, que cuando hay sólo equilibrio hay sólo muerte.
NUEVA ENERGÍA es saber que la vida tiene canciones que te gustan y otras que no te gustan.
NUEVA ENERGÍA es también saber que uno puede ir al aparato de música y cambiar el CD.

NUEVA ENERGÍA ES SER CONCIENTES DE QUE SOMOS PARTE DE UN TODO, QUE ESE “TODO” SE ENRIQUECE CON LA PRESENCIA DE CADA UNO DE NOSOTROS
Y QUE JUNTOS NO HACEMOS UNA SUMA, SINO UNA HERMOSA POTENCIACIÓN.

Convencidos interiormente de que existe otro mundo, tenerlo incorporado energéticamente nos permitirá influir en nuestro entorno, formando así la masa crítica que posibilitará el salto cuántico que la Humanidad está comenzando a reclamar.

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